Capítulo XX

9 3 0
                                    


Viernes 20, Marzo.

Cat

Lupe y yo bajamos a la sala antes que Luciana y Anto terminen de hablar, supongo que Lupe pensará que son cosas entre ellas. No puedo creer que Jesse sea tan maldito. Río para mis adentros.

—¿Cómo quieres la pizza? -le pregunto a Lupe

—Americana o de Pepperoni está bien -responde muy seca. Ni me mira.

Llamo a la pizzería y me avisan que el pedido llegaría en menos de una hora. Resoplo, no se me antojaba comer tanta fruta o verdura hoy.

—¿Cómo es que tragas tanto y te mantienes? -me sorprende Lupe con su pregunta.

—Bueno...no considero estar en forma. Solo consumo estas grasas cuando Anto no está o no controla lo que como. Así que son muy pocas las veces que lo hago.

—Ah, entonces si no fuera por Anto, tu trasero sería mucho más grande pero por gorda ¿No?

—Uhmm, eso creo. -respondo muy incómoda.

—Ya tienes todo, solo te falta ejercitar.

Eso fue muy ofensivo ¿Me llamó gorda? No lo estoy, eso creo. Si no tuviese tanto pecho y caderas, supongo que estaría "delgada" para Lupe.

Después de esto, ella y yo permanecimos en silencio, incómodamente. Menos mal cada una está en su teléfono y no tengo por qué ganarme otro mal comentario de parte suya.

—¡Chicas! Tocaron el timbre ¿No escucharon? -se queja Luciana y baja a abrir la puerta

—¡Eso! -exclama Lu- Chicas, miren lo sexy que es el repartidor de pizza.

Anto también baja las escaleras y nos aproximamos a la puerta.

—¿Qué hacen, chicas? -nos saluda Gianfranco

Luego de hacer que pasara, Luciana le insistió que se quedara a comer la pizza y a ver una película. Escogieron una de terror -lo cual es muy típico en gente de mi edad- estoy segura que precisamente escogen ese género, para tener la excusa de estar pegados todos entre sí y que pase lo que tenga que pasar. Al cabo de dos horas, la película llegó a su final.

Ahora sí. Joder. Me asusté mucho, no creo que pueda dormir. Luciana y Lupe se abrazaron fuerte de Gianfranco durante esas dos horas, en cambio yo estuve abrazando una almohada y agarrándome del brazo de Anto ¡Demonios! Casi me da un infarto. Por más que ciertos filmes de este género me parezcan buenos -en el sentido de interesantes- esto solo hizo que quiera ir al baño.

—¿Ya van a subir a dormir? -dice Gianfranco

—¿Quién chucha va a poder dormir después de esta huevada? -reclama Anto, muy alterada.

—Yo estoy super tranquila- dice Lupe.

Gracias huevona, pero en serio me llega altamente.

Todas nos despedimos de Gianfranco antes de subir al cuarto de Luciana, donde tenía dos colchones. En la cama iba ella y Lupe, nosotras en los colchones. Aún así, son muy cómodos.

Me pasé media hora mirando al techo y pensando en todo lo que vi en la peli, es una tortura. Todas están en un sueño profundo menos yo, odio esto. No quiero revisar mi teléfono o sino despertaré más, luego de unos minutos siento que estoy a punto de dormirme, pero las imágenes siguen ahí. Finalmente logré conciliar el sueño, pero sigo traumada.

Sábado 21, Marzo (Madrugada)

—Cat ¿Te sucede algo?

—No, Lu. Es sólo que...me ha dado insomnio.

—Te traeré fruta y un té para que puedas dormirte ¿Si?

—Vale, gracias Lu...

Mientras Lu va a la cocina me apresuro a encender todas las luces que sea posible. Joder, en serio no sé cómo accedí a ver esa pinche película de terror. Me miro en el espejo durante unos segundos y escucho a Lu entrar nuevamente en la habitación. ¡Wouh, que rápida! Estoy a punto de volver a la habitación, pero antes de poder mover alguna parte de mi cuerpo, todas las luces del lugar se apagan.

¿Qué carajos? Siento un escalofrío en todo el cuerpo y pongo mis sentidos alerta, sin embargo, cuando intento caminar, mis piernas no responden.

Entro en desesperación al notar que no puedo ver absolutamente nada, todo está muy oscuro.

Algo muy malo está pasando.

Escucho a Lu soltar una pequeña risa y antes de poder preguntar qué es lo que le causa tanta gracia, un grito desgarrador llega a mis oídos... ¿Anto?

Llego al borde del colchón con mucho esfuerzo y me tumbo en él para llegar cerca a ella, pero sigo sin ver nada.

Instantes después, veo una silueta en la oscuridad gateando hacia mí, pero a medio camino se desvía a donde está sentada Anto. Estiro mis brazos para poder encontrarla, finalmente logro alcanzar sus hombros.

Está temblando. Joder.

—Anto ¿Estás bien? ¿También viste eso?

En eso, veo que Luciana se lanza hacia nosotras y me la arrebata de los brazos. Antonella vuelve a gritar de la sorpresa, sus ojos están hinchadisimos y rojos. La luz de la luna llena que viene de la ventana, ha esclarecido todo el panorama, y es horrible. Segundos después, intento gritar con todas mis fuerzas, pero no suena nada. Quiero sacarla de ahí, pero ya sería muy tarde, porque Luciana ha empezado a apuñalar a Anto con el cuchillo de cocina que acaba de traer.

Estoy tratando de llegar a ella, pero cuando intento moverme siento que me jalan al vacío con fuerza y una presión en el pecho hace que comience a faltarme el aire, lucho con todo lo que tengo para liberarme pero es inútil, mis músculos no responden y solo puedo llorar en silencio. Carajo.

Veo a Luciana que continúa apuñalando a mi hermana y hay demasiada sangre en el colchón. "Por favor, para" pienso.

Es la peor sensación del mundo saber que no puedes hacer nada al respecto.

Nuevamente intento moverme, pero siento unas cadenas a mi alrededor, alguien más me tiene atada y me están torturando. Una vez que mi hermana dejó de moverse, supe que ya no había marcha atrás. La mataron en mi puta cara.

Entonces, veo a Luciana reírse de manera histérica mientras se le salían las lágrimas ¿Ahora es mi turno? No lo sé. Solo la vi lamer el cuchillo, pero eso era lo menos perturbador. Quería lanzarme a llorar sobre el cuerpo ensangrentado de Anto, pero seguía inmovilizada.

La putamadre.

—¡Cat! Te pregunté si deseas fruta -me repite Luciana.

—Sí, te acompaño. Antes déjame ir al baño a mojarme la cara. Tuve...una pesadilla y no podía despertar por más que quisiera -dije temblando.

—Ah, se te subió el muerto -se ríe ella- pobrecita. Te espero abajo ¿Si?

—De acuerdo, ya voy.

Me levanto y me coloco las sandalias para dirigirme al baño, en eso, escucho unos jadeos que me dejan muy extrañada. La puerta no se encuentra cerrada del todo, así que me acerco a ver qué sucede. La imagen me deja aún más traumada que mi pesadilla, Lupe se encuentra recostada en la bañera con las piernas abiertas de par en par mientras frota un cepillo de dientes electrónico sobre su clítoris, con la mano que tiene libre amasa uno de sus senos como si fuese una pelota antiestrés. Joder, me quedo mirando la escena boquiabierta durante 10 segundos o tal vez más, no sé porqué estoy paralizada mirando esto ¿Debería irme ya? Unos largos segundos después, salgo de mi shock al escucharla soltar un gemido aún más fuerte que los anteriores y corro fuera de la habitación para no ser descubierta. Justo cuando estoy por salir de la habitación, escucho a Luciana subir las escaleras y voy a su encuentro.

—Ya no es necesario que bajes, te traje todo. -me sonríe Lu. 

Solo un Juego de NiñasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora