Capítulo 43

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Eva

Sé que Hugo pensaba que iba a pasar nuestra última tarde, aquí en Copenhague con él, pero habíamos hablado las chicas y yo por la noche en ir a unos sitios específicos y no podía rechazar nuestros planes.

Pero no importa, porque esta noche nos vemos y bajo mi parecer, la noche hace todo más especial.

—Os quiero listas ya de ya —Nos dice Samantha. Ya está equipada con su mochila y unas zapatillas cómodas para caminar. Yo me acabo de atar las mías y Anne está terminando de meter las cosas necesarias en su mochila como una botella de agua, algo para picar, el móvil y una pequeña cámara de fotos que se ha traído y que ha estado utilizando estos días constantemente. Cuando lleguemos a casa las imprimiremos y haremos un book de fotos.

Decidimos salir de una vez. Especialmente queremos ir a ver especialmente la escultura de La sirenita. Una escultura que está sobre una roca y nos hace ilusión verla. Al pensar en una sirena no puedo evitar pensar en la canción de Hugo. Sigo dando vueltas a cómo puede haber escrito algo tan bonito y lleno de significado.

Una parte de mí piensa que quizá se ha inspirado en mí, ya que no me paraba de mirar mientras la canta y versos como "empezaré por tus ojos que imitan los mares..." pero la parte realista de mí me dice que me baje de la nube y que deje de pensar tonterías.

Nos pasamos toda la tarde de aquí para allá sin parar. Nos hacemos muchas fotos y nos reímos. También aprovechamos para comprar unos recuerdos para nosotras y nuestras familias. Quiero pillarle algo a Hugo para esta noche, pero desgraciadamente no veo nada que le pueda gustar de verdad así que decido dejarlo para otro momento.

Tan rápido como se pasa la tarde, llega la noche y aunque estamos muertas, tenemos que arreglarnos para ir a cenar y la verdad es que yo tengo que hacer un poco esfuerzo de más ya que quiero que Hugo me vea fantástica esta noche.

Llegamos al restaurante. Es un pequeño sitio céntrico de comida tradicional danesa. Samantha y Flavio faltan y me da un poco de pena que se pierdan nuestra última cena juntos en esta maravillosa ciudad, pero entiendo que quieran irse a pasar tiempo juntos a solas. Yo llevo esperando todo el día que llegue la noche para estar a solas con Hugo.

Me siento enfrente de Hugo y al lado de Anne y desgraciadamente tengo a Rafa a mi otro lado, aunque intento hacer la situación lo menos incómoda posible. Incluso en ocasiones puntuales bromeamos. Noemí nos dedica unas palabras a todos por nuestro compromiso y dedicación y que esta segura que hemos impresionado a muchas compañías.

Miro a Hugo y le sonrío. Hoy nos ha vuelto a dejar todos boquiabiertos, estoy segura de que le van a llamar pronto. Espero que alguien se interese por mí, aunque si no lo hacen eso no me va a impedir que siga luchando por mis sueños. Ya habrá más oportunidades.

Llegamos al hotel y nos indican que tenemos barra libre hasta las dos de la madrugada. A mí esto de beber no me hace mucha gracia, así que voy en busca de Hugo para aprovechar que todo el mundo está más centrado en el alcohol que de percatarse de que nos hemos ido.

Le escribo dónde está y me responde que me espera en la entrada del hotel. Me despido de Samantha y Anaju y me dirijo hacía la salida del salón para irme a la entrada pero alguien me retiene antes de que llegue.

Es Rafa.

—Eva —Me dice como saludo. Yo me quedo un poco bloqueada ya que no sé que querrá decirme.

—Hola, Rafa.

—Mmm... solamente quería decirte que... entiendo que estemos en una situación complicada pero esta noche ha estado bien estar a tu lado en la cena y sentir que se puede estar cómodo a tu lado.

EsperandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora