Isabelle with an "e" ~ Moody Spurgeon (awae)

14. Parejita

Volvía a estar en la misma situación que el otro día. Sentada en el circulo con el resto de mis compañeros de clase, listos para jugar al estúpido juego de Josie Pye.

Esta colocó la botella de cristal en el centro y me miró seria.

—Gírala.

Me acerqué a la botella y nerviosa miré a mis compañeros, al mirar a Moody vi que me veía con una pequeña sonrisa en su rostro.

Sin pensármelo más la giré.

Dio varias vueltas antes de terminar señalando a uno de los amigos de Billy.

—No besaré a una huérfana fea —dijo este, y tanto Billy como Josie rieron—.

Entonces Billy empezó a ladrarme y eso me puso de los nervios.

—Oh cuando se pone colorada es como si toda ella fuera roja.

—Yo besaré a Isabelle —de repente Moody se puso de pie—.

—Espléndido —dijo emocionada Ruby—.

Miré a mi hermana nerviosa y esta me hizo una señal con la cabeza para que me levantara.

Lo hice, y me acerqué al centro, luego lo hizo Moody.

Se me quedó mirando y podía notar como mi corazón se aceleraba sin razón.

—Bueno, parejita besaros ya —y Josie Pye tuvo que abrir su bocaza—.

—Eso, ¡hacedlo ya! —exclamó Billy—

Y entonces la mitad del circulo empezó a gritar a coro lo mismo.

Los únicos que no decían nada o nos defendían eran Charlie, Cole y todas las chicas, quitando a Josie.

Entonces pensé que en cuanto antes lo hiciera, antes se callarían.

Me acerqué a Moody. Este me miró directamente a los ojos y me puso tan nerviosa que pensé que no podría hacerlo.

Pero lo hice. Terminé de cortar la distancia que nos separaba y lo besé.

Definitivamente no fue tan rápido como el que tuvo con Diana, lo cual me hizo sentir bien. Y recordar que besó a Diana me sentó mal.

Todos empezaron a aplaudirnos. Moody me sonrió y entonces me di cuenta. Había dado mi primer beso delante de casi todos mis compañeros... Qué vergüenza.

—He decidido que no daré mas besos. A menos que quiera darlos —dijo Anne mientras íbamos de camino a Tejas Verdes—. Claro, si no fuera tan fea, tendría más opciones.

—No eres fea Anne, deja de decir eso —comentó Diana—.

—Eso, que si tú eres fea yo también. Y yo soy preciosa —ambas rieron—.

—Eso es cierto —dijo de repente una voz detrás nuestra—.

Las tres nos sobresaltamos, y al girarnos vimos a Moody.

—¡Moody! ¿Qué haces por este camino? Tu casa no es por aquí —Diana habló—.

—Pensé en que podría acompañaros de vuelta a casa.

Miré a las chicas y ellas asintieron.

—Claro sin problema —dijo Anne y Moody se acercó a nosotras—.

Seguimos con nuestro camino.

—¿Qué tal estás Isabelle? —me preguntó Moody—

—Bien, aunque no tengo ganas de llegar a casa, no quiero hacer matemáticas —realmente no sabía de lo que hablar, al mirarlo me fijaba sin querer en sus labios y me ponía nerviosa porque eso me hacía recordar lo que pasó antes—.