Paralelas | Flaviard

La fiesta

Salimos hacia allí, encabezados por Hugo, Fali y Sully, que habían hecho una coalición al igual de Sammy y Ava mientras yo iba cerrando la cola junto a Maya, Julieta y Javi.

Ava y Sammy se iban girando de vez en cuando y luego soltaban risitas. Como si tuvieran 15 años.

- ¿Por qué se girarán?- pregunté demasiado alto.

Julieta se giró con una sonrisa y me contestó:

- Por ti, idiota.

En un primer momento, no la creí. ¿Quién se iba a girar por mí? No era nadie impresionante ni nadie por la que la gente se girara por la calle. Pero conforme iba avanzando la noche, me fui percatando de que era por mí. Sammy me ponía ojitos y me animaba a estar con ella bailando.

Julieta y Maya cumplieron con lo prometido y no me dejaron tomar más de dos copas. Luego estaban demasiado idas como para comprobarlo, pero Javi no. Javi estaba perfectamente y me quitó de la cabeza la idea de ir a por otra copa.

- Mejor que una copa... ¿Por qué no vas con la rubia? Parece que tiene ganas. Y ya sabes lo que dicen, un clavo saca otro clavo.

Sammy se estaba contoneando de una forma un poco exagerada pero sexy mirando hacia nosotros. Quizás llevaba razón, quizás debiera intentarlo. A lo mejor acababa gustándome. Y por lo que recordaba de sus fotos desnudas... Era muy atractiva. Me vi empujado, literalmente, por Javi hacia ella y él se quedó cuidando de Julieta y Maya.

Había bebido, sí. Pero a diferencia de las últimas veces es que esta vez sí era consciente de mis actos, un poco más torpe y todo me hacía un poco más de gracias pero consciente. Igual que era muy consciente de que Sammy se estaba acercando para besarme. Igual que fui consciente cuando le devolví el beso y me di cuenta de que ella besaba bastante bien. Igual que fui consciente de cómo me llevó a lo largo y ancho de la sala hasta encontrar un sitio alejado de las miradas indiscretas de nuestros compañeros de residencia y volvió a besarme con más ganas.

Cuando quisimos volver la frené y le pedí que lo que había pasado, quedará entre nosotros dos, no quería ser el centro de atención en la residencia. Aunque a ella le gustase la atención, a mí no. Ni un poquito. Extrañamente ella asintió con una sonrisa.

Cuando regresé, toqué el hombro de Javi:

- ¿Qué? ¿Os apetecen unos chupitos?

Las chicas se unieron con ganas. Javi, rechazó la oferta, pero nos acompañó hasta la barra a pedir 3 chupitos de tequila.

Maya y Julieta se vinieron arriba y me llevaron a bailar los tres juntos a la pista. Me lo estaba pasando genial con ellas. Hasta qué perdí de vista a Javi y recé porque su amor hacia María no decayera en ningún momento. A los pocos segundos lo visualicé hablando con Sully. Muchas veces se me olvidaba de que eran paisanos y que se conocían, de qué habían sido amigos porque no se parecían en absolutamente nada. Me tranquilicé al ver que hablaban relajadamente y seguí bailando con Maya y Julieta.

A eso de las cinco el local fue vaciándose y empezó a decaer el ambiente. Decidí ir a por mi chaqueta, junto a Javi y Maya. Cuando volvimos, nos encontramos a Hugo con su brazo rodeando los hombros de Julieta y susurrándole cosas al oído. Ella se reía. Yo le eché una mirada a Maya y ambos pensamos lo mismo, no dejaríamos que en su estado de embriaguez se fuera con Hugo. Hasta donde yo recordaba, él tenía pareja.

Cuando llegamos a la residencia, obligué a Javi a quedarse conmigo a dormir. Él me lo agradeció muchísimo, me dijo que al día siguiente me invitaría a comer algo, aunque décliné la oferta. No le ofrecía que se quedara por sacar algo a cambio, sino porque me daba miedo que tuviera que caminar solo hasta su residencia.

Dormir con Javi no es una experiencia grata, o por lo menos a mí me ponía incómodo. Supongo que acostumbraba a dormir junto a su pareja cuando no duerme solo y yo eso de que me abrace en sueños pues no es que me haga mucha gracia. A penas dormí unas horas, así que bajé, en pijama y arrastrando mis pies hasta la máquina de la sala multiusos. Cuando volvía a mi habitación me encontré con Gerardo al pie de la escalera.

- Buenos días.- me dijo con una sonrisa y yo puse una mueca. Entre el garrafón y las pocas horas de sueño... Su tono de voz y su positividad no eran muy bien recibidos.- Vaya, alguien tiene resacón.- comentó en un tono más bajo y se rió.

- Algo así. He dejado a Javi durmiendo en mi cama, pero no he podido dormir. ¿Y tú qué tal? Noche con Ana, ¿eh?

Intenté sonar a colega que intuye que hubo relación sexual, pero no estaba seguro de haberlo conseguido del todo.

- Sí. Vimos una película con la que se llevó llorando todo el tiempo. Y luego se quedó dormida encima de mi brazo y no he sido liberado hasta ahora.

- ¿Estuvo llorando?

- Sí, no me quiso decir el por qué. ¿Y qué tal vuestra noche?- me dijo a medida que íbamos avanzando por el pasillo.

- Bien, me lo pasé bastante bien. Ojalá hubieras venido.- le aseguré.

Él abrió la puerta de su habitación y me hizo una señal para que entrase. Me senté en su silla mientras él se sentó en su cama.

- ¿Tú sabes si Hugo sigue con su novia?- le pregunté.

Él abrió mucho sus ojos.

- Es que anoche tuvo unas actitudes con las chicas... Que si yo hubiera sido ella... Eso no era colegueo.- le comenté.

Y así pasamos el rato hasta la hora de comer, cotilleando.