Laura se levantó de la cama. Desnuda, se volvió a vestir. Echó una mirada a Poche, semi dormida. Y desnuda, también desnuda. Era hermosa. Pero su papel terminaba aquí, debía apartar la vista de ella, seguir adelante, volver a Medellín, con la gente que le pertenecía. Pero antes... confirmarle a Villalobos que Calle estaba muerta.
Laura: Y todo por rechazarlo... (Negó con la cabeza).
Sonrió y se terminó de colocar el ceñido jersey negro. Los leggins negros. Las botas negras. La chaqueta negra. Más vale que hoy pase desapercibida. Terminó de cerrar la maleta. Poche se levantó.
Poche: ¿Dónde vas?
Laura: A hacer unos cuantos recados antes de irme. (Poche bufó).
Poche: Que he hecho, dios mío... (Se cogió del pelo. Recordando las palabras de Daniela. Confío en ti. Confío en ti, confío en ti, confío en ti mi niña...)
Laura: Has hecho lo que deseabas. (Laura le guiñó un ojo).
Poche: Pero no lo que sentía. Y yo estoy enamorada de Calle.
Laura: Oh, me parece maravilloso, mujer. Pero le acabas de poner unos cuernos... (Hizo una señal). Así de grandes. (Se encendió un cigarro). Ahora si me permites...
Cogió el móvil que había colocado encima de uno de los muebles. Y se dirigió a la salida.
Laura: Esto queda entre tú y yo, Poche. Te quierooo... (Dijo riéndose, y salió de esa casa).
Poche: Hija de puta... (Masculló Poche, se levantó de mala gana vistiéndose. Y con la peor sensación que se podía sentir en el cuerpo).
Calle terminaba de recoger unos papeles del escritorio.
Calle: Bueno... (Dijo mirando el reloj). Aun tendré tiempo de cenar con Poche. (Sonrió, viendo que habían pasado tres horas y eran las nueve).
Paula se asomó por su despacho.
Paula: Calle...
Calle: ¿Si?
Paula: Hay una chica... Melany, creo, quiere verte.
Calle: Ah... (Calle quedó pensativa. Laura.) Dile que puede pasar (Sonrió) ¿Le habrá pasado algo a Poche? (Dijo preocupada).
Laura apareció en su despacho.
Laura: Hola, vida. (La saludó ella).
Calle: Buenas noches. (Sonrió calle). Dime... ¿ha pasado algo con Poche?
Laura: Oh, sí, eso quería contarte... (Se sacó el móvil...) Es... una pequeña cosa que quería mostrarte...
El volumen al doce, al tope. Le dio al play. Y le enseñó el video a Daniela. Ella quedó extrañada al principio. Las piernas le empezaron a temblar. Laura no dejó de formar una sonrisa en su cara. Mientras veía la expresión de Calle. Viendo a Poche. Viendo a la misma Laura. Follando. Y gemidos, y jadeos, y deseos entre ellas dos. Los ojos de Calle empezaron a humedecerse.
Calle: No... (Susurró. No sentía su cuerpo, pareció como si su alma hubiera volado lejos y la hubiera abandonado. Una sensación de ira y de pura depresión la abrumaron). ¡No! (Masculló, aun sintiendo en su cabeza a Poche disfrutando de Laura, haciéndoselo, mientras gemía su nombre).
Calle tiró el móvil contra la pared y se cubrió los ojos con las manos. Le ardían. De dolor, de pura ira, de todo en general.
Laura: Es de apenas hace una hora. (Sonrió Laura). Espero que disfrutes de tu luna de miel. (Se comenzó a reír y se dirigió hacia la puerta). Por el móvil, no te preocupes, ya me compraré otro... total, la tarjeta de memoria es la misma. Así lo tendré de recuerdo.
Calle se levantó. Las mejillas le ardían, las lágrimas caían por su cara. Le tiró un pote lleno de lápices y bolígrafos a Laura.
Calle: ¡Eres una pedazo de puta! ¡Sal! ¡Sal y no vuelvas! ¡Muérete! (Le gritó).
Laura solo se divirtió más. Se volvió a acercar a ella. Con intención de vacilarla, quizás pegarla y todo si se le venía en cara.
Laura: ¿Qué dices? ¿Una puta? (Sonrió). Quizás, pero bien que he disfrutado de tu querida y 'enamorada' Poche. (Fue a colocar una mano en el mentón de Calle).
Calle: Saca tus manos de mí. (Dijo ella. Laura sintió como en su vientre, algo apretaba).
Laura: Oh, nunca pensé que la mosquita muerta de Daniela Calle fuera a llevar un arma encima. Me sorprendes.
Calle: Quizás fuera la única idea buena que tuvo la zorra de Poche. Ahora vete si no quieres que te atraviese el cráneo con una bala, puta. (Laura tardó en quitarle las manos de encima). ¡Que te vayas! (Cargó el revólver y apretó más la boquilla de la pistola contra su abdomen. Laura al fin la dejó ir).
Laura: Que te vaya bien. (Hizo una señal con el brazo y desapareció por la puerta).
Mientras que el mundo de Calle se derrumbaba en mil pedazos.
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Protegeme || Caché
Roman pour AdolescentsUna agente de la cia mas una masajista {Adaptación}