Capítulo 26

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Hugo

Después de la desastrosa cena todo fue a peor. Discutí con Aurora. La reproché que porqué tenía que ser así siempre que se ponía celosa. Ella se hacía la tonta diciendo que lo había hecho sin querer, pero la conozco demasiado como para saber que no es verdad. Estaba demasiado cabreado. Ver la cara de dolor de Eva al ver a Rafa yéndose enfadado y la última mirada que me echó cuando se fue, me hizo un nudo en el estómago.

Debería haber intentado convencer a Aurora de hacer otro plan para evitar posibles desastres, pero una parte de mi quería ver a Eva, fuese la situación que fuese. Tampoco debería haberme quedado a dormir esa noche. Rafa y yo estaríamos hablándonos, yo no hubiera peleado con Aurora y no habría empezado a desarrollar sentimientos hacia Eva.

Llevo escribiéndola varios días pero ignora completamente mis mensajes. No entiendo porque se ha cabreado tanto conmigo.

Hoy es miércoles. Es el día de la actuación de Eva. Me dijo que fuera. Pero eso ya hace un tiempo, con esta situación no creo que sea muy buena idea que vaya.

Pero de verdad que me apetece mucho estar ahí y ver como canta. Es magnética.

Antes de decidir que hacer, recibo una llamada: Aurora.

Espero hasta que salte el contestador. Llevamos unos días sin hablar. De verdad estoy cansado de su comportamiento. Últimamente me he planteado seriamente en dejarla. Lo que pasa es que conociéndola tengo miedo lo que pueda hacer por despecho. Sabe demasiado de mí y de mi yo de hace unos años del que no estoy precisamente orgulloso.

Encima que espero, ¿Que deje a Aurora y que inmediatamente Eva sienta algo por mí?

Mejor me dejo de tonterías. Sé que quiere a Rafa y tampoco podría hacer daño a mi mejor amigo.

Miro la hora en el móvil. No falta mucho para que Eva le toque cantar. Rafa está desaparecido. No he sabido nada de él en todo el día, salvo que le he visto en alguna clase. No tengo ni idea si irá o no, pero voy a ir. Tengo que aclarar las cosas con los dos.

Llego justo de tiempo. El autobús tardó más de lo planeado y al ser la primera vez que voy al sitio, me ha costado encontrarlo. Barajo la idea de escribir a Eva preguntándole si ya está dentro. Abro WhatsApp y busco su contacto. Veo como está en línea. Voy a escribir y de pronto veo como los ticks, que han estado de color gris varios días se tornan en azul, indicado que ha abierto el chat.

Espero que me escriba algo pero no pasa. Contengo una mueca y diviso el entorno buscando alguna cara familiar. Varias personas están entrando y hay otras fuera sentadas en las pequeñas mesas. Hace ya bastante frío para estar en la terraza en mi opinión.

De pronto la veo. Eva lleva un abrigo que le queda bastante grande, casi llega a sus gemelos. Está mirando la pantalla del móvil con expresión dudosa. No dudo en acércame.

—Clavar un visto duele, que lo sepas —Interrumpo sus pensamientos y Eva me mira sobresaltada. No sé si le alegra el hecho de que esté aquí, pero lo estoy y no puede hacer nada.


Poco tiempo después me encuentro observando como Eva se come el pequeño escenario de sobra. Siento un poco de rabia al pensar que ni Anne, ni Sam, ni Rafa están aquí para escucharla. Con la ilusión que le hacía a ella... Pero esa rabia se pasa al verla tan cómoda y suelta, cantando sin ninguna preocupación y sonriendo como nunca la había visto hacer.

Anuncia que va a cantar una canción de ABBA llamada Andante. Nunca la había escuchado, pero es preciosa. Nuestros ojos conectan varias veces durante la canción y no puedo evitar ponerme nervioso cuando siento que me la canta a mi.

Menudas tonterías dices Hugo.

Entonces llega el momento que menos me esperaba. Eva me pide que salga a cantar con ella. Reproches. Como en el parque. Ese momento fue tan especial, pero sin duda este le supera.

A mí desde siempre me ha encantado cantar en escenarios, y me siento muy cómodo. Súmale estar con Eva. Nuestras voces se funden de una forma excepcional. Nunca había sentido esto al cantar con nadie. Ni con Aurora. Ella y yo solíamos cantar juntos en Córdoba a veces, pero no se porque cantando con Eva, mis nervios están a flor de piel.

Podría perderme en su mirada en cualquier momento así que junto todas mis fuerzas para concentrarme en la canción.

Terminamos el verso final y no podemos apartar la vista del uno del otro.

Espero no ser el único que está sometiendo lo que sea que estoy sintiendo en este preciso momento.

Decido romper el contacto visual y me bajo rápidamente del pequeño escenario mientras la gente aplaude al rededor. Cojo mi cazadora y salgo a esperarla fuera. Por mi mente pasan un montón de cosas y tengo que intentar organizarlas a solas.

Saco la cajetilla de tabaco que tengo en el bolsillo guardado, y enciendo un cigarro. Veo como Eva sale del local y recorre la mirada por toda la gente, buscándome. Cuando me encuentra se dirige a mí.

—Les has encantado a todos. Te lo dije —Digo. Sigo sin comprender que me está pasando y no estoy a gusto con el hecho de que mi corazón martillé de esa forma cada vez que tengo a Eva al rededor y lo peor que esa sensación se ha amplificado después de esto.

—Les hemos encantado a todos, también. La dueña ha dicho que podemos volver cuando queramos —Responde Eva. Se nota que rebosa felicidad y enseguida me siento más feliz.

—Ha estado bien.

—Ha estado muy bien —Me corrige y sonreímos.

Me aclaro la garganta y me acerco a ella. Las palabras me salen solas. Todo pasa muy rápido. Le digo algo de que con su voz deja anonadado a cualquiera, sobretodo a mí. No estoy pensando lo que suelto por la boca. Las palabras fluyen sin más y es mejor que me calle antes de que diga algo de lo que más tarde me pueda arrepentir. Sus ojos brillan mientras se clavan en los míos y siento como una especie de atracción que nos va acercando lentamente.

Si me inclino un poco podría besarla. Siento el cosquilleo de nuestras narices al chocarse. No hace ningún amago por apartarse, así que puede que ella quiera que pase tanto como yo.

Tengo tantas ganas...

Pero no me voy a arriesgar. Puede que con la emoción del momento se confunda. Si la beso muy probablemente me lo recriminará después y volveremos a estar mal. Si la beso puedo dar por terminada mi amistad con Rafa y no quiero hacerle daño a Aurora. Y no quiero que nos arrepintamos más tarde Eva y yo.

Con todo eso en mi cabeza, me aparto lentamente y decido marcharme. Puedo ver la expresión dolida en el rostro de Eva pero eso no me impide dar la vuelta y caminar hacia la parada de bus.

Estoy seguro que no va a venir corriendo detrás de mi así que decido echar una última mirada hacia ella y desaparezco entre los árboles.

Es lo mejor.



··············

Teníamos que conocer el punto de vista de Hugo respecto a lo que ocurrió ayer... ¡cómo se está poniendo el ambiente!

No os perdáis los próximos capítulos... sólo digo que ¡SE VIENE FUERTE!

EsperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora