Capítulo XXVII: Hard Party Pt.3

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Viernes 27, Marzo

Anto

—Oye, eso se ve buenísimo ¡Gracias! -digo mientras Joan nos entrega a mí y a Jesse nuestras bebidas, que tienen un color morado medio azulino.

—Disfrútenlas y llamen a los demás para que recojan las suyas.

—Están todos en la piscina -responde Jesse y se encoge de hombros.

Jalo a Jesse hasta la zona de la piscina para avisarle a los chicos de las bebidas que nos hizo Joan, muy aparte de las que se encuentran en la mesa y son para todos.

—¡Lu! ¡Llama a Gianfranco!- les grito desde el borde de la piscina mientras les señalo mi vaso para indicarle que debe salir por el suyo.

—¡Ahí vamos! -me responde con emoción

Se nota que ya ha estado bebiendo...dentro de la piscina.

—¿Se te antoja darte un chapuzón? -me pregunta Jesse

—Sería genial, pero no me avisaron de la piscina así que no tengo cómo meterme.

—En ropa interior, nadie te dirá nada por eso. Todos están tomando como locos.

—Sueñas si crees que me voy a desvestir frente a ti.

—Bueno, las princesas dicen que los sueños se hacen realidad ¿No?

—¿Estás borracho o simplemente eres muy idiota?- le respondo con fastidio

—¡Para nada! Si tú has estado conmigo y sabes que no tomé ninguna gota de alcohol antes de este vaso -se queda pensativo- Aunque habrían estado geniales unas previas.

—Entonces eres un idiota- La verdad no tendría problema alguno en saltar en ropa interior pero se trata de Jesse y sé que es un pervertido de primera.

—Y... ¿Qué tanto te gustan los idiotas? -me sorprende con su pregunta.

—Lo suficiente como para cogérmelos una sola vez y luego olvidarlos- no sé de dónde mierda salió esa respuesta- Ya sabes, un poco de su propia medicina.
—¡Qué inteligente es esta mujer! -grita él y yo me parto de risa

Luego de acabar la discusión con Jesse, me dirijo a la mesa más cercana para dejar nuestros vasos vacíos. Rato después, decidimos que un vaso más no sería mala idea; así que con más alcohol en nuestro poder, nos dirigimos de vuelta a dónde estábamos antes.

En cuanto me acerco a Jesse, siento unas pequeñas manos con uñas largas en mi espalda, oigo a Jesse gritar "¡No!" al momento que estoy por caer de bruces al agua. Carajo.

—¡PUTAMADRE!- grité.

Si mi celular no fuese a prueba de agua ya estaría ahogando a la persona que me empujó. Al ponerme de pie en la piscina, escucho una carcajada que me hace voltear al instante.

—¿Qué tal está el agua? -se parte de risa Lu

—¡Debe estar buenísima! -grita Jesse mientras se saca la camiseta y el pantalón, quedando solamente en bóxer, al instante se tira a la piscina junto a mí.

—De verdad están locos, no quería entrar así -digo sacando mi teléfono del bolsillo de la falda, que por suerte esto no le afectará nada.

—Ay, pero no es para tanto- responde Luciana- La ropa se seca ¡Diviértete!

—Eso creo... -no puedo evitar sentirme algo triste por mi outfit, que realmente estaba lindo.

Jesse le dice a uno de sus compañeros que ponga mi teléfono en mi bolso, que está en uno de los muebles de la sala.

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