Eva
Me subo al coche bastante contenta con lo que me ha dicho Hugo. La verdad es que cuando canté traté de causar muy buena impresión a parte de a mis amigos, a él, ya que esta mañana me dijo que veía en mis ojos mi talento quería demostrarle que era verdad.
—Me alegro de que os haya caído bien Hugo. Es un muchacho diez.
—Sí —Responde Anne —Es muy espabilao.
Yo asiento con la cabeza.
Seguimos hablando de cosas banales hasta que llegamos a mi apartamento. Anne se baja y yo me dispongo a hacerlo también pero Rafa me detiene.
—¿Te vienes a la resi? Ya que no está Hugo podemos pasar un rato en la habitación, nos ponemos una peli o algo —Miro a Anne sin saber que hacer y acabo aceptando. ¿Qué clase de novia sería si me negase a pasar un rato a solas con él?
—No volveré tarde —Le digo a Anne y le lanzo un beso por la ventana bajada.
—Sin prisa, iba a ir a casa de Gèr, de todas formas.
—Oh, vale pues nos vemos esta noche. Te quiero.
—¡Yo más!
Llegamos a la habitación de Rafa. Me quito los zapatos y me pongo cómoda tumbada en su cama. Rafa decide ponerse ropa de estar por casa, coge el ordenador y se tumba a mi lado.
—¿Qué vemos hoy? —Pregunta.
Me llevo el dedo a la barbilla.
—Mmm, se me hace ver alguna de Disney —Digo con una sonrisilla.
Rafa suelta una carcajada y me dice:
—No me hagas ver eso.
—Tenía que intentarlo —Me encojo de hombros. Abrimos Netlfix y comenzamos a ver la cartelera. Nos cuesta un poco ponernos de acuerdo pero al final decidimos poner una comedia, el género favorito de Rafa.
Me acurruco en él y este me rodea con el brazo. Así nos tiramos la hora y media que dura la película. Cuando termina nos levantamos para estirar los músculos que debido a la postura, nos duelen.
—Ha sido buenísima —Dice Rafa.
—Me he reído muchísimo. Tengo que empezar a hacerte caso más a menudo.
—Por fin te das cuenta.
En ese momento me coge y me empieza a hacer cosquillas. Sabe que las cosquillas son mi punto débil y empiezo a reírme a carcajadas y a removerme como un gusano en su anzuelo.
—¡Basta Rafa, me voy a morir!
—¡Nunca! — Exclama y yo aprovecho un momento de debilidad y me escapo corriendo. Ya que el dormitorio no es que sea inmenso, no tengo demasiado espacio para correr, así que de pronto me encuentro atrapada entre la puerta de salida, Rafa y a unos escasos metros, la cama de Hugo.
En una desesperada salto a la cama de Hugo y paso por encima pero cuando bajo, no me da tiempo a correr muy lejos porque Rafa me intercepta y caemos rodando a su propia cama. Sus manos se mueven rápidamente por mi estómago haciendo que patalee e intente zafarme de su agarre sin éxito mientras me río a carcajadas. No se exactamente el momento en que sus manos empiezan a bajar el ritmo y sus cosquillas se convierten en caricias. Sus manos recorren mi abdomen y mis piernas. Siento su aliento cerca de mi cara y siento que el corazón me va a mil. No tengo tiempo de decir nada porque sus labios embisten los míos de pronto. Tardo un poco en reaccionar pero enseguida le sigo.
Nunca nos habíamos besado así de intenso. Siempre habían sido besos dulces pero nunca habíamos llegado al punto de que Rafa me empieza a quitar la camiseta y planta besos húmedos por mi abdomen.
Cuando hace un amago de desabrocharme el botón del pantalón le aparto.
No quiero llegar a hacer algo más. No ahora.
No me malinterpretéis, me siento a gusto con Rafa pero ahora mismo no me nace llegar a nada más con él.
—Rafa... No —Digo muriéndome de la vergüenza. Él me mira con los ojos brillantes pero un atisbo de decepción aparece en su cara.
—No pasa nada Eva. No voy a hacer nada que tú no quieras.
Asiento con la cabeza y me muevo a un lado. Paso la camiseta gris por mi cabeza y me levanto para ir al baño. Siento como la habitación se ha cargado de incomodidad. Cierro la puerta del baño y me miro al espejo. Tengo los labios ligeramente hinchados y el pelo revuelto.
¿Por qué se me hace raro que Rafa me bese así? Él está claro que me desea. Pero, ¿y yo a él?
Me tomo unos segundos más para relajarme y enfrentarme a la situación. No tendría que estar resultando tan raro, pero es que me siento mal haberle apartado así.
Salgo del cuarto de baño y me aclaro la garganta para llamar su atención. Está tumbado en la cama mirando al techo.
—¿Estás molesto conmigo? —Pregunto.
Rafa se incorpora y se dirige hacia mí y me da un abrazo.
—Claro que no —Le envuelvo con mis brazos y oculto mi cara en su pecho. Mis ojos se humedecen. ¿Estoy haciendo bien? Es tan buena persona, no puedo dejarle escapar. Me quiere. Y yo a él.
No sé, necesito pensar.
—Rafa, me encuentro mal. Creo que me voy a ir a casa.
—¿Estás bien?
—Sí, sí. Solo necesito descansar... sola.
Le doy un beso en la mejilla y me dirijo a la puerta.
—Te quiero. ¿Lo sabes verdad? —Le digo antes de cerrar la puerta. Rafa asiente con la cabeza y me voy.

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Esperando
FanfictionUno no elige lo que siente. A veces no puedes evitar que se te acelere el corazón por la persona equivocada. Sabes que no puedes, pero quieres. Eso es lo que les pasa a Hugo y a Eva. A veces no tienes más remedio que tirarte al vacío para conseguir...