Una semana después.
Laura se sentó en el sofá, justo al lado de Poche.
Laura: ¿Hoy llega calle, no?
Poche: Si. (Dijo seca, y cambió de canal, dando un trago al café).
Laura: Vi su anillo, ¿están prometidas? (Dijo cruzando las piernas y abriendo la revista).
Poche: No te importa.
Laura: Si me importa, ella es mi amiga. (Fulminó a Poche) Que tú sigas enojada conmigo, no significa que no me pueda acercar a ella.
Poche: Es que no me gusta que estés con ella.
Laura: ¿Por qué?
Poche: Porque eres una puta. (Dijo ella sin más).
Laura: ¿Perdona? Oh, gracias Poche. (Lanzó la revista a la mesilla.) No empecemos con los insultos, saldrás perdiendo mujercilla.
Poche: ¿Yo? Eso tú, mejor no empieces. (Volvió a cambiar de canal y dejó también el café encima de la mesa.) No sé qué tramas, y de veras, me da igual, siempre y cuando no esté relacionado con calle.
Laura: Umh... siento decirte que si lo está, querida.
Poche: Te juro que si te pasas de la raya con ella, te mato. (Dijo mirándola mal).
Laura: Eres una jodida cínica.
Poche: Ambas lo somos. ¿No fuimos alistadas para matar? Pues aquí estamos.
Laura: No sé qué hace una chica como calle como una perra como tú.
Poche: Cuando salías conmigo no te quejabas tanto. Además, ¿A qué te refieres con "una chica como calle"?
Laura: Que ella es demasiado santa para ti.
Poche: No.
Laura: Bien que lo sabes. Bien que sabes que un día u otro o tú muchacha te cansarás de ella, o ella de ti.
Poche: ¿Y eso quien lo dice? ¿Tu? Me da gracia. (Ella dijo sacando una risa bien irónica).
Laura: Poche, ¿estáis enamoradas? ¿O simplemente, es lo que tú crees?
Poche: Estamos enamoradas. (Se levantó). Mira, estoy empezándome a hartar de ti y de tus estúpidos comentarios. (Ella dijo entrecerrando los ojos).
Laura: Eso es porque te da joda que te diga la verdad mujer. Tú y yo estábamos igual, y mira como hemos terminado.
Poche: ¿Eh? ¿Perdona? Lo mío contigo nunca fue como lo que estoy teniendo con calle.
Laura: ¿A no? ¿Y que era? (Dijo Laura, levantándose también).
Poche: Una mierda. Eso es lo que era. (Poche la esculpió con la mirada).
Los ojos de Laura se aguaron. La esquivó y fue hacia al baño. Poche se dejó caer de nuevo en el sofá. Se había pasado. Quizás ella si había cambiado, quizás todo eso no lo decía con mala intención. Y ella solo la había ofendido. Nunca antes había sentido remordimientos. Pero una vez más, deducía que era desde que había conocido a Daniela. Poche se levantó y fue hacia el baño.
Poche: Laura... eh... yo... lo siento... (Ella abrió la puerta. Se apoyó al marco, las lágrimas parecía que le fueran a salir de un momento a otro, de esos ojos negrísimos que, a pesar de todo, seguían siendo la debilidad de Poche... se encantaba mirándolos).
Laura: ¿A si? (Dijo ella mordisqueándose su carnoso labio inferior).
Poche: Si... me pasé contigo...
Laura: ¿No me digas? (Agachó la mirada) ya que lo que tuviste conmigo fue una verdadera mierda, eso me hace sentir de puta madre ¿sabes?
Poche: Lo siento... (Poche se pasó la mano por el pelo, compadeciéndose de ella).
Laura terminó por esbozar una sonrisa. Poche le abrió los brazos, ella aceptó el abrazo gratamente. La estriñó fuerte. Poche sintió como sus cuerpos de juntaban. Laura y ella, delgada, pequeña. Sintió como los pechos de Laura se clavaban como montes en los suyos. Empezó a reaccionar.
Laura: ¿Me sigues queriendo? (Preguntó Laura, sin dejar de abrazarla. Ni poche a ella). ¿Al menos como amigas?
Poche: Si. (Dijo Poche, sonriendo. Ella se olvidó de todo, volviendo un poco al pasado. A ese pasado, junto a Laura). ¿Cómo no hacerlo? Lo nuestro fue bonito mientras duró. Más bien dicho, hasta que te fuiste.
Laura: Me preguntó qué hubiera pasado... si no me hubierais dado por muerta...
Poche: Yo también. (Laura alzó la vista. Poche se encontró con esos ojos negros, que le pedían. ¿Qué le pedían?)
Laura: Poche, yo... (Sus ojos se volvieron a aguar de nuevo. El corazón de Poche se encogió. ¿Por qué?)
La puerta se abrió en ese momento. Las dos se soltaron, Poche se asomó.
Poche: Mi vida... (Sonrió y fue a darle la bienvenida a Daniela). Mírate, estás ¿más morena?
Calle: Sí, puede ser. (Dijo sonriéndole a su poche. Y la besó). Te he echado de menos mi niña... (Dijo con una voz aguda, bajita. Laura se asomó por la puerta del baño). Hola Laura. (Dijo sonriéndole, y fue a darle dos besos).
Laura: ¿Todo bien?
Calle: Si, estupendo. Me fue demasiado excelente en el cursillo. (Dejó la maleta a un lado y se quitó el abrigo) ¿Y ustedes? ¿Algo nuevo?