Eva
Qué acabo de hacer.
Qué narices acabo que hacer.
Estoy mal de la mente. Estoy fatal de la mente. Metedme en un manicomio ya.
En qué estaba pensando al volver a besar a Hugo. Encima de esa manera. Como si yo no tuviese oxígeno y le necesitara para respirar.
En cierta manera es así. Necesitaba volver a besarle. Cuando nos besamos en la entrada de la academia, me prometí a mi misma que no iba a ocurrir, pero una vez que estuvimos en casa, le vi a mi lado, tan jodidamente guapo y con su carisma que me atrae tanto, que no pude evitar volver a besarle.
Sería la tía más mentirosa del mundo si dijera que es la última vez que quiero besarle. Pero simplemente no puedo.
Es solo un beso, un maldito beso que para mi significado mucho más de lo que estoy dispuesta a admitir.
Estoy perdida.
············
Me estoy secando el pelo mientras tarareo una melodía improvisada. Vaya, es bastante buena, tendré que intentarla con el ukelele más tarde.
Llevo unos días sin inspiración. ¿Por qué? La clara respuesta es porque estoy bloqueada. Llevo bloqueada varios días debido a que no puedo pensar nada más que en el maldito chico rubio que besé hace unos días.
No nos hemos a hablar desde entonces. Mentiría si dijese que no llevo días esperando a ese mensaje que nunca ha llegado o que me parase en algún momento para hablar sobre el tema. Nunca llegó ese momento.
¿Por qué no le he hablado yo? Porque... Pues no tengo ninguna razón sólida la verdad, solamente que estoy demasiado abrumada y cagada por toda la situación y no puedo coger el toro por los cuernos.
Hugo haciendo como que no existo es mi respuesta a mi pregunta de cuanto le puedo gustar. Nada. Simplemente tengo que dejarlo ir. Va a ser lo mejor.
Ni siquiera sé porqué me he permitido llegar hasta este punto.
Yo tengo una relación, alguien que me quiere y yo le quiero a él. Estoy contenta.
¿Verdad?
El timbre de la puerta interrumpe mis pensamientos y la verdad que lo agradezco. Espero a ver si Anne va a abrir pero como no oigo ni la puerta de su habitación abrirse y yo como acabo de terminar de secarme el pelo, voy a abrir la puerta.
Sinceramente no sé quién será. No esperamos a nadie, a no ser que sea Gèrard que va a hacer planes con mi amiga.
Abro la puerta y la última persona con quien me quiero encontrar aparece en mi campo de visión.
No sé que cara tendré ahora mismo. Siento como que mis emociones van cambiando rápidamente.
Al principio muestro incredulidad; ¡Anne tiene que empezar a avisarme cuando va a traer a gente a nuestra casa y más si es Hugo! Después me fijo en lo guapo que se ve con su pelo rubio peinado hacia arriba y la sudadera negra ancha que lleva y siento que la temperatura de la habitación sube veinte grados pero enseguida siento como la rabia se apodera de mí por ser tan estúpida, por haber bajado mi guardia como un tío como él al que ni siquiera le importo y por último me entran ganas de llorar ante lo difícil que es la situación y lo patética que soy.
Doy las gracias cuando Anne aparece justo antes de que Hugo siga pensando que soy una gilipollas hormonada.
No me apetece seguir compartiendo aire con Hugo así que me marcho a mi habitación como si mi vida dependiera de ello.
Media hora más tarde me dispongo a salir de casa. He quedado con Rafa en su apartamento para ver una película aprovechando que Hugo no está y tenemos el dormitorio para nosotros solos. Cruzo el pequeño pasillo lo más silenciosa que puedo. No quiero interrumpir y tampoco quiero conectar miradas con Hugo, así que rezo que estén bien implicados en lo que hacen.
Escucho el diálogo. Los he visto tanto practicar que ya sé perfectamente por donde van. Anne últimamente ha estado ensayando conmigo sus líneas que casi te las puedo decir a la perfección.
Es la parte en la que Noah y Allie se van a besar. No puedo evitar quedarme mirando fijamente. Me quema por dentro ver como está Anne tan cerca de Hugo. Yo lo estaba también hace unos días. El recuerdo brota en mi mente y no puedo evitar que me escuezan los ojos.
Hugo posa su mirada en mí y yo salgo precipitadamente por la puerta. No sé si van a practicar o no el beso, pero la verdad es que no quiero estar aquí para comprobarlo.
············
Rafa me recuesta sobre su costado. Estamos disfrutando tranquilamente de la película, tumbados en la cama. Me acaricia el pelo de forma cariñosa y yo me pego más a él, sintiendo su calor.
Es Rafa, es mi Rafa.
Mi mejor amigo a pesar de todo. Con él estoy segura y a gusto. No necesito nada más.
Entonces, ¿por qué la cara de Hugo sigue apareciendo en mis pensamientos?
Los créditos finales aparecen en la pantalla. Rafa se despereza un poco.
—¿Te ha gustado la película? —Dice. Yo asiento con la cabeza. La verdad es que no me ha gustado mucho. Me ha parecido una película bastante plana, y poco interesante. Mucha acción y pocos valores. Como le gustan a Rafa.
Últimamente no dejamos de ver lo que él quiere. A mí me encantan las películas antiguas o las francesas con subítulos, pero él se pone como un niño pequeño cuando lo propongo, así que cansada de discutir con él, dejo que ponga lo que quiera. Total, hoy tampoco es que estuviese prestando especial atención a la película.
—Te he echado de menos —Dice enterrando su cara en mi cuello. Comienza a dejar pequeños besos que me hacen cosquillas. Yo acaricio su cabellera rizada—. Últimamente has estado muy ausente y ocupada, ¿todo bien? Sabes que puede contarme lo que sea.
—Sí amor, no te preocupes —Respondo y como buena actriz que soy creo que sueno convincente.
—¿Seguro? Siento que desde que empezamos a salir has dejado de contarme cosas. Me refiero a que antes nos contábamos todo, hasta la más mínima de las preocupaciones.
—La verdad es que no sé porqué lo dices. Sigo contándote todo lo que pasa que ahora estoy muy bien. No tengo ninguna preocupación.
Él me planta un casto beso en los labios.
—Por cierto, estaré fuera una semana mínimo a partir del domingo.
—¿Y eso?
—Un familiar mío ha fallecido desgraciadamente, y tengo que asistir y apoyar a mi familia.
Le abrazo.
—Rafa, no me habías contado nada. ¿Estás bien?
—Sí, sí. Apenas le conocía. Pero era el primo de mi madre y era muy importante para ella.
—Comprendo —Le acaricio suavemente la cara.
Rafa apoya su mano en la mía, la cual reposa en su mejilla.
—Eva, te quiero. Mucho. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. No sé que haría sin ti. Siento que lo nuestro es para siempre.
Yo me quedo muda sin saber que decir.
—Eres la única persona que sé que no me fallaría. Por que no lo harás. ¿Verdad?
Mi corazón se retuerce dentro de mí. Me siento la peor persona que habita en este planeta.
No puedo contestarle así que me acerco a él y pego mis labios a los suyos, esperando que todo lo que ha pasado en las últimas semanas se borre por siempre de mis recuerdos. Aunque sé que sólo estoy engañándome a mi misma al tratar de desmentir el hecho de que con quien me gustaría estar ahora mismo realmente no está aquí, sino en mi casa, ensayando con mi mejor amiga.

ESTÁS LEYENDO
Esperando
FanfictionUno no elige lo que siente. A veces no puedes evitar que se te acelere el corazón por la persona equivocada. Sabes que no puedes, pero quieres. Eso es lo que les pasa a Hugo y a Eva. A veces no tienes más remedio que tirarte al vacío para conseguir...