Mi Profesor tiene Tinder 🌸YoonMin🌸 - ᵉⁿ ᵉᵈⁱᶜⁱᵒ́ⁿ

🌸sesenta y uno🌸

□□□□□0%

■□□□□20%

■■□□□40%

■■■□□60%

■■■■□80%

■■■■■100%

✨🌸ᴄᴀʀɢᴀ ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ🌸✨
🍃🌸🍃

Jimin y Yoongi iban en el auto del mayor, ya en dirección a la casa de los señores Park. Claro, habían pasado por una farmacia y le había comprado analgésicos a su bebé, parches para el dolor y si, también le había comprado una pastilla "del día después".
Iban en completo silencio, debido a que luego de tomarse las pastillas con un té caliente que le había comprado en una cafetería, su lindo novio había caído profundamente dormido, viéndose extremadamente tierno a los ojos del alfa, que en cada oportunidad se giraba a mirarlo con total admiración y cariño.

Aunque por dentro, el alfa sentía que moriría de nervios. Literalmente, acababa de tener relaciones con el hijo único de su jefe; y si, este estaba de acuerdo con su noviazgo, pero estaba seguro que no lo estaba con que hubieran tenido relaciones antes del... ¿Matrimonio? ¿La mayoría de edad del pelirosa? No estaba seguro de qué dependía el que fuera el tiempo correcto para el mayor.

Jimin se había burlado un poco de él, cuando se estaban vistiendo, diciéndole que no iba a poder bailar, mínimo en una semana, y que cuando su papá le preguntara la razón, él le diría la verdad, porque era mal mentiroso... Yoongi creía que a Jimin le gustaba verlo atorarse con su propia saliva.
Luego le dijo que sería imposible ocultar con maquillaje todas las marcas que le había hecho en... Bueno, en todo su cuerpo. Y que la camiseta que había llevado era de cuello en V, así que luego de discutir entre risas un rato, el alfa había logrado convencer a su pareja, de ponerse maquillaje en las de más arriba y de que usara una camiseta de él con cuello de tortuga y mangas largas.

Yoongi había muerto de ternura al ver lo grande que esta le quedaba a su pequeño.

Y por esas razones, aparte de analgésicos había comprado parches, que tenían un efecto aún más rápido que los medicamentos, y ayudaría a que el pelirosa dejara de caminar como pollito... Cuando el alfa le dijo eso al menor, –que caminaba como un pollito ó un patito–  sintió que su vida pasaba frente a sus ojos cuando este le arrojó una pantufla, y de no ser porque había logrado agacharse, esta le hubiera dado de lleno en la cara.

Y ese día aprendió que burlarse un poco/bastante de su omega, traía malas consecuencias, como el que no le hubiera dado un besito desde las cinco de la tarde, haciéndolo sufrir en demasía.