78. La carta de Rodrigo...

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La Paz, Bolivia. 13 de noviembre del 2005.

Querido Gaburah:

Los años han pasado y finalmente veo posible nuestro reencuentro. Debo decirte que ya no soy la misma persona que has conocido años atrás. Soy un sujeto distinto, mucho más orientado. He logrado vislumbrar las barreras de esta efímera existencia llamada "Vida". Y su escenario, la "Realidad Realmente Material".

Supongo que estarás sorprendido de haberme hallado en una clínica para locos. Déjame decirte que no estoy tan loco como piensas. Sucede que hay muchas cosas que no sabes y que debes enterarte.

En primer lugar debo decirte el origen de esta caja. Verás que en ella hay muchas cosas, objetos personales de seres que has querido mucho. Hay varios objetos de nuestra Diana. Sabía perfectamente que la amabas amado demasiado. Te debo una disculpa, primo. A sabiendas que estabas enamorado de ella, decidí hacer ojos ciegos, oídos sordos, y continuar mi maravillosa vida de felicidad a su lado, aún ignorando lo que estabas sintiendo. Perdón por eso. A decir verdad, no espero que me perdones, pero al menos quiero compensarte un poco por todo el daño que te hice.

Verás tres policopiados en esta caja. Originalmente pertenecieron a la Diana, son algunas de sus últimas memorias antes de convertirse en... Centinela (no preguntes qué es eso, lo sabrás en los policopiados). Lo cierto es que hice varias modificaciones a los policopiados originales para tratar de ayudarte a comprender lo que ocurrió con nosotros. Te será difícil, casi imposible de creer, lo sé; pero así ocurrieron las cosas. Te lo juro por la Virgen.

También hallarás los diarios de los chicos, del Gabriel, de la Rocío, del Oscar, la Joisy y todos los demás. Toda información de esta caja ha sido reunida para lograr que nuestros amigos, nuestras historias, se perpetúen de alguna forma y lleguen a los Espíritus que las necesiten. La razón por la que quiero que escribas una novela con estos materiales es para que liberes a todos los Espíritus que hemos quedado encerrados dentro de este sueño. Gaburah, te dije que un sueño que no termina se vuelve triste tarde o temprano. Supongo que ya es hora de decirte que tú eres parte de ese sueño, tanto como yo lo soy.

Ambos estamos atrapados en algo llamado: Sueño de Amatista. Quizás ahora no entiendas de qué te estoy hablando, pero cuando termines de hilvanar los hilos del primer policopiado, te garantizo que lo comprenderás todo.

Me gustaría decirte que no va doler, pero no te voy a mentir. Tienes que estar listo para sentir un dolor como no creías posible. Es parte del proceso llamado "despertar". Cuando entiendas quién es en realidad la Diana y quién soy yo, habrás llegado a la raíz, al "soñante". Eso fue lo que aprendí con mi amigo, el Dr. Siegnagel. Y hablando de él. Te dejé un texto también muy importante. Es tu bote salvavidas. Si lo pierdes, estás muerto. Titula: "El Misterio de Belicena Villca". Si quieres sobrevivir a las "Visiones de un Sueño de Amatista", te recomiendo leer muy bien a Belicena Villca, su carta y los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea. Si no te haces capaz de asimilar esa sabiduría, no resistirás el despertar del sueño.

Antes de terminar, déjame decirte que entiendo perfectamente lo que se siente ser la sombra de alguien más. El Alan y yo hemos sido sombras mutuas durante casi todas nuestras vidas. Y tú, Gaburah, eres también una sombra más, una sombra mía. Dime, primo, ¿crees que en verdad existes? ¿Alguna vez te has imaginado que en realidad no existes y no eres más que el sueño de alguien más? Sí, del Demiurgo. Pero. ¿Y qué si estuvieras en el sueño de un sueño? Tendrás muchas dudas cuando todo esto termine, Gaburah; pero si logras hacer que tu vida lo valga, por muy corta e insoportable que sea, habrás cerrado el ciclo del karma que nos tiene encerrados a ambos.

Te pediré un último favor. No quiero que le digas a nadie de la familia que estoy enfermo. Te lo ruego. No quiero preocupar a nadie. Seguramente a estas alturas ya te habrás encontrado con mi mamá. Oh, mi mamá. Dile que la amo con todas mis fuerzas y que esté tranquila, que yo voy rumbo al Origen. Solo mantén en secreto nuestro encuentro. Y sobre la Diana, no te preocupes, Gaburah. Ella está donde tiene que estar y aún te recuerda. Lo cierto es que fuimos nobles, alegres, descarados, fuertes, diferentes; fuimos amados. Nuestro tiempo quizás ha llegado a su final, pero una nueva generación seguirá revelando lo que nosotros descubrimos, hicimos y construimos. Al final, no hay nada en el mundo que merezca ser rescatado, excepto la verdad. Después de todo, lo que hagamos en esta vida resonará en la eternidad y para siempre.

Estoy dejando en el dorso de esta carta, un mapa. Va a un lugar cerca del Illimani, se llama "Puesto de Vigilancia Permanente al Camino de los Dioses". Allí encontrarás todas las respuestas que necesites. Verás a unos soldados cuando vayas (si es que decides ir). Cuando te pidan que te identifiques, solo diles que vienes de parte de Lycanon. Ellos te dejarán entrar.

Bien, no tengo mucho más para decirte, estimado Gaburah. Solo darte una pista que te lleve a la raíz. Investiga bien cómo te llamas realmente. Descubre tu verdadero nombre y habrás encontrado la puerta de salida.

Eso es todo. No olvides que yo siempre estoy contigo y estaré protegiéndote.

Tu primo.

Rodrigo Torrico Michelle.

El Arco De Artemisa© - Tercer Episodio, Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora