Cap34

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Sr. Darien Gales:

Había decidido que hoy era el día de hacer mi primera visita a mí querido sobrino.

Tres años pasan volando, siento que hoy va ser un buen día.
Por lo que me habían mencionado mis hombres él pasó todo el santo día llendo a un parque de diversiones, en un pueblo humano.

Me tranquilizó el saber que no estaba en el territorio de lobos, pero eso fue remplazado por curiosidad, también dijeron que tenía un acompañante con él.

Esperé a que atardeciera,para poder escabullirme en el bosque, me avisaron que hoy no había vigilancia, y eso era un punto a favor, que sinceramente no creo que se repetiría.

Iba sumido en mi cabeza, en como decirle cuando le encontrará.

Yo no sabía realmente dónde exactamente se encontraba, pero había algo que me ayudaba y agradecía infinitamente a su madre, porque así lo ubicaría fácilmente.

"La medalla" hace tiempo que no la sentía, ésta es una herramienta demasiado especial para los cazadores, y gracias a ella puedo sentirlo ahora mismo, dejó que ella me guíe hasta él.

Y así fue, él estaba sentado en el tronco del árbol del bosque agachado, parecía abatido, no sabía cómo hablarle así que me deje llevar.

-. Al fin te encontré pequeño.-

Se tensó al oír mi voz, pero luego subió si rostro para mirarme bien. ¡Dios.. es casi el vivo retrato de Kaan! Esos ojos verdes curiosos que caracterizaban a mí hermano pequeño, sino fuera por qué tiene también rasgos de su madre diría que es mi hermano en vida.

-. Eh venido a protegerte, eres mi familia no puedo dejarte aquí.-

Él parecía perdido por mis palabras y finalmente me contestó.

+. Perdoné.. pero yo no tengo familia ellos han muerto lo siento .+

-. Lo diré más entendible.. soy él hermano mayor de tu padre. Ahora me toca mi remendar ese vacío que tus padres dejaron y me encargaré de vengarlos.-

Sí que soy directo espero y no me lo tomé a mal.

Me encontraba contemplando cada gesto que podía hacer, sin embargo eso no sucedió.

Mis ojos viajaron a unos ojos rojos que nos observaban con furia, más específicamente a mí.
Mi rostro se transformó, aunque sabía que había cruzado, irrumpiendo en su propiedad, y podía matarme libremente, no me iba ir sin luchar.

Al parecer él notó mi cambio y se giró a ver aquel lobo gigante que por su tamaño sabía que no era cualquier sino un Alfa.
Y mi cabeza hizo click esté territorio solo tiene un Alfa, para mí sorpresa era aquella chiquilla la que se encontraba frente a nosotros, mostrándome sus colmillos.

Ahora que lo piense podía aprovechar para terminar con ella en este mismo instante.

Ese era mi tonto pensar, que fue apagado al ver como él corría en dirección a ella...¿Qué era esto?...¿Por qué? No lo entiendo.

Ella no quería que él se acercará y el terminó abrazándola, era perfecto como mi sobrino inconsistente mente me la ponía demasiado fácil.

Me encontraba listo para atacar ahora más que nunca, que estaba distraída.
Entonces fue cuando él gritó.

+.¡No le hagas dañó!.+

Me quedé quieto.. no puedo creerlo, él protege a los lobos.
Me alejé un poco, viendo como esa loba se tranquilizaba con el tacto de mi sobrino.

El mate de la alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora