CAPÍTULO 11 ACUSACIÓN

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Justin permanecía sentado a la mesa, en la terraza del rancho que Damián tenía a las afueras de la ciudad.

A pesar de que se había negado le habían llevado algo de desayunar, había llegado temprano para revisar a Laura, aunque sabía que ella no despertaría pronto, quizás lo hiciera por medio día debido al medicamento que el mismo le había aplicado, pero tenía la esperanza de poder ver a Gloria, de aclarar con ella algunos puntos, se daba cuenta de que se estaba convirtiendo en una obsesión para él, no podía llamarlo de otra forma, esa ansiedad por verla, de saber de ella, de querer intervenir en su vida, aunque no tenía derecho, de llamarla aunque no lo hacía, de protegerla, aunque no necesitara de su protección.

*****
Gloria, descendió por las escaleras, le habían informado que su desayuno estaba servido en la terraza, la verdad es que se moría de hambre, eran pocas las veces en que podía darse el lujo de comer bien, y ahí lo podía hacer.

Cuando salió a la terraza se quedó estática. No esperaba encontrarse con él.

_ Doctor... Buenos días. - dijo por fin.

Él se puso de pie.

_Buenos días. - contestó acomodando su silla para que ella tomará asiento.

_ ¿MI paciente está despierta? - interrogó.

_ No. Aproveché que sigue dormida para desayunar.

El miro el desayuno, era para dos personas, le sirvió a ella y después se sirvió él. Le parecía increíble tenerla junto a él, <<tan cercas y tan lejos>> pensó.

_ ¿Qué te ha parecido la estancia en este lugar? - interrogó

_ Es un lugar muy hermoso. - contestó con timidez. -lo disfrutaría más si fueran otras las circunstancias. - dijo con tristeza.

_ Cierto. - le dio la razón. _ aun así, ella - dijo refiriéndose a Laura. _ tuvo suerte, la mayoría de las personas en su situación, no la libran o terminan muy dañadas, ella se recuperará.

Gloria asintió mirándolo a los ojos, aunque no logró sostener su mirada por mucho tiempo, él la intimidaba, su presencia la intimidaba.

_ Espero que no hayas tenido problemas en tu trabajo, para que te dieran permiso por estos días.

_ En estos momentos no tengo trabajo. - bajó la mirada apenada, no quería, que le preguntara, no quería ahondar en el asunto.

El la miró sorprendido, pero no comentó nada, de hacerlo se delataría y ella se enteraría de que fue él quien ordenó que la contrataran en ese hospital. Pero ahora estaba intrigado, no se imaginaba que podría haberla orillado a dejar ese puesto que cualquiera mataría por tener, ella ni siquiera había tenido que luchar por él, no lo podía creer.

_ Y usted... ¿Solucionó su asunto del otro día? - cambió la conversación esperando no obtener respuesta, eso era algo que a ella no le incumbía.

_ Si. - dijo. _ por cierto, quiero disculparme por haberte dejado así, pero se trataba de una emergencia.

_ ¿Familiar? - preguntó sin pensarlo, pero se arrepintió cuando el rostro de él cambió.

_ Pudiera decirse. - dijo con mirada sombría. _Gustavo y Roberth son mis mejores amigos y prácticamente es la familia, que tengo.

_ Lo siento. - dijo ella deseando que la tierra se la tragara. Había tocado un punto sensible.

_ No... No te preocupes, mi familia vive en Inglaterra, hace años que no los veo y deseo que así sigamos, en realidad prefiero no hablar de ellos. Y tú ¿tienes familia?

_Vivo con mis tíos, aunque no siempre fue así, mis padres están muertos y tampoco me gusta hablar al respecto.

_ Bueno. - sonrió él. _tenemos algo en común.

Ella lo miró, adoraba esa sonrisa y ahora se la dedicaba a ella.

_ No nos gustan nuestras familias. - estuvo de acuerdo.

_ Lo bueno de esto es que podemos hacer causa común. - la miró con intensidad. _podemos apoyarnos mutuamente.

Ella sonrió. Pero no podía contarle la trágica historia de sus padres. Ni la de ella.

*****
Justin miraba a través de la ventana de su despacho en el hospital, sobre el escritorio se hallaba el reporte que había solicitado acerca del despido de Gloria.

El dolor de cabeza se había acentuado a medida que leía el reporte, era tan contundente que no dejaba lugar a duda, sobre todo porque él mismo había sido testigo de lo que ella podía hacer, su pregunta era ¿por qué y para quien había tomado ese medicamento?

Sabía que habían sido benevolentes con ella, por el hecho de que él mismo la había recomendado, ya que de no ser así, lo normal es que hubiese ido a parar a la cárcel y que su título hubiese sido revocado, obviamente no lo habían hecho de esa manera, ya que ella seguía ejerciendo como enfermera, pero sabía que ningún hospital la contrataría debido a que le habían negado la carta de recomendación y cualquiera que llamara pidiendo referencias suyas se enteraría de lo sucedido.

No podía quedarse con eso, necesitaba aclararlo.

*****
_ Necesito hablar contigo. - Gloria había escuchado la voz de Justin a través de su teléfono. Se oía muy serio, pero en general así era él, sin embargo, se preguntaba de que quería hablar y como había conseguido su número.

Después de quedar en un lugar céntrico, ella se dirigió hacia ahí, por ningún motivo deseaba que viera el lugar en donde vivía, la casa casi se caía en pedazos de lo vieja y destartalada que se encontraba, pero ella no podía hacer más y menos sin un empleo fijo, su sueldo íntegro iba a parar a manos de sus tíos para comprar comida para ellos y los medicamentos que él requería. Ella solo conservaba una mínima parte para sobrevivir el día a día.

Hacía unos cinco minutos que había llegado cuando observo un lujoso auto detenerse, Justin descendió del interior, ella se puso de pie para saludarlo, y su sonrisa se quedó en un intento, cuando miró su rostro serio.

_ Hola. - saludo el estrechando su mano.

_ Hola. - contestó sin sostener su mirada. Sabía que algo no estaba bien y se moría de la angustia.

_ Me gustaría ir a un lugar más privado. - sugirió el mirando a su alrededor.

_ De acuerdo. - aceptó.

Justin abrió la puerta del auto para que ella entrara, luego lo rodeó y se acomodó en el asiento del chofer.

Unos minutos después, estaban sentados a la mesa en un café muy elegante.

Ella se sentía cohibida, pero a esa hora de la mañana el lugar se encontraba semivacío y Justin había pedido un reservado en donde prácticamente estaban solos.

_ Te preguntarás . - dijo él sin tanto rodeo, después de que les hubieron llevado su pedido. _ el porqué de esta reunión.

Ella solo asintió.

_ Bien. - dijo él tomando aire, le era difícil tratar el tema por tratarse de ella, quizás con alguien más no hubiese sido tan benevolente. _ seguramente sabes que cuando solicitaron tus servicios en el hospital fue porque fuiste recomendada por alguien.

_ Si. - dijo. ¿Cómo olvidarlo? cuando la aceptaron preguntó, pero nadie supo decirle quién la había recomendado, siempre había deseado darle las gracias y así como nunca supo a quién darle las gracias tampoco supo a quien había decepcionado y dejado en mal ante su despido.

_ Esa persona fui yo. - dijo sin más. _realmente pensé que tenías la posibilidad y que te esforzarías, lo habías hecho bien, hasta que te sorprendieron tomando medicamento controlado.

_ ¡No! - casi gritó. _no me sorprendieron tomando nada. - trato de defenderse, pero su mirada decía que no creía en ella. _ solo me preguntaron si alguna vez había tomado medicamento sin permiso y conteste que sí. - dijo casi al borde del llanto. _eso fue suficiente para que creyeran las mentiras en mi contra y que no se investigara a fondo. Yo jamás haría eso.

_ Estás confesando que tomaste el medicamento. - la miró serio.

MI NECESIDAD DE TI No.7️⃣ /SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora