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Adán:

"Yo he sacrificado todo por ti"

—Adán..

Levanto la mirada al escuchar a  Kai, quien parece haber salido de una reciente escena.

—¿Estas bien?

No, no lo estoy.

—Con esa cara no vas a salir a grabar.

Mis manos se forman puños.

Trago saliva y me levanto. —No lo haré.

Mi compañero me observa con confusión. —¿Qué?

—¿Puedes cubrirme?

Kai abre mucho los ojos. —¿De que rayos hablas? Sales después de Rick.

Sonrio. —Entonces creo que mejor vas preparando esa polla  Kai.

—Mierda.

Me cambio y logro escabullirse hasta salir del edificio, paso por unas cajas de energético, antes de iniciar mi camino.

Tengo muchas horas de viajar que hacer.







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Paso por el cementerio antes de ir a casa, visitó a mi madre y compró un par de cervezas antes de ir a casa o la que era mi casa antes de huir de ella.

Todo permanece igual, los pasajes, la estructura y las casas, mi casa, la cual  sigue siendo blancos de delincuentes, por lo que veo.

Hay figuras obscenas y grafiteados alrededor de ella.

¿Esa mierda que veo es sangre?

Las lunas de la ventana están rotas y la puerta tiene aspecto de que han golpeado contra algo, aunque no me sorprendería que ese algo sea "alguien".

—¿Adán?

Aparto la mirada, la coloco sobre la dirección de la voz, reconozco a mi vecino, quien me deja llevarme algunos productos de su tienda para alimento de mi madre y yo.

—Señor Julio.

—Vaya, realmente eres tu.. no te reconocí.

Me ofrece un apretón de mano, el cual recibo y termino, lleva su típico gorro con el que le recuerdo y que usa en sus trabajos de construcción, al parecer sigue en ellos y por lo que veo y noto en su casa completamente construida ahora, le va bien.

—¿Vienes a ver a tu padre?

—Si. —Pongo la mirada en la casa. —¿Nada a cambiado, eh?

Julio encoge los hombros.

—Nos vemos luego. —Aviso regresando a la casa.

—¡Hey, Adán!

Me giro una vez más.

En la piel de AdánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora