🅃🄸🄽🄳🄴🅁🔥
~¡𝙁𝙚𝙡𝙞𝙘𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨, 𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣!
𝙋𝙖𝙧𝙚𝙘𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙩ú 𝙮 𝙔𝙤𝙤𝙣𝙜𝙞 𝙨𝙚 𝙜𝙪𝙨𝙩𝙖𝙣.❤
¿𝙀𝙣𝙫í𝙖𝙧 𝙪𝙣 𝙢𝙚𝙣𝙨𝙖𝙟𝙚?
» [𝚜𝚒] 🔥
» [𝚗𝚘]
Lo único que el pequeño Park Jimin pudo pensar fue un:
-"¿Cómo dices que dijiste...
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Jimin caminaba un poco apresurado hacía el área de juegos, ya que debido al tráfico, y el tiempo que tardó su madre en convencer a su padre, se había atrasado, y la media hora en la que llegaría al parque, se había convertido en cuarenta y cinco minutos. Probablemente su hyung llevara esperándolo desde hacía ratos en el área de juegos, donde habían acordado verse.
Y efectivamente, cuando se iba acercando al lugar, pudo ver a su hyung sentado en una banca que daba vista a los juegos, así que él lo veía de perfil. Pensó en que podría acercarse por la espalda y asustarlo, pero el alfa probablemente sintiera su aroma antes de que se acercara lo suficiente y lo descubriría, así que simplemente se acercó de forma normal, con una tímida sonrisa y mejillas rojas.
— Hola, hyung. — habló de forma suave el menor.
Yoongi se veía bastante nervioso, pero aún así sonreía cálido.
— Hola, bonito. ¿Quieres sentarte ó quieres que comamos algo antes?
— No te-tengo hambre realmente, así que... Hablemos. — sonrió al tiempo que se sentaba a un lado del alfa.
— Y bien, ¿por dónde quieres empezar?
Jimin se mordió el labio y respondió.
— ¿Por qué nadie me-e dijo que usted y yo éramos pareja?
— Bueno... — dudó el mayor — Porque dejamos de serlo.
El omega lo vió con ojitos muy abiertos y tristes.
— Oh... ¿Puedo saber por qué? — preguntó en tono triste.
Eso hizo sentir mal a Yoongi, bueno, peor de lo que ya se sentía desde el momento en el que pelearon, y luego el CEO terminó con la relación. Así que para tratar de animar al pelirosa, lo tomó con delicadeza de su cintura y lo sentó en su regazo de forma nupcial. Jimin abrió sus ojitos nuevamente, pero de forma sorprendida; se abrazó al cuello del alfa, y aspiró el relajador aroma de este.
— Como te dije anoche, me equivoqué en grande... Y se puede decir que tu padre se... Decepcionó de mí y dió por terminada nuestra relación el día del accidente, en el hospital.
Jimin se separó del cuello del alfa con el ceño fruncido y un puchero.
— ¡E-Eso no es justo! — exclamó en un tono berrinchudo, que al alfa se le hizo tierno — ¡Eras mi-i pareja no la de él!
