17

10.4K 1.1K 92
                                    

Isabella:

Tener un corazón roto es horrible.

Pero no imagine que el dolor fuera tan insoportable, como si tuvieras un incendio dentro de ti, como si te quemaras e hicieras lo que hicieras esas llamas no se apagaran.

Mi pecho ahora mismo ardía de dolor.

—Déjanos solos. —Pido y me giro hacia Adán. —¿Podrías esperarme unos minutos afuera, Adán?

Adán no agrega nada y sale de la casa, me quedo a solas con Ben, quien ahora tiene lágrimas en los ojos.

La pregunta es simple y directa, solo necesito una respuesta.

—¿Desde cuándo me engañas, Ben?

—Ya lo dije, Isa, no te he engañado.

Sonrio. —¿Entonces como...?

—Cuando nos separamos.

Abro los ojos.

—Cuando terminamos, así como tú te acostaste con Adán, yo estaba cansado y los chicos en la oficina me llevaron a...

Lo observo tragar.

—A un prostíbulo.

Un nudo se forma en mi garganta.

—Estaba ebrio y ... me acosté con una prostituta. No recuerdo si me cuide o no, pero yo jamás, jamás te he engañado, Isa.

Le creo, pero eso no quita lo que ha hecho.

—Todos estos dos años juntos, podrás culparme de no defenderte frente a mi madre, pero jamás de una infidelidad.

—¿Se supone que debo sentirme mejor con eso?

—Isa.

—No, no me siento mejor, porque esto es mucho peor.. Tu aun sabiendo que estabas enfermo, has seguido acostándote conmigo.

Ben se queda helado.

—No hace falta que lo niegues, es muy obvio. —Le recuerdo y a mi misma. —¿Es por eso que no querías una jodida mamada o estos últimos días se te dio por usar un condón?

—Isa...

—¿Por qué? ¿Para qué no notara las heridas en tu pito?

Su mirada lo dice todo y el dolor me corta la respiración.

—¿Cómo has podido hacerme esto?

—Pero no te engañe, Isabella. Yo... me equivoque, me sentí culpable por haberme acostado con alguien más, por muy separados que estuviéramos, sentí culpa y es por eso que compre...

Él se detiene y un nuevo dolor me consume.

—¿Y por eso qué?. —Mis ojos vuelven a humedecerse. —¿Por eso me has pedido matrimonio, Ben?

Los labios de Ben se separan, yo niego y le doy la espalda.

No puedo creerlo.

¿Por qué me está pasando esto?

—Ha sido culpa... —Me vuelvo hacia él, aunque no pueda parar mi llanto. —Por culpa me has pedido matrimonio, no porque tuvieras la intención de enfrentar a tu madre ¿Al menos la tuviste, Ben?

Ben niega con la cabeza. —Isa...

—Es claro que no. ¡Solo me has pedido que me case contigo porque te cogiste a una prostituta!

—Te pedí que te casaras conmigo porque te amo.

—Claro que no y hubiera preferido que no me lo pidieras, pero mira lo que has hecho. Me has lastimado mucho más. ¡Esto no es amor, Ben!

—Isabella, por favor.

—Has buscado corregirte pidiéndome matrimonio, porque no eres de esos hombres y sentías culpa, pero no lo has hecho porque lo quisieras en verdad o porque quisieras cambiar ¡Ha sido solo culpa y ya! ¡Y yo he sido una estúpida!

—No eres una estúpida.

—Lo soy por creerte.. ¿Cómo he podido hacerlo? En dos años era muy raro que justo ahora y de desaparecer varios días, de pronto vinieras a pedirme matrimonio

—Isa..

—Pero esto se acabó. No te quiero aquí y no te quiero en mi vida, Ben.

Ben se queda pasmado. —¿Qué... ¿Qué estás diciendo?

—Que terminamos, Ben y esto es definitivo. No quiero tener nada contigo.

—Estas exagerando.

—¿Yo exagero? Ni siquiera eres la persona que creía, ocultas cosas como el fingir que algo que yo hago y por lo que me esfuerzo te importa cuando no es así.

—¿Esto es porque llame sucia a tu entrevista?..¿O es por ese prostituto?

—No lo llames así.

Ben sonríe. —¿Sabes que creo? Creo que te has enamorado de él y esta insignificante excusa de la clamidia solo ha sido para deshacerte de mí y tener el camino libro con él, pero claro, si hasta le has creído y no has dudado de él. Solo de mí.

—Y que bien que lo hice, porque tu eres el mentiroso aquí, Ben. Ya deja de escudarte sobre los demás. Me pediste matrimonio con otros motivos detrás y te has seguido acostando conmigo después de saber que tenías una ETS. Me mientes sobre lo que crees o no en mi... ¿Qué esperas? ¿Qué siga contigo después de eso?

Ben luce furioso, sus puños se aprietan.

Trago saliva y mirándolo, me quito el anillo en mi dedo y se lo entrego, Ben se tensa, pero lo sostiene.

—Quiero que recojas tus cosas en cuanto antes se te haga posible, pero ahora mismo no te quiero aquí.

—Vas a terminar arrepintiéndote de lo que has hecho. —Me promete. —Conmigo lo hubieras tenido todo, pero con el... ¿Qué te espera al lado de un hombre como él?

—Fuera, Ben.

—Contraer una ETS es lo menos que tendrás con él y lo sabes.

—¡Que te largues!

Lo golpeo, Ben retrocede, pero finalmente se marcha.

Y me derrumbo, caigo sobre el suelo, llorando.

Unos brazos, los brazos de mi amigo no tardan en sostenerme.

Adán...

No me dejes. —Sollozo, la vista se me nubla por completo y mi corazón se rompe cada vez en más pedazos. —Por favor, no me dejes, Adán.

—No lo haré, aquí estoy, Bella. Siempre estoy aquí.





Bueno, hoy nos quedamos aquí.

Ya me dio sueño y hoy escribí muchos capítulos  :o

AJAJAJAJJA

Andaba muy inspirada y bueno, díganle a Ben adiós para siempre.

A partir de aquí empieza la verdadera historia de Isabella & Adán.

Nos leemos.

>>Yiemir.

En la piel de AdánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora