Viernes 13, marzo
Cat
Repito la escena en mi cabeza una vez más. La ventana polarizada bajó lentamente...como en las películas. Joan parece mayor que nosotros, le pongo veinte años o por ahí ¿De dónde lo conocerán? No tengo idea, por el momento solo sé que es amigo de Jesse y Nico...y que está muy guapo.
—Joan, ellas son nuestras vecinas y amigas de la escuela. Cat y Anto. -Joan nos mira y asiente para saludarnos- Chicas, suban -dice Jesse y nos abre la puerta. Nico se va directo al asiento del copiloto y abraza a Joan.
—¿Dónde queda la casa de su amiga? -nos pregunta él.
—Ya te pasé su dirección. Llegar a casa de Luciana es fácil. -responde Nico, y Joan pone la dirección de ella en su teléfono.
—Has traído el trago ¿No? -Le dice Jesse a Joan, que está muy serio.
—Sí, está junto al paquete en la maletera.
¿Paquete? ¿Qué demonios con este sujeto? ¿Acaso es narcotraficante? Y hablando de eso, ¿Cómo diablos sus padres le pudieron comprar un auto así? Bueno, hay gente que se pone a trabajar apenas termina la escuela, pero ni con el sueldo mínimo por cinco años podrías comprar un carro. Ojalá mi padre alguna vez haga una inversión así de grande para mí...tal vez cuando esté en la universidad. Aunque más práctico sería una moto, con dos asientos bastaría para que Anto y yo vayamos juntas a donde sea. Después de divagar acerca de autos y motos, miro hacia el espejo retrovisor y los ojos de Joan se encuentran con los míos. Su mirada es profunda y sus cejas son muy pobladas. Me asusté por unos instantes porque no parece muy amigable de primera impresión, aún así espero no sentirme incómoda cuando lleguemos y tengamos que pasar toda la fiesta juntos Pero... ¿Por qué lo estaríamos? Dejo de mirar el recorrido y volteo a mi derecha ¡Fantástico! Jesse tiene el brazo por detrás de Anto y la mano en su hombro. Al parecer están viendo memes, porque se están riendo juntos. En eso, ella se recuesta en el pecho de él. Pongo cara de desagrado y decido mirar a otro lado. Cuando miro hacia el frente, veo que Joan y Nico están tomados de la mano encima de la palanca de cambios, pero que Nicolás la retira rápidamente ¡Qué carajos! Al instante Joan lo mira y se quedan paralizados ¡Tensión sexual! Menos mal el semáforo está en rojo, de lo contrario ya estaríamos muertos ¿Soy el mal tercio aquí? Encima me lo pregunto, qué imbécil me siento.
—¡Llegamos! -dice Jesse con entusiasmo. Sale rápido del auto y va corriendo hacia la maletera. Obviamente por el trago. Anto salió detrás de él y yo me quedé impactada, no podía salir del auto, no me preparé psicológicamente para esto. En eso, Joan me abre la puerta y me extiende la mano para salir.
—Vamos, gatito. -se ríe Joan.
—¿Gatito? ¿Es acaso por...? Ah, claro. En realidad, mi nombre es Catalina, pero mis amigos y familiares me llaman Cat.
—¿No puedo ser tu amigo? Como fuese, para mí eres gatito.
Esto es algo extraño, nadie me llamó así por la abreviatura de mi nombre. En primaria me jodían a veces con "gato en inglés" pero nunca en diminutivo.
—Hey ¿Todo en orden? -me salva Anto- Ya está Luciana en la puerta esperándonos.
—Sí, vamos. -La agarré del brazo y salí de esa situación sin mirar nuevamente a Joan.
Nos dirigimos hacia la puerta y saludamos a Lu, cuando entramos a su casa la vibra de una gran fiesta ya estaba en el aire. Habían luces de colores y una mesa llena de trago, incluso pude sentir el olor del tabaco. La música estaba sonando muy fuerte y el grupo estaba reunido en un círculo, parece que fuimos los últimos en llegar. Anto y yo seguimos a Luciana para saludar a los demás. Detrás nuestro viene Joan con Nicolás, ya no hay rastro alguno de la tensión que sentí en el auto, la compañía de Anto me tranquilizó muchísimo.
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Solo un Juego de Niñas
Random-Ya no tenemos a nadie más ¿No? -se rió Cat -Como siempre, tú y yo contra el mundo... y es mejor así a decir verdad. ... Anto y Cat se mudaron de un lugar en el que vivieron las cosas más tristes de su infancia y de toda su vida. Con la esperanza d...