Capítulo 33

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Eva

Hoy es noche de fiesta y estoy más que preparada.

La academia organiza una fiesta con temática de Halloween. En un abrir y cerrar de ojos se ha acabado octubre, y ya llevamos unas semanas de noviembre. Pero por cosas de la Academia, celebran Halloween ahora.

Mientras se celebre, yo no me quejo. Es de mis celebraciones favoritas y estoy emocionada.

Sam entra sin llamar a mi habitación mientras yo me subo los pantalones campana de terciopelo negro que he decidido ponerme. Samantha nos ha convencido a Anne, Nia, Anaju y a mí que vayamos de gatas negras.

Lo sé, muy poco original.

Sí, estuve en contra durante mucho tiempo porque yo quería ir de algo que de un mínimo de miedo.

Sí, Sam acabó ganando la discusión y por eso vamos vestidas como ella quiere.

Odio que sea tan convincente.

—¿Qué tal me queda? —Dice indicando su pequeño top con escote negro —. ¿Me hace pecho?

—Uno, ¿nunca te han dicho que se llama antes de entrar? Y dos, te hace unas tetas increíbles.

—¡Perfecto! —Se acerca a mí —. Dios Eva, tú si que tienes un pecho increíble.

Me cohibo un poco ante lo que me ha dicho mi amiga. Yo no suelo ir tan expuesta casi nunca y soy consciente de que soy una persona bastante agraciada de la zona superior de mi cuerpo. Para algunos sería un regalo, yo no suelo darle importancia.

—Gracias...

—¡Chicas! la siguiente en maquillarse —Grita Nia —. Eva ven corre, que tú no tienes ni la base y te tienes que poner las lentillas.

Me dirijo al baño. Nia se ha traido todo su kit de maquillaje profesional. Ella se ha ofrecido a ser nuestra maquilladora personal, ya que es la más experta en estos temas.

—Sigo sin entender porqué narices quieres ponerte unas lentillas con los ojos tan bonitos que tienes —Sam se apoya en el rellano de la puerta del baño.

—Si tengo que ir de gata básica al menos me pongo unos ojos de gato amarillos llamativos —Respondo mientras me coloco las lentillas con precisión y rapidez. No es algo que no haya hecho antes. En mi casa, en Galicia, me encantaba experimentar con este tipo de cosas —. Perfecto —Me miro al espejo y saco la lengua.

—Te queda genial —Me piropea Nia —. Venga, tengo que maquillarte, estate quieta.

Quince minutos más tarde ya estoy lista. Vaya, realmente Nia hace maravillas.

—Hija mía, con esa cara eres la octava maravilla del mundo.

Yo ruedo los ojos.

—No me seas exagerada.

Tardamos otro rato en terminar de arreglarnos y cuando estamos listas las cinco, salimos de mi casa para romper la noche.

········

Realmente la Academia se lo ha currado bastante. La ambientación es una pasada. La gente trae unos disfraces impresionantes y yo vuelvo a sentirme demasiado básica, pero al mirarnos a las cinco, me alegro de compartir esto con mis amigas.

—¡A pasarlo bien! —Exclama Anaju y me coge del brazo para llevarme al centro de la pista. Yo hago lo mismo con Samantha y acabamos haciendo una cadena hasta que nos hacemos hueco en medio del gentío.

Yo no puedo evitar fijarme si Hugo está por aquí. Intento buscar esa cara que me tiene loca entre la multitud pero me es imposible. Tampoco sé de que va a ir.

EsperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora