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Isabella:

—Sueltame. —Le ordeno en cuanto siento unas manos deslizándose por mi cuerpo.

Adán hace caso omiso y me atrae contra su cuerpo.

—Lo lamento.

—Que bien porque debes lamentarlo mucho y... solo lo dices porque quieres sexo.

—Claro que no.

—Tu polla dice lo contrario. —Digo sintiendo su erección en mi trasero y la que está provocando a volverme traviesa h olvidar mi enojo.

Adán me gira y nuestras miradas se encuentran.

—No me importa el sexo.

Alzo una ceja.

—De acuerdo, si me importa, pero me importa más estar bien contigo, Bella.

—No puedo creer que dijeras que me avergonzaba de hacer las entrevistas, avergonzarme de ti.. —Le digo y su mirada baja. —Gracias a eso te conocí, jamás podría arrepentirme.

—Lo sé, fue mi error.

—Que bien que lo reconozcas.

—¿Y estamos bien?. —me suplica con la mirada.

Hago una mueca.

—Lo estamos.

Una sonrisa aparece.

—Pero no habrá sexo.

Mi entrepierna húmeda si pudiera hablar me mandaría al diablo.

—¿Hablabas en serio?

—Vienes de trabajar con sexo y aún tienes ganas de más.

—Ya te lo dije, es actuado. —Me responde. —Con la única que disfruto es contigo, desde que estamos juntos.

Eso..

—¿Y cómo te va?

—¿Qué?

—Con las escenas.

No quiero problemas con Dani.

—¿Piensas que lo haces bien aunque ya no te guste hacerlo como antes?

Adán sonríe. —¿A que viene esa pregunta?

—Curiosidad. Responde.

Una mueca se apodera de sus labios. —Creo que si, creo que me ayuda a imaginarte debajo.

—¡No!

El se ríe.

Me cubro la cara.

—¿Realmente haces eso?

—Cuando no me corro si. —Pronuncia sonrojándome, su mano se ubica en mi abdomen, me sube la pijama y mi estómago se aprieta. —Te imagino como ahora, acostada, pero desnuda.

Cierro los ojos mientras esa mano baja.

—Recibiendo mi dura polla.

¿Por qué me hace esto?

Levanta mis braguitas con sus dedos y hace ingresar su mano, acaricia mi monte y baja por la curva hasta llegar a mi entrepierna.

Tengo una vagina feliz.

Todo por el, Adán llega a mi clítoris y frota encima.

—Adán..

—No habrá sexo, pero no hablaste de masturbación. —Me dice con una sonrisa.

En la piel de AdánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora