Croquis

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El segundo cuatrimestre tenía un horario más exigente, más largo y salía más tarde. Resumidamente, estaba mucho más cansado. Y con la llegada de las lluvias, los resfriados y las alergias, me sentía mucho más cansado que habitualmente. Javi y yo estábamos todo el día en la facultad, a penas pisaba la residencia y cuando lo hacía o era de paso o pasaba tiempo con Sammy.

La relación comenzaba a tomar forma y la verdad era que cada vez nos costaba más, a los dos, mantener las formas. También las cosas habían vuelto a la normalidad con Gerardo y eso, ese era el mayor de mis problemas. Tener que estar recordándome constantemente que estaba en una relación. Ambos lo estábamos. Y que teníamos un compromiso con otra persona. Pero realmente me costaba muchísimo cuando le veía en los ensayos o quedábamos para componer, me costaba muchísimo cuando se dedicaba a hacerme sufrir tocándome de manera malinterpretativa. Me vengo a referir: me acariciaba el cuello, intentaba masajearme los hombros, me daba azotes en el culo para animarme... Y yo tenía que aguantarle eso. En todos mis momentos en los que no estaban ocupados por la universidad o por Sam, estaba él. Estaba siendo muy fuerte, seguro que sí mi hermana supiera de esto estaría muy orgullosa de mí.

Julieta tardó en volver pero afortunadamente, cuando volvió, estaba dispuesta a ayudarme con mi comedero de cabeza. Aunque su consejo no me ayudó mucho: "Disfruta, sé feliz. Pasará lo que tenga que pasar".

¿Pasará lo que tenga que pasar? Yo no podía dejar a Sammy por Gerardo si yo no sabía si Gerardo estaba dispuesto a dejar a Ana. No iba a arriesgarlo todo, porque tenía todas las de perder.

Afortunadamente para mí, la semana blanca de vacaciones llegó y pude disfrutar de un retiro espiritual en Murcia, aunque mi hermana me notaba raro. Y me estuvo presionando hasta que le conté. Pero no le conté todo sino más bien le dije que estaba con alguien pero realmente a mí me gustaba otra persona pero la otra persona tenía también pareja pero que yo pensaba que nos gustabamos. Bea solo movió sus hombros, no podía aconsejarme en este caso. No sabía qué hacer en esa situación. Traducción: estaba jodido.

La semana en Murcia me había venido bien para que pusiera varias cosas en orden y es que asumí que realmente Gerardo no quería nada más de la amistad conmigo, solo estaba triste y solo porque su novia se había ido, era normal que buscara refugio en sus amigos... Igual que pudo hacerlo con Rafa y Hugo, pero ellos son más para salir por ahí a beberte las calles no para charlar mientras lloras y echas de menos a tu novia. Volví con la idea clara que Sammy era mi opción buena, que ella era mi pareja y que debía estar con ella y dejar de rayarme ya por Gero. Tenía que pasar página, sino la relación se resentiría.

Cuando llegué de vuelta a la residencia, era de noche y bastante tarde, quizás por eso cuando me los encontré no estaban teniendo cuidado. Por eso quizás no debería haber presenciado aquello. Me escondí sin hacer ruido lo más rápido que pude. Podría haberme confundido y que no fueran ellos, pero sí, sí que lo era. Eran Hugo y Julieta besándose en la recepción de la residencia. Y no un beso furtivo, no. Era un beso con todas sus letras. Entonces sucedió algo aún más sorprendente, y es que de pronto, sin saber por qué, Julieta se separó de Hugo y comenzó a correr escaleras arriba.

Hugo se quedó allí parado, sin saber qué había hecho mal, así que decidí aparecer como el que acababa de llegar y no había visto nada y subí a la habitación de Julieta esperando que Hugo no me siguiera. Y no lo hizo, se bajó en su planta.

Con todas mis cosas me planté frente a la habitación de Julieta y llamé. Pero ella no contestó así que le llamé al móvil. Una, dos y hasta tres veces hasta que lo cogió.

- Os he visto, estoy en tu puerta. Ábreme.

Inmediatamente se abrió la puerta, Julieta tenía la cara roja, hinchada y mojada. Estaba llorando desconsoladamente. Tenía el móvil en la mano, aún con mi llamada. Se lanzó hacia mí en un abrazo y comenzó a llorar desconsoladamente. Yo hice maniobras para meternos, con todos mis bártulos, en su habitación. No sé cómo lo hice, pero lo conseguí.

- ¿Qué ha pasado? Parecía que iba todo bien.

- ¿Cómo que qué ha pasado, Fla? ¿Te hago un croquis?

Le miré, confuso, ¿tan obvio era y yo no lo veía?

- Hugo tiene novia y me lo ha estado ocultando.

Abrí mucho los ojos. Eso sí que no me lo esperaba. Parpadeé incrédulo unos segundos.

- Pero...

- Ya lo sé. Soy una guarra y una asquerosa, y encima una imbécil porque...

- Qué CABRON, ha estado jugando contigo.- le corté y ella me miró sorprendida.- Quiero ir a moñearme con él pero no son horas.

- ¿No piensas que yo sea...?

- ¿Por eso estuviste en tu casa? ¿Porque estabas rayada por él?

Ella asintió. No le estaba creyendo. Hugo había estado jugando con ella, eso sí que no se lo iba a perdonar nunca. Cogí a Julieta y la abracé más fuerte.

Pasé la noche con Julieta, intenté que dejara de llorar y tomara agua. La estuve mirando, por lo pronto, nadie en la residencia excepto ella y Hugo sabía que estaba allí. Solo esperaba que Sammy no lo supiera, porque según me había contado Gero de, según él la denominaba, Sammy la Loca, era un poco, y solo un poco celosa y capaz era de exposearme en medio del comedor.

A la mañana siguiente, Julieta y yo fuimos a desayunar bien temprano. Bruno nos acogió con sorpresa en su puesto de trabajo y entonces Julieta le pidió consejo. Bruno, que según me acababa de enterar, estaba enamorado de alguien con pareja le dijo que ciertamente había cometido un error al traspasar el límite del contacto físico con él. Porque ahora Hugo podía tener problemas con su pareja, pero sobre todo, porque ahora la relación con él, su relación de amistad, iba a cambiar. Eso no relajó para nada a Julieta, pero aún así, se levantó muy digna cuando él entró en el comedor y se dirigió a nosotros. Pasó por su lado y salió fuera, a la calle. Quise gritarle que era una reina.

- ¿Le podéis decir que necesito... Hablar con ella? Quiero explicarle una cosa, hemos tenido un malentendido.

"Un malentendido", bueno si tú llamas así a eso... En Murcia lo llamamos comerse la boca, pero bueno.

- No creo que sea aconsejable, Hugo. Has herido sus sentimientos, cuando esté lista irá ella misma a hablar contigo.- dijo Bruno con unas muy acertadas palabras, porque yo solo quería gritarle que era un asqueroso.

Siento mucho la tardanza en la actualización, me ha pillado un poco el toro con el inicio de las clases. Sé que lo estabais esperando, espero haber cumplido vuestras expectativas.

Un besito (metafórico porque hay covid) 💕

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