Al llegar a casa note que mi madre aún no llegaba, deje mis cosas en mi habitación y me fui a buscar a mi madre, ella entregaba sus pedidos en un bocho Volkswagen rojo, era de mi padre y aun lo conservamos como un hermoso recuerdo, la camioneta del día del accidente donde murió mí padre, era de mí madre, ella la había comprado cuando era soltera y era unos de sus pocos tesoros, se que muy dentro de ella también le dolió perderla, pero también sé que cada día agradece que Harry y yo salimos con vida. Camine hacia una de las tiendas donde mi mamá entregaba y vi el bocho estacionado, entré a la tienda y la vi platicando con el encargado. Mí madre tuvo días muy difíciles en el pasado, su esposo murió y sus dos hijos estaban heridos en el hospital, ella estaba sola, sus padres habían fallecido y la familia de su esposo no era de la ciudad. Ella tenía que ser fuerte y tarde muchos días en volver a ver esa sonrisa que la caracterizaba, tardó en reponerse pero volvió a ser la misma y eso me hace admirarla cada día más, porque tuvo valor y no se dejó vencer en el peor momento de su vida.
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–¿Te ayudo?— tome de sus manos el canasto de choco cupcakes.
—mi niña ¿Por que no te quedaste a descansar en casa?— mi madre me lanzo una mirada tierna.
—esta bien mamá— salude a Daniel con mi mano, el encargado de la tienda. —te espero afuera— le dije a mi madre.
Salí de la tienda y metí la canasta al asiento trasero del Bocho, acomodé la canasta para que no se cayera y después me puse a ver mí celular mientras esperaba a mí madre. Minutos más tarde mi madre volvió y regresamos juntas a casa. En la cocina mi madre preparaba la cena mientras yo limpiaba un poco mi habitación, mi celular comenzó a vibrar y lo tomé para ver quien era, me reí cuando vi el mensaje de Rebeca.
"Me dijo que me ama, va a divorciarse"
Le conteste el mensaje:
"Me alegro por ti, te dije que eres hermosa, sería un tonto si te dejaba ir"
Otras vez dije las cosas sin pensar (o mejor dicho escribí sin pensar), pero quiero que Rebeca se de cuenta de que es una mujer bella y puede tener a cualquier hombre que quiera, me gustaría mucho que abriera los ojos y se diera cuenta de que estaba cometiendo un error. Mí celular volvió a sonar anunciando otro mensaje.
"Gracias Reese, se que no nos llevábamos bien, pero quiero decirte que cuentas con mi amistad y cualquier cosa que necesites aquí estaré"
"Que linda Rebeca, igualmente, de ahora en adelante considérame tu amiga"
Puse mí teléfono a cargar y me fui a la cocina a ayudar a mi madre a preparar la cena, yo casi no salía, prefería quedarme en casa con mí madre y hablar de nuestro día, era algo que hacíamos a diario. Éramos solo ella y yo desde hace mucho tiempo. Harry antes de entrar a rehabilitación vivía encerrado en su habitación y cuando empezo a salír se junto con personas que lo guiaron por malo pasos, después nunca estaba en casa y las pocas veces que el venia prefería ignorarnos . Algunas veces llegué a pensar que Harry nos odiaba, o que me culpaba de la muerte de mí padre, pero jamás fuí capaz de preguntarle si mis dudas eran ciertas.
