MI NECESIDAD DE TI No.7️⃣ /SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 47 LLAMADA DE AUXILIO

Maratón 3o.de 4

Gloria había pedido al taxista que la esperara un momento para traerle su dinero. Cuando regresó traía consigo una silla de ruedas, con ayuda del hombre coloco a la mujer en ella, luego el le devolvió su pendiente después de que ella le pagó, dándole una generosa propina, que él agradeció.

De inmediato condujo a la mujer hacia el área de dormitorios, específicamente en donde Justin tenía su área especial de descanso y que ella utilizaba con regularidad, era un área restringida, que contaba con su estacionamiento propio y acceso privado, ahí nadie los vería, luego pensaría como hacer llegar hasta, ahí al esposo de la mujer.

Ella se veía muy mal, necesitaba ayuda con urgencia, pero antes tenía que llamar a Justin, el le indicaría que hacer.

Marcó su número de un teléfono fijo que se hallaba en la habitación , no tenia tiempo de buscar el suyo.

Había recostado a la mujer en la única cama que había en el lugar, pero estaba demasiado pálida, los dolores se intensificaban, y parecía que en cualquier momento perdería la conciencia.

_ ¡Justin! - había gritado con angustia. Viendo cómo una mancha de sangre se empezaba a extender por las sábanas bancas. _ ¡te necesito! ¡Ahora!

*****
_ Lo tenemos. - había escuchado Justin la voz de Roberth. _mis hombres interceptaron a un hombre, trae el pendiente de Gloria, pero el esta sólo.

_ Los veo. - dijo Justin con angustia. Mirando a lo lejos como varios hombres sometían a otro. Luego colgó la llamada y corrió hacia ellos. Lo mataría si le había hecho daño a Gloria.

*****
Steve corría desesperado para llegar cuanto antes al hospital, cuando fue interceptado por varios hombres.

_ ¡Detente! - había escuchado la voz de uno de ellos y miro como le apuntaban con sus armas. El no obedeció, no tenía tiempo para un asalto o lo que sea que fuera eso, necesitaba llegar con su esposa.

Sintió cuando de un golpe lo derribaron por el suelo, cayó pesadamente, estaba Aturdido, aún así intentó levantarse para seguir, pero varios hombres lo detuvieron levantándolo con brusquedad.

Antes de que él pudiera hacer algo lo revisaron y sacaron de su bolso el pendiente de la enfermera.

_ ¿Cómo conseguiste esto? - interrogaron. _ ¿en donde está su dueña?

El no contestó seguía forcejeando con ellos, quería deshacerse de su agarre y correr en pos de su esposa.

_.¡Contesta! ¡Maldita sea! - grito otro hombre que salió de la nada. _ ¿en donde esta ella?, ¿qué le hiciste?

Justin acababa de llegar, escucho la pregunta que le habían hecho y miro el pendiente, No se pudo controlar y le asestó un golpe en el rostro.

_ Dime ¿qué hiciste con ella? - volvió a gritar.

El estaba aturdido, no podía coordinar sus pensamientos, menos contestar, porque no entendía lo que ellos querían.

Iba a recibir otro golpe de ese hombre cuando su celular empezó a sonar.

Justin estaba desesperado, no podía pensar con claridad, si ese hombre no contestaba le iba a sacar las palabras a golpes.

En ese momento entró una llamada a su celular, era un número desconocido y tomó la llamada.

La sangre se le heló, era Gloria y sonaba desesperada.

_ ¡Justin! ¡Te necesito! ¡Ahora! - habían sido sus palabras.

_ MI amor ¿en donde estás ? ¿Que sucede? - dijo con desesperación.

_ ¡Estoy en el hospital, en tu dormitorio, es una emergencia, tengo aquí a una mujer que necesita tu ayuda, se me va a morir! - sollozó.

_ Mi amor, el lugar esta lleno de médicos. - dijo sin entender el porqué de su angustia.

_ ¡Nadie debe saber que esta aquí!, ¡luego te explico!, ¡por favor ven!

_ Voy enseguida. - dijo aliviado porque ella estuviera a salvo, pero le oprimía el corazón escuchar su angustia.

Luego reparó en el hombre que tenía el pendiente de ella, estaba desencajado, por un momento pensó que se desmayaría.

_ ¡Es mi esposa! - escuchó que decía. _ ¡está embarazada y dará a luz en cualquier momento! - las lágrimas surcaban su rostro, lo miraba con súplica. _¡por favor sálvela!

Justin no tenía tiempo para pensar o analizar las cosas, no se dio cuenta en que momento había puesto el altavoz de su teléfono y todos habían escuchado su conversación. ordenó que soltaran al hombre y hecho a correr, él lo siguió.

Por el camino empezó a dar instrucciones por teléfono. Le pidió a Gloria que conservará la calma, que colgara la llamada, pero luego le volvería a marcar a ese mismo número.

Después de hacer varias llamadas le marcó de nuevo a ella.

_ ¡Preparala en lo que yo llego! - dijo. - ya están preparando la sala tres, un pediatra y un anestesiologo van para allá,

_ Pero... - iba a protestar ella.

_ Confía en mi. - la interrumpió. _ Ellos son de mi entera confianza, cuando me expliques veré que hacer, mientras tanto ellos no dirán ni harán nada que ponga a tú paciente en peligro. ¿De acuerdo?

_ ¡Gracias! - escuchó que ella decía. Estaba llorando, lo conmovió porque ella era muy fuerte y valiente y este caso le estaba afectando.

Por fin estaba llegando, miró hacia atrás y pegado a él venía el hombre, se veía exhausto, pero no se rendía, esperó unos segundos a que él tomara aire y siguió, no quería dejarlo atrás, porque después no sabría hacia donde ir.

Cuando llegó, el equipo que había convocado estaba esperándolo, Gloria iba entrando con la mujer en una camilla. En cuanto el hombre la miró, se abalanzó hacia ella, la tomó de la mano, y besó su rostro con desesperación.

_ Estoy aquí. - dijo tratando de sonar calmado. _todo va a salir bien, estás en buenas manos.

Alguien trató de separarlo, pero Justin ordenó que lo dejaran, el estaría con ella a su lado durante el proceso, a menos de que requiriera una cesárea.

_ Te amo. - dijo ella con voz casi inaudible.

Justin se volvió sorprendido, conocía esa voz, no podía ser, era imposible, no podía ser ella, se acercó y la miró.

Gloria miró como Justin palidecía. Lo había visto entrar con el esposo de ella tras él, en lugar de ver a la paciente la había buscado a ella con la mirada, se había, acercado y la había abrazado como si no la hubiese visto en años.

_ Te amo había dicho con un beso fugaz en sus labios y luego había retomado su profesionalismo. Con rapidez se empezó a preparar para asistir a la paciente, lo había hecho en tiempo récord porque ella en verdad estaba mal.

Cuando se disponía a revisarla y que ella habló a su marido fue que su semblante cambió. Gloria vio como palidecía.