EPÍLOGO PARTE II

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¿Quieres decir que toda esa gente nos venía custodiando. - dijo Justin asombrado?

_ Casi todos. - confirmó Santiago. _ No nos vamos a arriesgar a perder a uno de nuestros mejores, amigos y a su novia. - sonrió.

_ Tenemos que llegar. - dijo Lorenzo. _la gente espera a los novios.

_ ¿Y éstos? - señaló Justin a los muertos, los heridos y los prisioneros.

_ Nuestros hombres se encargarán de ellos, su líder ya está en nuestras manos y va a recibir su merecido, cometieron muchos asesinatos y atrocidades alrededor de nuestros territorios, pensaron que podrían salirse con la suya.

_ Gracias por no dejarnos caer en sus manos. - dijo Justin con sinceridad.

_ No nos lo perdonaríamos. - dijo Lorenzo. Todavía hay una boda que celebrar.

_ Si es que consigo a la novia. - rio Justin mirando alrededor. Ella permanecía con el joven herido que había servido como carnada. ¿Que será de él y sus amigos? - preguntó preocupado porque se dio cuenta de que Gloria no lo dejaría a su suerte, esos jóvenes no se vean como los demás.

_ Ellos irán al rancho de Santiago. - dijo Lorenzo, cuando su amigo se recupere veremos que hacer con ellos.

_ ¿porque a ellos se les está dando una oportunidad y a los demás no? - preguntó Justin.

_ Porque no son iguales. - dijo serio Santiago.

_ Ellos están obligados en ese grupo. - dijo Simón que se había unido a ellos.

_ ¿Cómo pueden saberlo, si fueron quienes nos tendieron la trampa?

_ Si te diste cuenta todos nos dispararon a matar, la gente que está obligada, generalmente no te dispara o si lo hace no tiran a matar, ellos actúan porque si no lo hacen los muertos son ellos, ¿ves a su amigo? esa gente le disparó a sangre fría para usarlo y que ustedes cayeran, después de eso ellos tienen que obedecer lo que se les diga o serán los siguientes.

_ Nunca dejaré de aprender con ustedes. - dijo Justin asqueado de lo que era la realidad entre los grupos criminales. De cuántos inocentes se perdían o se marchitaban día a día entre esa gente.

Se separó de ellos y fue en busca de Gloria, ella se aparto con renuencia del chico.

_Con la atención adecuada se pondrá bien. - dijo Justin.

_ ¿Y quien se la va a dar. - protestó ella con los ojos cristalizados. _ ahorita se lo llevarán junto con los demás y no lo van a tratar bien.

_ Lo harán, - trató de consolarla. _ Santiago y Lorenzo me acaban de asegurar que cuidarán de él para que se recupere y también de sus amigos.

_¿De verdad? - su rostro se iluminó.

_ De verdad preciosa. - acarició su rostro con ternura, su cabello antes arreglado ahora Lucía fuera de lugar, su cara ligeramente maquillada para la ocasión ahora estaba manchada de tierra y sangre de él, y su rostro angustiado ahora volvía a resplandecer, no pudo resistir alzarla en sus brazos y besarla con ternura, esa ternura que ella siempre despertaría en él.

Ya estaban listos, irían y darían el si delante de la gente que los esperaba .

*****
_ Sí, acepto. - dijo él, después de haberla escuchado a ella, luego unieron sus labios en un tierno beso. Todos suspiraron aliviados, habían esperado por más de dos horas a que llegaran, algunos pensaron que ya no lo harían, pero sus amigos, los hombres de la sierra no podían permitir que esa boda se cancelara, todos estaban ahí, Santiago y Elizabeth, Aureliano y Mariana, Lorenzo y Sofía, Miguel e Isabelle, Damián y Laura, Gustavo y Lorena, Roberth y Lidia, y su familia de Londres, William y Alice, Bernard su novia, una mujer encantadora y sus padres, los padres de Sarah, así como Annie y Steve, toda la gente que los quería, aplaudieron felices por ellos.

Nunca se imaginaron que incluso el mismo día de su boda estarían haciendo lo que les apasionaba... salvando vidas. Esa era, su vida, y esa era su pasión, ambos sabían que morirían haciendo eso... Pero aún no, no era el momento, ella llevaba en su vientre el fruto de su amor, y aunque aún no era muy visible, todos sabían que venía en camino un miembro más de su hermosa familia, porque todos eran una familia.

*****
Cinco años más tarde Gloria miraba con orgullo a su esposo, el le extendía su mano derecha para, saludarla y con la izquierda le extendía su diploma, también la miró con orgullo. _ te amo. - susurro a su oído, le sonrió y la dejó seguir saludando a los demás miembros del presidium.

Por fin hacia realidad su sueño.

_ Felicidades mi preciosa Doctora. - se acercó él a felicitarla cuando la ceremonia de graduación terminó y el quedó libre.

Ella lo rodeo con sus delicados brazos.

_ Sin ti nunca lo hubiera logrado. - dijo entre lágrimas, no sólo la había animado a inscribirse, la había, apoyado, había estado con ella en sus momentos más difíciles, le había ayudado a estudiar a cuidar de su pequeño en cada etapa de su crecimiento, en su hogar, en ocasiones siendo padre y madre.

Jamás, se imaginó en ser la afortunada de encontrar a un hombre como él, lo amaba y lo respetaba. Era su todo.

El la miró con orgullo, ella era su estrella inalcanzable, por la que daría su vida, la que le había dado todo lo que él necesitaba para ser feliz, incluyendo un maravilloso hijo al que ambos adoraban.

Ambos se besaron no necesitaban nada más, cada uno era la necesidad del otro.

FIN

Hemos llegado al final, agradeciendo a todos mis hermosos lectores, por leer, votar y comentar, gracias por sus preciosas palabras de aliento y por apoyar mi historia hasta el final.

Gracias por llegar hasta aquí. Los quiero. Saludos.

MI NECESIDAD DE TI No.7️⃣ /SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora