_ Estás confesando que tomaste el medicamento.
_ Si lo tomé, pero no ese, no el controlado, las muestras médicas se caducan ahí en su lugar sin que nadie las aproveche, cuando hay gente que las necesita y no creo que haga mal porque les dé el uso adecuado, nadie tiene un control de ellas. - un sollozo escapó de sus labios. _ no me arrepiento y si por eso no puedo volver a trabajar en un hospital, está bien, lo acepto, pero no acepto lo otro, yo no tomé ese medicamento. - se incorporó abruptamente, no quería llorar delante de él, pero no podía controlarse más.
Estaba avergonzada, justificada o no acababa de confesar que robaba medicamento, y nadie podía tenerle confianza en tales circunstancias. Jamás podría volver a velo a los ojos.
Salió corriendo y aunque lo escuchaba llamándola, no se detuvo.
Justin miro con desesperación como desaparecía de su vista, no podía irse sin pagar la cuenta, todo había sido tan sorpresivo, que no le dio tiempo de actuar, de anticiparse y ahora ya no podía hacer nada.
Salió del café y subió a su auto, por varios minutos estuvo dando vueltas por los alrededores intentando dar con ella, pero había desaparecido, supuso que se dirigiría hacia su casa y emprendió la marcha hacia allá. En el expediente se hallaba su dirección y su número telefónico.
Cuando estacionó el auto se sorprendió de ver lo deteriorada que se encontraba la vivienda.
El lugar tampoco se veía muy seguro, se dio cuenta de que era observado por gente del vecindario, tanto hombres como mujeres, incluso niños, varios grupos de jóvenes dispersos por los alrededores le lanzaban miradas intimidantes. Pero el sólo deseaba aclarar las cosas con ella, no tenía miedo, había pasado cosas peores y esos jóvenes no lo intimidaban.
Se bajó del auto con paso firme, llamó a la puerta y esperó.
Un hombre de cincuenta y tantos años abrió, debía tratarse del tío de Gloria.
Sin inmutarse preguntó por ella, el hombre lo miró con desconfianza hasta, que se presentó como el jefe de ella entonces fue que le dijo que no se encontraba en casa. Luego el hombre cerró la puerta dejándolo ahí parado.
Justin no se quedó ahí, subió a su auto, buscó un lugar retirado en el que estacionarse y desde donde pudiera ver la casa y se dispuso a esperar.
Empezaba a oscurecer cuando observó que ella se dirigía, hacia su hogar, de inmediato salió a su encuentro. No deseaba hablar con ella dentro de la casa, no por las condiciones en que se encontraba, sino porque su tío no le agradaba y no deseaba tratar ese asunto enfrente de él.
*****
Gloria bajó del autobús y camino varias cuadras antes de llegar a su casa. Había estado vagando por diferentes lugares, se sentía más sola y desamparada que nunca, le dolía tanto haber arruinado la oportunidad que se le había dado y peor aún, que esa oportunidad se la había dado él, su amor platónico, había pasado la peor vergüenza de su vida y no podía hacer nada por remediarlo, se sentía tan avergonzada por haberlo hecho quedar mal y sobre todo se sentía herida porque él pensaba lo peor de ella, el daba por hecho que era una ladrona, ni siquiera le había dado el beneficio de la duda, lo había dado por sentado, ¿cómo defenderse ante eso? No podía.Camino unas cuadras más cuando con sorpresa miro su auto, ¿cómo no verlo si sobresalía de entre todos los que se encontraban por el lugar?
Ella se detuvo abruptamente, dudaba si regresarse por donde venía o seguir adelante, no deseaba verlo, se sentía avergonzada, triste y decepcionada, no de él, de ella misma, ¿Cómo podía volver a verlo a la cara? No entendía que hacía ahí y porque tanta insistencia en hablar con ella, quizás el sí levantaría cargos en su contra después de todo era su hospital, y el asunto lo afectaba directamente a él.
Después de un momento de indecisión siguió adelante, si no era ahorita, sería después, pero tarde o temprano lo tendría que enfrentar.
Miro de nuevo hacia el frente, él ya había descendido del auto y se dirigía hacia ella.
_ Tenemos que hablar. - fue lo primero que dijo. _ por favor sube al auto. - pidió pensando que se negaría, pero ella obedeció con docilidad.
El arrancó sin esperar más, no quería permanecer más tiempo ante las miradas inquisitiva y amenazantes de toda esa gente.
Cuando estuvieron en un lugar seguro estacionó el auto, pero no hizo el intento de bajar.
_ Quiero escuchar tu versión de los hechos. - dijo volviéndose hacia ella.
_ No tiene caso. - dijo con tristeza. Usted, al igual que ellos, ya me juzgó. Y en realidad no puedo defenderme, es mi palabra contra la de ellos, no puedo comprobar mi inocencia y a pesar de todo resulta, que si soy una ladrona, así que pase lo que pase, es lo que merezco.
_ No puedo escuchar las tonterías que estás diciendo. - dijo molesto. _te pido disculpas, de verdad. - tomó una de sus manos. _ solo tenía la versión de ellos, y luego te escuché a ti confesar que efectivamente habías tomado medicamento con anterioridad, cuando yo personalmente te vi hacerlo, créeme que fue difícil creerte, pero te creo, solo quiero saber lo que en realidad pasó.
_ Usted sabe lo que pasó. - se soltó de su agarre. _el informe lo dice.
_ Olvidemos el informe. - insistió. _quiero escucharlo de ti.
_ La verdad no sé qué sucedió. Me mandaron llamar de dirección, preguntándome lo que ya le dije, que, si alguna vez había tomado medicamento, cuando conteste que sí, fue que me dijeron que alguien me había visto tomar el medicamento controlado, me dijeron que no me denunciarían por consideración a quien me había recomendado, dijeron que no me darían indemnización, ni mi último sueldo y tampoco me darían carta de recomendación. - dijo con un nudo en la garganta, recordando todo lo que pasó después de eso y lo difícil que se había vuelto su vida.
Justin la escuchaba con atención, le parecía increíble todo lo que decía y lo peor es que él había dudado de ella al igual que los demás, pero estaba consternado por la forma en que se habían presentado los hechos, el confiaba en que su hospital estuviera bien administrado y se daba cuenta de que en este lugar no era así, se habían brincando todos los protocolos y se había actuado arbitrariamente, lo que le hacía suponer que había mucho más detrás de todo esto, porque incluso ni siquiera se le había informado a él, cuando debió haberse hecho, ya fuera porque era el dueño y esto era un asunto delicado o porque era él quien la había recomendado y tampoco se había hecho.
Estaba furioso con toda esa gente y consigo mismo, porque era su responsabilidad, y porque ella había salido lastimada, ciertamente él había sido testigo de cómo ella había sustraído medicamento del hospital donde trabajó con anterioridad, pero se le olvidó porque razón lo hizo y cuan orgulloso se sintió de ella en ese entonces, porque él hubiera actuado de la misma forma si hubiera estado en su lugar. Ahora la tenía ahí delante de él, angustiada y avergonzada, y él deseaba abrazarla y consolarla, pero no podía porque el mismo la había lastimado.
_ Solucionaré esto. - dijo limpiando una lagrima que rodó por la mejilla de ella. _prometo que lo haré. - no pudo evitar envolverla en sus brazos, cuando sus sollozos se hicieron inevitables y sus lágrimas por largo rato contenidas escaparon en torrentes incontrolables.
_Perdóname. - escucho ella que le susurraba al oído. _por favor perdóname. - sintió un tierno beso sobre su cabeza, ¿o se lo estaba imaginando? No importaba, el sentir sus fuertes brazos rodeandola y sus palabras pidiendo perdón, era más de lo que nunca imaginó, su loción llegaba hasta ella y la hacía perder el sentido de la realidad. ¿Cuántas veces no había fantaseado con ese momento? Solo que la fantasía era muy diferente a la realidad y la realidad no era nada agradable y tenía que regresar a ella y él tenía que alejarse y dejarla. Sin embargo, no podía dejar de disfrutar lo que sea que durará su fantasía.
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MI NECESIDAD DE TI No.7️⃣ /SERIE HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceJustin estaba sorprendido, ¿ella era la misma chica que lo había dejado impresionado en aquella ocación?, claro se dio cuenta de que desde entonces se le daba bien tomar lo que no era, suyo. La observo una vez más haciendo su trabajo y una sonrisa s...