{Hola ultimo capitulo, espero terminar la segunda temporada mañana ya quedan solo 8 capítulos e intentare adaptar una novela sin gip}
Calle yacía de espaldas a ella. Medio dormida, aceptando las caricias que ella le daban sus dedos. Después de hacer el amor estaban más cariñosas. Sobre todo poche. Sintió sus besos en el hombro. Se giró y le plantó un beso en la boca. Poche la aceptó gratamente.
Calle: Este sitio es fantástico. (Miró de reojo la casa. Estaban iluminadas por el fuego de la chimenea. Sus pieles desnudas parecían ahora más doradas. Se incorporó para colocar la mitad de su cuerpo encima del pecho de poche.)
Poche: Sabía que te gustaría. (La miró un poco y jugueteó con su cabello).
Calle: Debo contarte algo.
Poche: ¿Más aún? Solo falta que metas a tu ex en casa. (Poche rio).
Calle: Para nada. (Dijo algo molesta.) Debo irme durante un par de semanas... el centro médico nos ha mandado a mí y a un grupo de enfermeras y doctoras, que están haciendo un cursillo, debemos pasar unas prácticas... ya me han alquilado un piso y todo donde estaremos allí yo y las demás chicas... (Acarició su mejilla, a la piel suave de su poche, pero ese tacto, sensual, le gustaba al despertar.) Te echaré de menos poche... pero prométeme que no vas a portarte mal. (Ella la miró extrañada). Vamos, sabes a lo que me refiero mujer... solo quiero que sepas que confío en ti... plenamente... no me decepciones.
Ella asintió, aunque con un interrogante en mente, por lo que calle había querido decir.
Poche: Y a propósito. (Volvió a sonreírle. Poche dejó pasar lo anterior.) Feliz Navidad.
Calle: Oh, cierto... con todo esto se me había olvidado que estamos a día veinticinco. (Le pellizco suavemente una de sus mejillas). Feliz Navidad mi amor. (Poche se levantó y buscó algo entre las maletas aún desechas). ¿Qué has cogido? (Dijo calle levantándose de la cama y dejándose ver, igual que ella, totalmente desnuda. Poche escondió algo a sus espaldas).
Poche: Nada. (Ella dijo sonriendo).
Calle: ¿Te crees que me mamo el dedo? (Poche la miró picara).
Poche: El dedo no... (Calle puso colorada).
Calle: Bueno... ya me has entendido... ¿Qué escondes poche? (Intentó verla, pero Poche la esquivaba).
Poche: Ei, quieta. Te lo daré esta noche. (Le sonrió.) Supongo que te gustará.
Calle se puso su albornoz rosa y Poche hizo lo mismo con el suyo. La abrazó.
Calle: Cualquier cosa que sea tuya me gustará. (Y le cogió lo que tenía detrás de la espalda, entre las manos).
Poche: ¡Eh! (Dijo Poche, riendo.) devuélvemelo, anda...
Calle sacudió suavemente el paquete envuelto en un papel de regalo rosa eléctrico, con un lazo negro. No era muy grande.
Calle: ¿Si no, qué?
Poche: Ya no será una sorpresa... (Tendió la mano para que le diera el paquete).
Pero calle se escapó, hacia a fuera. Se levantó el albornoz, porque con ella era un poco más complicado de correr. Y salió de la casa. Poche la persiguió. Jugando, de nuevo, como dos niñas. A buscarse, a encontrarse, a amarse. Le daba ventaja a calle, que se metió descalza en el próximo bosque. Poche la alcanzó, rodeándola totalmente de la cintura.Poche: Te pillé, pequeño monstruito. (La abrazó y le quitó el regalo, guardándoselo en el bolsillo del albornoz.) Mira donde estamos, y de qué manera.