El mate de la alfa

Cap 88

Danielle:

Me arreglé con anticipación para llevar tiempo de sobra, antes de ir a la gala.

Al llegar a la casa de la Alfa, el silencio reinaba en ella.

El rostro de Cris y Dylan preocupados e impacientes me alertaban.

Me contaron lo sucedido, mientras la Alfa me pedía a que fuera a su despacho.

Al llegar el rostro de Lunev denotaba angustia, y no era para más.

Estuvimos charlando sobre la salida de unas horas rumbo a la gala y algunos lugares de puntos de búsqueda, dónde alguien pudo ver a Keileb tal vez.

Mientras hablábamos de ello, el recuerdo de anoche vino a mi mente.

“El Chico de Keileb”

Anoche me ayudó, ese chico que por alguna extraña razón a mi lobo le desagrada.

Tal vez él sepa dónde puede estar  Kei.

Le comenté de aquel chico,  y salimos en su búsqueda.

Es nuestra única esperanza..

Recuerdo bien que Kei había dicho que lo había acompañado a pedir trabajo en un bar.

Salimos en dirección aquel bar, el gerente de aquel lugar era un Roger, y al sentir las presencia de Lunev trato de sacar los colmillos.

Los ojos de Lunev de habían cambiado de color, y su voz era gruesa.

+. ¡¿Dónde se encuentra el chico que hace poco acabas de contrar?! ¡Habla!.!

Aquel hombre guardó sus colmillos, y  compuso la postura rígida que había adaptado.

+. ¿Hablas de Frank? .+

Claramente Lunev no conocía al chico que buscábamos, así que yo fuí él que respondió.

-. Sí, ¿Dónde está?.-

Tardó en contestar:

+. Su turno empieza hasta la 6:00pm, ayer fue su primer día de trabajo.+

-. ¿Sabes dónde vive? O ¿dónde lo puedo localizar?.-

+. Realmente no, por lo que sé es nuevo en el pueblo tal vez si encuentran a su amigo puedan dar con él. Creo que se llama Keileb..+

Lunev escuchó atenta la respuesta y después de ello salió fuera del local, dejandome solo con el gerente.

Le agradecí por la información y me marche fuera de allí.

Me fui por atajo de aquella noche, rogando que me lo topará por casualidad pero no había luces de él.

Pasamos horas recorriendo todo el pueblo, preguntando si alguien lo había visto con las señales que proporcionamos de su aspecto físico, pero la única respuesta fue que no lo habían visto.

A unas cuantas horas de partir, tuvimos que regresar a casa, con la esperanza de que nana tuviera noticias.

¿A dónde fuiste?
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