Eva
Noemí me lleva de nuevo al hotel. Cuando llego a mi respectiva habitación la siento muy fría. Ahora mismo noto aún más la ausencia de Anne y de Sam, armando barullo a mi alrededor, siendo tan positivas como son e intentando ayudarme en todo... ahora mismo las necesito más que nunca.
Llamo a Anne por teléfono.
—¡Eva! Qué alegría que me llames —Me contesta inmediatamente Anne—. ¿No te cuesta muy cara la llamada?
—Descuida, con mi compañía de móvil tengo llamadas gratis en toda Europa.
—Mucho mejor, así me puedes llamar cada vez que te aburras. ¿Qué tal Hugo?
Hago un pequeño resumen de lo que me ha contado Noemí: como sigue sin despertar y que puede caer en un coma aunque no sea muy probable, pero sigue preocupándome mucho.
—He podido pasar a verle... no sabes como estaba —Rememoro la imagen en mi mente, y un escalofrío me recorre el cuerpo —. Mejor no lo quiero ni pensar.
—Eva escúchame bien. No eres la culpable de nada, ¿me oyes?
Tantas veces me han repetido eso, tantas veces que sigo sin perdonarme.
—Anne, déjalo. Cuando despierte lo primero que voy a hacer es pedirle perdón.
Y decirle cuánto le quiero.
—Una pregunta... —comienza a decir mi amiga e instantáneamente me pongo nerviosa —. ¿Qué estabais haciendo Hugo y tú esa noche? Desaparecisteis de la barra libre.
Así que se dio cuenta.
—Eva, ¿hay algo entre vosotros?
Abro mucho los ojos, no me esperaba esa pregunta. ¿Le digo la verdad?
—No, no. Solo somos muy buenos amigos. Hemos tenido una conexión especial desde el principio, pero... amigos. Nada más —Miento a mi mejor amiga. No quiero tener esta conversación por teléfono, prefiero hacerla cara a cara. Soy consciente que estoy haciendo la bola cada vez más grande y que las consecuencias pueden ser cada vez más graves, pero ahora mismo no tengo las fuerzas necesarias para afrontar la situación, y contestar todas las preguntas y en el peor de los casos reproches, que puedan salir de su boca.
—¿Estás siendo sincera del todo? ¿No te atrae? ¿Ni lo más mínimo?
—A ver, es muy guapo y eso pero... no.
Anne se queda unos segundos en silencio.
—Te creo, te creo... Bueno da igual, cambiemos de tema.
Anne empieza a ponerme al día de lo ocurrido desde que se fueron. Dice que el vuelo estuvo bien, pero hubo unas turbulencias que hicieron que se cagara viva aunque menos mal que estaba Gèrard a su lado para tranquilizarla.
También me informa de que ha estado observando atentamente y que parece que Rafa y Anaju se juntan más de la cuenta. ¿Nueva pareja a la vista? La verdad es que no sé si Rafa estará preparado para comenzar una nueva relación ante lo reciente que ha sido la ruptura, encima, la otra noche me dijo que no me había olvidado todavía, pero me gustaría pensar que está intentando abrir su corazón a alguien más y estoy encantada. Encima más si es con alguien como Anaju. Ella si que puede quererle como se merece.
Nos quedamos hablando una hora más, pero decido cortar ya que me muero de sueño. Nos despedimos y me dice que la llame ante cualquier novedad y la digo que será la primera a la que llamaré si mejora la cosa... o empeora.
Dejo el móvil en la mesilla y decido ponerme de nuevo el pijama. Lo cojo de la silla que está al lado de mi mesilla de noche y me lo pongo. La ropa de la noche del accidente está ahí tirada de mala manera. Cuando llegue a Madrid la tiraré o donaré, no quiero verla en mi vida. Solo me trae recuerdos de esa noche.

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Esperando
FanfictionUno no elige lo que siente. A veces no puedes evitar que se te acelere el corazón por la persona equivocada. Sabes que no puedes, pero quieres. Eso es lo que les pasa a Hugo y a Eva. A veces no tienes más remedio que tirarte al vacío para conseguir...