MI NECESIDAD DE TI No.7️⃣ /SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 27 CAUTIVA

Justin tenía sentimientos encontrados, Ahora sabía que el haberla llevado a visitar a su abuelo, era lo que había ocasionado el ponerla en la mira de su familia, pero a la vez no podía arrepentirse de haberle dado esa última alegría, el haberla conocido, el que se enterara de que ella era la mujer de su vida y sobre todo el que su partida hubiese estado rodeado por ellos y no sólo, como el tanto temía.

Ahora se preguntaba ¿había valido la pena? Sobre todo para ella que no sabía lo que estaría padeciendo.

*****
Diez días, diez días hacia que ella había desaparecido y aún nada.

_ ¡No lo soporto más! - gritó Justin desesperado. Al escuchar el último informe, no avanzaban absolutamente nada.

_ Estamos trabajando. - dijo Roberth. _parece que todo es en vano, pero en su momento verás el resultado.

_ ¡Y mientras tanto ella estará sufriendo! - gritó fuera de sí. _ no me satisface un "estamos trabajando", ¡No entiendo! - exclamó exasperado. _ Si me quieren a mí, ¿por qué no me contactan y ya?, ¿por qué hacen esto?

_ Ese es su plan. - dijo Gustavo quieren tenerte al límite, para que cuando ellos se pongan en contacto contigo, tu no oponga resistencia, te están doblegando, quieren tenerte en sus manos y que tu no te atrevas a oponer ningún tipo de resistencia.

_ Pues lo están logrando. - dijo él.

_ Aguanta. - dijo Gustavo. _tienes que ser fuerte para Gloria, si tu te derrumbas ¿que le queda a ella?

_Estoy seguro de que ella está esperando en ti. - dijo Roberth

Justin solo asintió. La vida se le iba de solo pensar en como estaría, pero tenían razón, tenía que ser fuerte, el que regresara con bien solo dependía de él.

_ Iré a buscarlos. - dijo decidido. _me presentaré ante ellos, haré lo que me digan, les daré lo que me pidan, lo único que quiero es que la dejen en paz.

_ Tienes que pensar con la cabeza fría. - dijo Roberth. _ ella está a salvo mientras no consigan lo que quieren de ti, una vez que se los des, ni tu vida ni la de ella valdrá nada.

_ Me voy a volver loco. - dijo tomando asiento y cubriendo su rostro con sus manos. Seguro ella espera que yo haga algo y no estoy haciendo nada. No quiero que la lastimen.

_ Justin, siempre has sido un hombre sensato, sabes mantener la calma y tranquilizar a los demás con tus palabras, en los momentos más difíciles, ahora te toca seguir tus propios consejos - dijo Roberth. _ tienes que ser fuerte, fingir ante esa gente, mantenerte calmado, con la cabeza bien fría, si ellos ven tu desesperación, estas perdido,

_Eres tú quien tiene que ganarles en su propio juego. - intervino Gustavo. _tienes que ser inteligente, a ella de nada le sirve un hombre atormentado, capaz de cometer errores por su desesperación. Recuerda todo lo que has aprendido de los hombres de la, sierra, no en vano hemos estado en estos tiempos a su lado, peleando sus batallas, es mucho lo que nos han dejado, así que toma de ellos lo que necesites y adelante.

Justin lo miró como si acabara de salir de un trance, en ese momento supo lo que tenía que hacer,  sabía que tarde o temprano lo contactarían, así que en lugar de estarse atormentado y lamentando se prepararía y lo haría bien.

Gustavo y Roberth se miraron, su amigo había vuelto.

*****
Ese mismo día por la tarde Justin recibió otro golpe, por más que se hiciera el duro, los acontecimientos lo estaban sobrepasando.

La gente de Roberth les había informado que cerca del aeropuerto habían encontrado al médico del tío de Gloria, por desgracia estaba sin vida, curiosamente otro paro cardiaco, antes de que las autoridades lo descubrieran, ellos ya sabían que había sido provocado y también por quienes.

Eso alarmaba a Justin, se daba cuenta con terror de hasta donde eran capaces de llegar por obtener lo que querían y eso no lo ayudaba en su intento de tranquilizarse y ser fuerte, pero seguía en el intento, ella lo merecía.

*****
DÍAS ATRAS.

Gloria se sentía cansada, aún cuando intentaba mantenerse despierta, sus ojos se cerraban, era raro porque ella siempre tenía energía, pero ahora su cuerpo parecía no querer responderle, quizás fuera por el largo viaje, o quizás la bebida que una de las doctoras de su tío le había dado, le había caído mal, no lo sabía pero estaba a punto de sucumbir.

Se acomodó y cerró los ojos, en ese momento eran conducidas en un auto hacia la clínica en donde se llevaría a cabo la operación que su tío necesitaba.

Recordó como esa tarde que llegó a su casa esas dos mujeres ya la esperaban junto con sus tíos, más tarde llego también el médico que lo había estado atendiendo, entre todos le explicaron que por fin habían encontrado un lugar y un donante para el trasplante de corazón que el necesitaba, por eso de la visita de esas dos doctoras, tenían que moverse rápido, su tío era afortunado y aparte de que se le haría la cirugía, el hospital correría con los gastos, así que era una oportunidad que no podía dejarse pasar.

Ella dio gracias de que contaba con cuatro días libres y podía salir con ellos de inmediato.

Entre todos acordaron que como solo podía viajar una persona con el paciente en el transporte que también el hospital había proporcionado, ella aprovecharía para viajar con las doctoras, lo cual le pareció una suerte.

El viaje había, sido agradable, aunque ellas no hubiesen hablado casi en todo el trayecto, pero eso no le importó, ella lo disfrutó igual. Fue ya en el auto y después de que le ofrecieran esa bebida que ella se empezó a sentir cansada.

No supo en que momento llegaron a su destino, ni a donde la habían llevado, sólo recordaba vagamente estar recostada en una cama, no había vuelto a ver a ninguna de las dos mujeres, ni había sabido nada de sus tíos, si habían llegado ya, si la cirugía se había realizado, no sabía si era el mismo día o ya había transcurrido el tiempo, solo sabía que la cabeza le pesaba mucho, que sus movimientos eran torpes y que se sentía tan débil que no era capaz de ponerse de pie, lo único que podía ver era el techo y las paredes de esa habitación, y sentir el frío que atenazaba su cuerpo adolorido.