El mate de la alfa

Cap30

Sr. Darien Gales:

Después de la noticia de mis hombres e mandado cada día a vigilar el límite del pueblo con esa manada.

Mi suerte está de mal en peor de todos los lugares en que mi sobrino pudo meterse tenía que ser ahí.

Lo poco que sabido es que lo han visto siempre acompañado de esa misma chica, sin oportunidad de acercarse, ya ha pasado más tiempo de lo debido en ese lugar.

Hoy se cumplen 3 años de la muerte de su madre, esos mismos que no a regresado.
Me tranquiliza el saber que está bien, hasta que llegué el momento yo mismo iré a por él.

Empecé a reclutar más hombre y entrenarlos, por lo que se rumora esa chiquilla hija Damián Miller está afiliada a el consejo de esas creaturas, están haciendo demasiados cambios cerca de los pueblos humanos y eso me tiene inquieto.

No eh tenido mucho tiempo pero cuando sea la hora le daré una visita a mí querido sobrino.
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Alfa Lunev:

Pareciera que no pasa el tiempo pero ya hace 3 años que Keileb apareció en el bosque, desde entonces nos hemos vuelto muy unidos, es como un hermano menor para mí, precisamente hoy cumple 15 años y le hice una fiesta sorpresa entre toda la manada y en especial con ayuda de Cass, Dylan y Nana.

Este tiempo nos a unido más y ahora nadie diria que Keileb no es uno de los otros.

Hoy me toca hacerla de acompañante, y distraerlo hasta que sea la hora de su fiesta.
Espero no sospeche nada y acepte salír conmigo.

¡Aunque no creo que me diga que no!

Estoy llendo hacia su habitación, tocó su puerta, y no hay respuesta, la abrió lentamente y me escabulló dentro.

Me acercó hacia su cama y me da una linda vista, su sábana solo tapa de su cadera hacía los pies.

Su rostro da ternura cuando duerme, mis ojos no dejan deber sus facciones, a cambiado un poco, bien dice que les cae bien la adolescencia a los chicos y no lo niego.

Mi mirada baja a su abdomen descubierto que se ve trabajado a su corta edad, cuando llegó no le gustaba hacer ejercicio, pero de unos meses para acá cada mañana pasa horas ejercitando, el niño dulce que conocí alguna vez ya se convirtió en un adolescente demasiado sexy.

Mis pensamientos fueron apagados por unos hermosos ojos verdes que me miraban de pies a cabeza.

-.¡Buenos días!!! Arriba dormilón.- me reí.

Él me sonrió, si no fuese mi familia, me hubiera derretido de eso no ahí duda.

Él en vez de hacerme caso se volvió boca abajo y coloco su almohada en la cabeza.

¿Qué se creía ese chiquillo?

Jale si almohada quita quitándosela, al parecer no funcionó lo jale del brazo y le hablé de nuevo.

-.No seas flojo vamos levántate el día es bonito.-
+. Aaa Lunev dame 5..minutos.. 10 o 20...+
No lo conseguí y me enfadé ¿Cómo es posible que él tenga más fuerza? Él es humano y yo una mujer lobo no comprendo.
Estaba tan refundida en mi molestia que no noté cuando él me jalo del brazo y me introdujo en la cama.
Me abrazó y me habló al oído:
-. Vamos Lunev déjame dormir un poco más.-

Mi piel se erizó al tenerlo tan cerca y mi corazón empezó a acelerarse.

¿Cómo terminé así?¿Qué acaso no sabe lo que me está haciendo?
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"Porfavor que no escuché mi      corazón"