CAPÍTULO 13 - IGUALDAD

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Segunda Parte

Los entrenamientos





Pétalos

Sé que un día caeré. No me queda mucho tiempo de vida. Pero sé que soy la flor más hermosa de todo el campo. Que batallé para resistir la tempestad, que dejé de ser un capullo que se escondía de sus miedos. ¿Y sabes qué pienso? Que luego de haber caído todos me recordarán, pues no morí en vano.

María Johnson





—¿Qué coño quieres? —preguntó Danniel.

Destiny se acercó con las manos en la cintura, amenazante.

—Por Dios, Nina, estás en todas partes —dijo—. Primero Eric, ¿ahora mi ex? —Se enfocó en Danniel—: Te advierto que esta niña es más zorra de lo que parece.

—Oye, basta. Ella no tiene nada que ver con este rollo.

—¿Ahora la defiendes? Si pretendes que la zorra mugrienta se quede contigo para que me puedas olvidar, lamento decirte que eso no será posible. Desde que llegó anda metiéndosele por los ojos a Eric para usarlo a su antojo. Si supieras que la vi en la sala de telepatía casi besándolo, te darías cuenta de que lo único que busca es metérsele en la cama como la propia prostituta.

Al escuchar esas palabras un calor infernal me recorrió la columna haciendo que tuviese repercusión en mi toma de decisiones. Estaba dispuesta a ir y cerrarle la boca justo cuando Danniel me agarró por los hombros, impidiéndolo. Me giró hacia él:

—Escúchame, quiere provocarte.

—Te juro que lo que dice no es cierto. —Las lágrimas de impotencia emergieron en altas temperaturas, quemándome las mejillas—. Nosotros solo estábamos practicando telepatía. Eric me estaba haciendo un despeje.

—¡Suéltala, Danniel, a ver si es tan rebelde como dicen que es!

—Nina, escucha, no caigas en su juego. No llores. Destiny es hipnotista, está hecha para influenciar el comportamiento de las personas.

Destiny corrió hacia nosotros.

Aterrada de que pudiese herirnos, Danniel se percató de su desplazamiento y se situó en frente. Me alejé de la zona de riesgo esperando que ella utilizara algún poder mental en su contra. Y no fue así. Atacó cuerpo a cuerpo: patadas altas y puños firmes demostraron lo temible que podía ser. Su maldad se reflejó en la manera en la que arrugaba la nariz.

Danniel pudo esquivar los primeros golpes, pero una de las patadas fue en dirección a la herida de su estómago que aún no había cicatrizado debido a lo reciente de la última pelea. Lo alejó a varios metros de mí, suficiente como para que ambas tuviésemos un duelo. Quería asumir el reto y darle una lección. Pero la imagen lamentable de Danniel me hizo cambiar de parecer. No existía nada más importante en ese momento que socorrerlo en su desgracia, mientras trataba de recobrar el oxígeno viéndome con angustia. Me moví hacia él.

—Tú no vas a ningún lado, niña. —Destiny se atravesó.

Me generó pavor su postura intimidante abarcando mi espacio con los brazos extendidos. Evité recibir cualquier tipo de agresión situando las manos, abiertas, al frente. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué le demostraba que tenía miedo? Debía reaccionar antes de que me tildara de gallina. No me sentía en capacidad de darle lucha, sin embargo, comenzar por defender mi lugar era un buen indicio de valor:

A flor de piel [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora