Solo un Juego de Niñas

Capítulo V

Lunes 09, marzo

Anto

Esto es exactamente por lo que no quería pasar. La chica de la voz chillona es claramente una persona más que se deja guiar por lo que dicen las masas. Antes que el profesor pudiese ponerla en su lugar, le aclaro mi posición con todo el respeto que se supone que debe haber en un salón de clase, por más que me haya sacado de mis casillas con lo que dijo.

—¿Afeminados? ¿Sin talento? ¿Acaso tu eres capaz de lograr bailar una coreografía entera y cantar al mismo tiempo sin escupir un pulmón? Por la cara que acabas de poner supongo que no, sin embargo aún así los juzgas porque quieres sonar "cool"y encajar en un grupo social, como fuese, por cierto el k-pop es más que bandas masculinas deberías culturizarte un poco. -Espero no haber sonado demasiado intensa.

—¡Muy bien! Así se responde, aunque debemos tener en cuenta que es indispensable que haya respeto mutuo en todo momento ¿Quedó claro, Lupe? -dice el profesor fijando la mirada en esa chica tan desagradable.

—Sí, profesor. Disculpe.

—Responder con asertividad es de las mejores estrategias para detener el bullying. -se dirige a todos nosotros- Así que si tienes una buena respuesta para defenderte, no dudes en decirla. -empieza a caminar por todo el salón con las manos cruzadas detrás de la espalda- Ahora, en caso de que no la tengas en ese instante, demórate. Tarda todo lo que tengas que tardar. No importa si no contestas en dos horas o hasta tres días después, lo importante es que lo digas...y cuando lo hagas, celebra. Celebra como si hubieses ganado una batalla de rap y todos te hayan aplaudido. Solo no se queden callados, pidan ayuda. Muchas gracias Antonella, por tu presentación.

Por primera vez en mi vida, conozco a un profesor tan inteligente e incluso divertido. Sin duda será un buen tutor y no desearé empujarlo por las escaleras, no es como si hubiese pasado antes. Él le hace una seña a Cat para que se levante y se presente ante la clase.

—Hola chicos y...profesor. Mi nombre es Catalina Jensen, pero me pueden decir Cat. Aunque sé que a ninguno de ustedes les interesa mi vida, de todas maneras les diré un par de cosas sobre mí...-Cat se detiene porque no podemos evitar reír ante su comentario, incluso el profesor se ríe- Tengo 15 años y en unas semanas cumpliré 16. Me gusta mucho comer a cualquier hora del día y hasta puede que coma en clases de vez en cuando. Mi banda favorita es de The Strokes y en mis tiempos libres veo películas y las analizo a fondo. Amo el cine.

—Ok, gracias por esa advertencia acerca de su hambre insaciable.

Nuevamente todo el salón se ríe y aplauden antes de que el profesor pase a los siguientes alumnos. Al finalizar la presentación, procede a pasar lista.

—¿Nicolás Ramírez? ¿No vino? -Los que ya lo conocen, responden que no. Cat y yo nos miramos extrañadas, puesto que esta mañana lo vimos alistándose para venir.

Luego de que el tutor se fuera, llegó el profesor de matemáticas -el cual era realmente aburrido, sin mencionar que no me gustan para nada las matemáticas- estuvimos cerca de dos horas con él antes de salir al recreo. Le propuse a Cat buscar a Jesse para preguntarle qué pasó con Nico. De camino, lo encontramos regresando del baño y nos saluda amablemente con un beso en la mejilla.

—¡Jesse! ¿Sabes porqué no vino Nicolás? -dijo Cat muy apresurada.

—¡Demonios! Me dijo que sí vendría, pero bueno...eso explica por qué no quiso llegar conmigo al colegio. -Jesse se pasa la mano por el cabello y se encoge de hombros. Ese gesto me deja embobada durante unos segundos, pero Cat me da un codazo y reacciono rápido.