14. Aún más profundo...

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Las profundidades de los recuerdos de Diana parecían no tener fin. Berkana se había perdido en la contemplación de solo un par de ellos y había abarcado varios miles de años de historia del universo. El Espíritu de Diana era viejo, demasiado viejo, más antiguo que el propio universo. Tenía cientos de billones de años de antigüedad y estaba imbricado de tantas memorias que era casi imposible diferenciar entre una era y la otra. Había tenido miles de vidas en incontables universos, repitiendo el ciclo de encarnaciones innumerables veces en planetas iguales y similares a la Tierra de la Cuarta Vertical. Ella misma existía en múltiples universos viviendo un sinfín de vidas paralelas. Y todo el karma de la vida lo había aceptado únicamente para rescatar a quien ella amaba, a su Pareja Original. Finalmente Berkana entendía qué clase de nexo unía a Diana con Alan y Rodrigo. Pero eso no era todo.

Varias de las memorias de sangre de Diana tenían la presencia de alguno de los dos lobos gemelos, Vairon o Lycanon. En algunas vidas Diana y Alan habían sido amantes mientras, en otras, como en la actual, los amantes fueron Diana y Rodrigo. Ella siempre hubo alternado, danzando entre ambos pues los dos lobos fueron siempre el mismo. Pero son un Espíritu partido en dos mitades por una magia tan maldita como la empleada para causar la encarnación en la materia. Fueron pocas las ocasiones en las que los tres se reunieron para vivir juntos una encarnación y cuando aquello ocurrió, fue infernalmente doloroso para los tres. Mientras Berkana y María seguían internándose en el Espíritu de Diana, inescrutables memorias resonaban en el interior de la leviatán, inundando su ser de sensaciones y sentimientos misteriosos.

Entonces, cuando parecía que la inmersión estaba próxima a su final, un recuerdo muy intenso penetró la mente de Berkana con desesperación. María la miró de reojo y tomó su mano para que no se perdiera durante el viaje.

Señora María... —dijo Berkana con la voz débil por el estremecimiento.

Tranquila, son recuerdos de mi hija, no les temas.

Pero son muy dolorosos, me lastiman más que los ataques de un arcángel.

Es el dolor que mi hija estuvo conteniendo en su ser todo este tiempo, Berkana. Porque estás en ella es que también tú lo puedes sentir, pero es ahora cuando debes ser más fuerte. Ya casi hemos llegado hasta donde ella está y debes estar lista para enfrentar el reto más difícil. Mi Diana no te dejará llevártela tan fácilmente.

Las palabras de María habían alarmado a Berkana, pero sus años de entrenamiento con Arika de Turdes le habían enseñado a mantener el temple en los peores momentos. Finalmente limpió su mente de todo pensamiento y los recuerdos de Diana volvieron a proyectarse en su mente.

El Arco De Artemisa© - Tercer Episodio, Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora