Kim Heechul y Choi Siwon son hermanos que no llevan una muy buena relación. Ambos son totalmente distintos en todos los aspectos , más no saben que en la cama todo cambia, al entrar por esa puerta .
Las calles de Seúl, estaban repletas de luces navideñas por doquier, avisando que la Navidad estaba en un abrir y cerrar de ojos. Había calles en dónde la nieve era gruesa, como en el lugar en dónde vivíamos, y había otras zonas en dónde apenas nevaba, o incluso era nulo en otros lugares.
Niah estaba vuelta loca con todas las cosas que habían para decorar las casas, así como todos los accesorios que llevaba el árbol de Navidad. Sin duda, a Siwon le iba a costar caro el mes de diciembre por tanta luz en casa,pero sabía que no le importaría con tal de ver a su hija feliz.
El árbol lo pusimos a un costado de la chimenea, justo en dónde una ventana daba a la calle, dejando ver nuestro arbolito para todos.
En lo que Niah ponía adornos en la parte baja del árbol, yo enredaba las luces y ponía unas plumitas en lo alto del pino, dejando ver un árbol muy decorado. Sin duda, era una de las épocas del año más bonitas y no estaría al lado de mi pareja para disfrutarlas aún más.
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Cómo nuestros papás nos habían corrido de casa desde que supieron que me vendía todas las noches, intentaron acercarse a nosotros cuando Niah había nacido, pero Siwon no los perdonaba de todas las cosas hirientes que papá había dicho sobre mí ese día. Por lo tanto, íbamos a pasar la festividad solos en casa, en espera de un milagro de que Siwon estuviera con nosotros.
El eunhae estaba vuelto loco con BonHwa, quién ya tenía dos meses de vida y que los despistados de sus papás, aún no aprendían a cambiar un pañal, o el sostenerlo en brazos de forma correcta.
A veces me molestaba no prestaran atención a las indicaciones que les daba, pero trataba de entender que estaban en una faceta totalmente nueva y que nunca en su vida habían estado cerca de un bebé. Yo tampoco sabía en un inicio,. pero había disfrutado del aprender para atender a Niah cuando era una bebé.
Una noche anterior, Siwon nos había hecho una videollamada, en dónde estuvimos hablando un rato con él, notando lo cansado que se veía, e incluso tenía una barba y bigote que no eran del todo mi agrado, pero no podía quejarme, ya que el pobre ni tiempo tenía para ir al baño o comer.
Cuándo Niah se quedó dormida, había escapado al baño con la iPad y así, hacer cibersexo con Siwon. Tenía la necesidad de sentirlo y aunque podía darme placer con algún juguete, yo solo quería a mi pareja para que me hiciera el sexo como sólo él sabía. En verdad lo extrañaba y el despertar solo en cama, era triste sin tenerlo a mi lado.
Terminando de cenar, era momento de ir a dormir, ya que al día siguiente sería Nochebuena e iba a ser un día muy ocupado, por lo que teníamos que dormir mucho para tener energía.
Poniéndole a Niah una playera de su papá como pijama, cepille su cabello y recogí en un chongo alto. En la posición en la que estaba sentada, más su peinado alto, parecía en verdad una princesita de cuento de hadas.
— Appa ... ¿Y papi?. ¿Puedo verlo?.. —
— Papi sigue trabajando mi amor. No sé hasta cuándo vuelva con nosotros... — acariciando su mejilla con ternura, dejé un beso en su frente, tratando de quitar el puchero que había en su rostro. No me gustaba verla triste y más por Siwon, quién aún decía tener mucho trabajo en China.
Poniéndome de pie, le pregunté si quería ir a la cama conmigo; cosa la cuál aceptó enseguida.
Cargándola, caminé con ella hasta nuestra habitación, en dónde la recosté y ella rápido se acomodó a su antojo en la cama.
Acostándome a su lado, tomé mi celular en busca del contacto de Siwon y llamarlo. Esperaba respondiera aunque fuera un minuto para que Niah estuviera contenta. Si no iba a pasar la navidad con nosotros, al menos esperaba verlo a través de una videollamada.
Respondiendo la llamada tras sonar varias veces, se veía la pantalla muy oscura y un sonido bajo de música. Niah al ver que su papá había respondido, se levantó de la cama para quitarme el celular de la mano.
— ¡PAPI! — su voz se había vuelto alegre de repente y su carita ya era otra.
— Hola hermosa, ¿Cómo está mi princesa?... ¿Anda papá por ahí? —
— Si... Mira... — apuntando el celular hacía mí dirección, saludé con una sonrisa a mi pareja, quién iba manejando al parecer.
— Hola cariño... ¿Estás ocupado? —
— Voy rumbo al departamento. Hoy fué un día muy pesado y terminé a estas horas. De verdad que estoy muerto. —
— ¿Qué hora es contigo? —
— Van a dar las tres de la madrugada.. — era realmente tarde para apenas dirigirse a casa. —... Los extraño mucho... Estos meses han sido muy difíciles sin tenerlos a mi lado. Hay días en los que quiero arrojar la toalla pero tengo que trabajar para que no les falte nada. Extraño tanto el abrazarlos ... Estar viendo alguna película en cama ... Jugar con Niah... Deseo estar con ustedes ya... — haciendo una pausa, el celular se movió de su base y después la luz del exterior dejó ver qué Siwon ya había llegado.
— También te extraño papi... Ya regresa ... —
— ¿Cuándo regresas ?... — pregunté igual que Niah, en espera de que dijera que en días o que ya viniera de regreso. Lo extrañaba mucho.
— Espero pronto. — no era la respuesta que esperábamos. Incluso Siwon había cambiado su expresión al decir que tampoco sabía cuándo iba a regresar.
Entrando al departamento, se dirigió a la habitación en dónde se recostó, dejando ver un rostro bastante cansado.
— Cuando regreses, te haré un tratamiento súper intensivo de hidratación para tu rostro cariño. Estás muy descuidado. — sonriendo, cerró sus ojos, sabiendo que en cualquier momento se podía quedar dormido.
Deseaba tanto el tenerlo conmigo en esos momentos. Moría por acariciar su cabello hasta que fuera a los brazos de Morfeo, o simplemente estar recostado sobre su pecho, sintiendo cosquillas en mi espalda, gracias a los cariñitos que me hacía.
Recostandome en cama, Niah había venido hacía mí, dónde la pequeña se acostó sobre mi pecho, dejando el celular extendido con sus manitas. Me sentía muy feliz cuando ella hacía actos de ternura, demostrando que también me quería y se sentía feliz conmigo.
Abrazando a Niah como a un oso de peluche, comencé a dar besos en su carita y cabello, escuchando pequeñas risitas por parte de ella. Era una adoración por completo.
— Me encanta verlos juntos... — la voz de mi pareja hizo que volteara hacía el celular, viendo que nos observaba con una bella sonrisa, mostrando los hoyuelos que me volvían loco.
Tras hablar por un par de minutos más, había llegado la hora de ir a dormir. Niah había caído rendida en la posición en la que se había acostado en mi pecho, y yo no dejaba de abrazarla.
A lo que Siwon había dicho, no estaría con nosotros en una fecha importante, sintiendo mi corazón estremecerse por no tenerlo a nuestro lado. Necesitaba a mi Siwon a la de ya. No sabía cuánto tiempo más iba a estar sin él y eso me volvía loco.
Hola!!! Dejo capitulo nuevo. Espero les guste ❤️ Solo un par de capítulos y esta historia habrá llegado a su fin 😪
