CAPÍTULO 3 NECESITO TU AYUDA

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Justin escuchó con atención, Gustavo le explicó, él era un hombre de negocios, un inversionista que había sido invitado por un amigo, nativo de ese lugar, para invertir ahí y así echar a andar la economía que tanta falta les hacía, creando fuentes de empleo, llevando servicios a la localidad, y todo lo que eso conllevaba.

La gente vivía desesperada, la violencia estaba en su máximo apogeo porque la gente no tenía para comer, los, asaltos y los asesinatos estaban a la orden del día y las autoridades se veían rebasada.

Lo cierto era, que desde que ellos llegaron y proporcionaron una salida a toda esa gente, la delincuencia había disminuido considerablemente, la economía empezaba a  reactivarse, la gente volvía a tener esperanzas, ahora sólo quedaban grupos de delincuentes que no querían trabajar y buscaban el lado fácil para, conseguir dinero.

Gustavo le explicó que todo eso estaba en peligro debido a un altercado que se había dado entre un trabajador molesto y el encargado de la obra, un ingeniero originario de ese país.

_ Él está herido, fue baleado, y la situación es, que si las autoridades se enteran, en primerer lugar, él sería el primero en ir a prisión, mientras se aclaran las cosas. En segundo lugar, la obra estaría en peligro, pueden pararla indefinidamente o suspenderla de forma permanente. - dijo Gustavo.

Ciertamente había hombres poderosos que querían detener su obra, ya que sus intereses se veían afectados. Después de tener el control por tantos años sobre la gente, haciéndolos dependientes de ellos ahora se encontraban con que toda esa gente tenía otras opciones y ya no se sometían como antes, así que día a día surgían problemas que iban sorteando, incluso ese ataque estaba seguro, era obra de ellos.

_ ¿Quiere que lo atienda y no reporte lo sucedido? - interrogó sabiendo de antemano la respuesta.

_ Procuro no hacer nunca nada fuera de la ley, pero en este caso, y como está la situación, _estoy seguro de que las autoridades intentarían voltear las cosas y en lugar de buscar a quién lo atacó, lo inculparían a él, es el pretexto perfecto para cerrarme la obra.

_ ¿Porque me escogió a mí? ¿Y cómo dio conmigo?

_ Roberth me comentó de un excelente médico. Esas fueron sus palabras. - sonrió. _ aseguró que además de ser bueno, estaba seguro de que me ayudaría, porque ya lo había ayudado a él. Solo que cuando fue en su busca, su clínica ya no existía, lo único que encontró fue escombros, pero conocía a un amigo de sus ayudantes, así que lo localizó y cuando los buscaron solo encontraron a uno de ellos, él les contó lo sucedido, la muerte de sus dos pacientes, porque uno de ellos logró salir, les contó como usted fue secuestrado junto con sus otros dos ayudantes y como a él lo dejaron ahí y con vida, para que él pudiera dar testimonio de su secuestro por si su familia lo dudaba cuando vinieran por usted.

Justin sonrió con ironía. <<cuando vinieran por él>> pensó, ni siquiera habían querido escucharlo. No les importó cuando les dijo que lo matarían, pensó que quizás lo estaban castigando por haberlos desafiado, pero luego se dio cuenta de que hablaban en serio, cuando no quisieron volver a tomar ninguna llamada proveniente de él. Intentó entonces comunicarse con su abuelo, pero el resultado fue el mismo, lo tenían incomunicado. Y su madre no se diga, estaba, seguro de que ni siquiera le habían mencionado que ya sabían de él, después de años de ausencia. De haberle comunicado de su secuestro, ella hubiese movido cielo, mar y tierra para rescatarlo y llevarlo de vuelta a casa, lo mismo hubiera hecho su abuelo.

_ Esa es la situación. - dijo Gustavo. _por supuesto nadie te va a obligar a hacer algo que no quieres, no eres nuestro prisionero, Roberth te rescató, sí, porque yo te necesitaba, pero él estaba pagando su deuda contigo, así que en el momento en que tú lo desees puedes marcharte, junto con tus ayudantes, nadie te detendrá, pero me gustaría que pudieras ayudarnos. Puedes pedirme lo que quieras a cambio.

Justin dudó, sin duda no dejaría a ese hombre sin atención, no podría, no estaba en su naturaleza, había ayudado a Roberth aun cuando pensaba que era uno de los asaltantes, ¿cómo no ayudar a un hombre que sabía era de bien?, pero dudaba si pedir algo a cambio o no.

Estaba sumamente cansado, decepcionado y resentido, había ido a ese país del medio oriente, como a muchos otros, apoyando a una organización que prestaba, ayuda a gente necesitada de varios países. Pero no podía olvidar que cuando él los necesitó lo dejaron a la deriva, él sabía y entendía que económicamente jamás hubieran podido ayudarlo, pero no buscaron la forma de rescatarlo, de contactar cuando menos a su embajada para que ellos intentaran hacer algo al respecto, simplemente se habían excusado por no poder hacer nada y lo habían dejado a su suerte, y no se diga de su familia, aunque de ellos no le sorprendía y en cierto modo se lo esperaba, de cualquier forma no estaría vivo de no ser por esos hombres que se habían arriesgado a ir por él, aunque fuera porque lo necesitaban. Sabía que podían haber recurrido a alguien más, él dinero todo lo podía, sin embargo, se habían arriesgado por él y lo agradecía.

_ Lo haré - dijo sin dudarlo. _llevenme a donde lo tienen.

_ No hemos terminado de hablar. - lo detuvo Gustavo. _ ¿qué pides a cambio?

_ No pido nada. - lo miró a los ojos. _lo más preciado es mi vida y mi libertad y las tengo.

_ Te sacaré de aquí. - dijo Gustavo ante su negativa de recibir alguna compensación _te llevaré a donde tú quieras, a tu país, a tu casa, con tu familia.

_ No tengo familia, ni casa, de hecho, no tengo documentos - sonrió con amargura. _ esos hombres me los quitaron.

Gustavo no dijo nada, ambos, salieron del despacho.

Justin lo siguió hasta una, habitación, no le pasó desapercibido que varios guardaespaldas estaban siempre detrás de ellos, ni que la puerta en donde se encontraba el hombre herido estuviera, resguardada por dos hombres más.

En el interior tendido en una cama yacía el hombre en cuestión. Justin no necesito examinarlo para darse cuenta de que tenía fiebre, seguramente la bala aún permanecía en su cuerpo.

Sin perder tiempo, pidió todo lo que sabía necesitaría, lo cual le fue suministrado de inmediato.

Sabía que venían horas difíciles, él se sentía, agotado, física y anímicamente, pero él lo necesitaba y haría lo que estuviese en sus manos para salvarlo, aun a costa de su propia salud.

MI NECESIDAD DE TI No.7️⃣ /SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora