Solo un Juego de Niñas

Capítulo XXIV

Viernes 27, Marzo

Anto

Me levanté muy temprano, literalmente antes de que salga el sol ¿El motivo? Hoy es el cumpleaños de Cat y quiero tener todo listo para cuando ella despierte. Tengo planeado

hacerle un super desayuno con todo y decoración. Comienzo a inflar los globos que pondré en el comedor, pienso decorar toda la pared con banderines y globos en los costados. Gracias al cielo Cat tiene sueño pesado y no se despertará mientras me encargo de decorar la sala. Al cabo de una hora ya me encuentro preparando el desayuno. Hice mini-panqueques con frutas bañadas en miel, además de eso, tambien hice tostadas francesas con huevo revuelto y tocino. Antes de servir los platos en la mesa, exprimo las naranjas necesarias para poder hacer al menos una jarra de jugo. Dejo todo servido y corro a darme una ducha antes de despertar a Cat, me emociona mucho ver su expresión cuando vea todo lo que he preparado, dieciséis años juntas es algo que sin duda alguna debe celebrarse.

Cat

Desperté muy extraña, es algo bastante raro que sienta que mi rostro cambia todos los años, pero al día siguiente todo vuelve a ser igual. Me queda un año menos de vida, Genial. Me lavo la cara antes de bajar a desayunar.

Dentro de todo, la semana ha estado tranquila, porque Mariana no ha estado y por alguna razón, Lupe no ha vuelto a acercarse a mí ni a Anto. Decidí no decirle nada, solo necesitaba que se alejara. Agradezco que no haya sido el colmo de hipócrita para seguir hablándome.

No puedo seguir pensando en esto, por lo que está ante mis ojos. Es hermoso ¿Dónde está Anto? solo quiero darle mil gracias por ser lo mejor que me pasó, y por esto, obvio.

—¡Feliz cumpleaños! -me asusta Anto, colgándose detrás mío.

—¡Maldita sea! ¡Gracias! Aunque casi me da un infarto -me volteo y le doy un largo abrazo

Mi padre se aparece en medio del abrazo con una enorme caja que parece muy pesada.

Lo ayudamos al instante luego de saludarme por mi cumple, me quise apresurar a abrirlo, pero me detuvo.

—Esto lo abres cuando llegues de la escuela ¡Ahora desayuna!

Me siento en el comedor, bastante alegre y agradecida con mi pequeña familia. Todo está muy delicioso y la verdad no quisiera ir a la escuela para servirme doble ración de todo, aunque eso ya sería un abuso. Mejor no.

Al llegar a la escuela con el estómago lleno, toda la clase se dignó a saludarme por más que unos días atrás me hayan estado mirando bastante extraño, gracias a que Mariana se fue por unos días, el rumor se calmó. Supongo que todos habrán deducido la verdad en cuanto fue suspendida, porque un chico me dijo que se enteró que todo fue inventado por la loca de Mariana -influenciada, por Lupe, claro- pero me abstengo de soltar la verdad.

—¡Cat! Feliz cumpleaños, linda -me abraza Daniel. Luego de agradecerle, me sonrojo al ver quién está detrás de él y no sé cómo reaccionar en esta situación. Por favor, pellizquenme.

—Hola...-le digo, rascando mi cabeza de manera nerviosa.

—Cat...-me toma por la nuca y me acerca a él- feliz cumpleaños, tenemos una propuesta para ti. -termina diciendo, luego de darme el mejor beso que recibí hoy. Mierda.

—¿Tenemos quiénes qué? -levanto una ceja- ¿De qué se trata?

—Jesse y yo pensamos que tal vez te gustaría hacer una hard party así que ya tenemos el local para hacerlo. No te preocupes por los gastos, no pondrás ni un centavo.