Capítulo IV

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Lunes 09, marzo

Cat


Después de acabar de ordenar mi nueva habitación a las dos de la madrugada, decidí no dormir ¿Para qué hacerlo y arriesgarse a no despertar tan solo cuatro horas después? Paso la madrugada ordenando mi repertorio de películas en dvd y blu ray. Sin darme cuenta ya queda poco tiempo para salir de aquí a la escuela, pero caigo en la cuenta de que solo estamos a 10 minutos caminando ¡Qué imbécil! Sin embargo, Mi consuelo es haber hecho todo esto, porque estoy con mis cosas listas ya desde la noche anterior. Al salir de la ducha con mi bata de baño morada, decido encender la tele que fue instalada unos días atrás, antes que llegáramos aquí. -Sí, mi padre tenía planeado ya tener señal televisiva- Aparece el noticiero que siempre inicia a las seis de la mañana, anunciando la cancelación de un programa de reallity show -que a mi parecer era bastante malo para ponerlo al aire en horario familiar- Me quedé paralizada ante tal decisión del canal, juraría que jamás en la vida sacarían el programa con más raiting de la televisión peruana. Abro mi puerta de una patada para que se me escuche en toda la casa.
—¡Anto! ¡Tienes que ver esto! - Digo casi rugiendo. El sueño se me ha ido. Anto sale del baño con el cepillo de dientes y me hace una seña antes de irse a escupir la pasta dental y venir corriendo. Ella mira el titular del noticiero y luego a mí, también se queda perpleja.

—¿Estás fregando? No, esto debe ser una conspiración del estado o algo por el estilo para levantar y distraer a las masas para tapar alguna de sus mierdas. No puede ser que de manera repentina hayan decidido retirar el programa basura que más llenaba sus bolsillos de la noche a la mañana, simplemente no me lo creo...-Ya entró en desesperación, otra vez.- Aunque debo admitir que es fantástico que al fin dejen de matar las neuronas de la juventud.

Antes de que Anto pudiese terminar su dramático discurso, escuchamos un grito de emoción que viene desde afuera. Nos asomamos por la ventana y vemos a Nicolás gritando victorioso "BIEN CONCHESUMADRE" mientras mira la tele. Su reacción es única: se quita la camiseta del pijama por encima de la cabeza y la agita en el aire mientras da un salto en la cama. Al ver esto, Anto y yo nos partimos de risa ¡Qué mañana tan placentera! No lo digo por el vecino, en lo absoluto.

—Cat, hoy te toca comprar el pan -entra mi padre con una sonrisa.

—Oh no, claro que no. Anto ya me preparó ensalada de frutas -Le respondo sarcásticamente, porque en realidad ella no me ha hecho nada.

Lo hago a un lado y bajo corriendo las escaleras. Al llegar a la cocina, cojo un plátano del frutero y salgo de casa, sin Anto. Luego de alejarme de casa unos cuantos metros, no puedo evitar mirar hacia la ventana de enfrente ¿Seguirá así de alegre por la noticia? Nico estuvo muy eufórico hace un rato, aunque a simple vista aparente ser tranquilo. Esta será mi excusa para hablarle la próxima vez que lo vea...claro, porque nunca está de más conocer gente nueva. Sí, eso. Estoy sumida en mis pensamientos cuando de repente, escucho a lo lejos a Anto llamándome mientras corre hacia mí.

—¡Gracias por dejarme sola con el señor de los panes! Encima ya habíamos quedado para venir juntas a la escuela. -Me reclama Anto muy agitada y al parecer indignada también.

—Lo sé, perdóname. Tenía que salir de esa situación como sea ¿Pero sabes qué fue lo mejor?

—¿El vecino gritando como un loco? -se ríe. Debe estar muy loca para creer que a eso me estaba refiriendo.

—¿Bromeas? ¡Hablo de la cancelación del programa! Esa cosa parecía no tener fin con tanta gente atenta a su farándula y a sus supuestos dramas personales -digo haciendo comillas con los dedos.

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