El Imperio Uzumaki

Capítulo LXIX: La Guerra Parte 34

Persona hablando: Hola.
Bijuus hablando: Humanos idiotas.
Deidades hablando: La humanidad depende de una persona.

Notas del autor: Hola que tal gente.

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En el capítulo anterior de El Imperio Uzumaki, Konohamaru Sarutobi con unos 200 shinobis más le seguían hacia el País del Remolino, pero cerca de la frontera entre el País del Fuego y la nación de los Uzumakis un grupo de anbus y chunnins y jounins de la aldea oculta entre los Remolinos comandados por Yolanda. Yolanda comandaba dicha fuerza porque Raúl Uzumaki había sido capturado por los shinobis leales a Danzo Shimura.

Por otro lado nuestro protagonista se dirigía hacia la aldea oculta entre las hojas con Kurama y unos 8000 hombres para rescatar a su alumno. Durante el trayecto Kurama le explicaba los resultados de la última batalla de las fuerzas de Minato contra los leales al Shimura, además de que durante el camino habían arrasado con varios ejércitos mercenarios del viejo halcón de guerra.

Mientras tanto en la aldea oculta entre la Arena ocurría una reunión del consejo con el Daimyo del País del Viento sobre la su unión al País del Remolino. Durante la reunión el Daimyo básicamente ya sabía de antemano la venta de material militar a los enemigos de su nación, y si no intervino fue porque se enriquecía.

Cuando el Daimyo ordeno a su maestro Kage dirigir un ejército contra su aliado, Gaara le amenazo con una guerra civil si seguía con sus planes.

P. O. V. Normal

En la aldea oculta entre la Arena

Sala del consejo

En la sala solo reinaba el silencio después de la amenaza lanzada por Gaara al Daimyo del País del Viento sobre la invasión del País del Remolino. Los shinobis del consejo estaban sorprendidos de la amenaza que había lanzado su líder, pero igualmente seguirían sus órdenes aunque tuviesen que librar una guerra civil contra unos corruptos. Por otra parte los civiles no se creían las palabras del maestro Kazekage pensando que si le quitaban del puesto controlarían a todas las fuerzas del País.

Pero el que estaba realmente cabreado era el Daimyo al ver que el líder de sus fuerzas armadas no accedería a invadir a su aliado para ganar posición y precios mejores para sus exportaciones e importaciones. Básicamente no quería obedecerle en lo que era "mejor" para el País del Viento.

Daimyo del País del Viento: ¡¿Estas amenazándome con una guerra civil Kazekage?! Le pregunta explotando pensando que como un inútil don nadie le osaba decir algo en contra de sus planes. Los nobles del país le habían dicho que él al ser el Señor Feudal del País del Viento podía hacer lo que quisiese. Por eso había violado a cualquier chica que hubiese visto de golpe, además que las amenazaba de matarla si llegaba a decir algo. También había subido los impuestos a tan nivel que algunos aldeanos de las villas y ciudades del País directamente decidían suicidarse por tener que pagar tanto, ya que no podían directamente alimentar a sus familias con lo poco que les quedaba. Entre los afectados por los impuestos habían empezado a formar y reunir recursos y armas para hacer un levantamiento armado para poner de Daimyo a su hermana mayor, la que tendría que haber sido líder del País.

Gaara: No creas que se lo que haces Daimyo dono. Sé que violas a cualquier mujer que ven tus ojos, y no creas que he visto como miras a mi hermana. Antes tendrás que matarme para solo tocarla un pelo. Le responde Gaara haciendo que su arena aparezca sorprendiendo a los civiles, ya que la arena estaba protegiendo a su hermana y a sus partidarios por si acaso decidían atacarles.- También tu maldita subida de impuestos está destrozando el País a un ritmo acelerado dentro de un tiempo, ya no tendremos capacidad para mantener los gastos normales que antes podíamos sostener con un nivel normal de impuestos o hasta bajarlos un poco más para aumentar el dinero de las familias -. Continúa para que la arena llegue hasta directamente cerrar las puertas de la sala encerrando a todo el mundo sin escapatoria.- Además de que tus planes contra Uzu lo único que traerán será la muerte para nuestro pueblo. Yo pensé que podrías ser un buen Daimyo, pero ahora veo que solo eres un maldito codicioso y arrogante, que cuando no consiguen lo que quiere comienza a gritar y despotrican para intentar conseguir sus objetivos. Si quieres guerra contra el País del Remolino tendrás que destruir a mis leales primero -. Finaliza para que su mirada se clave en los ojos del Daimyo haciendo que su rostro cabreado por no conseguir sus objetivos, cambie a uno lleno de terror al ver que podría morir sabiendo que los únicos que le apoyan en esta sala son los civiles y dos miembros del consejo shinobi.