Capitulo 28

9.6K 481 56
                                    

Me acosté en el sillón y cerré los ojos, estos días eran muy cansados, solo deseaba meterme a la regadera y refrescarme un poco, tal vez mañana temprano le pediría a Adam que me llevara a casa a ducharme y ponerme ropa limpia. La habitación se quedo en silencio, estaba a punto de caer en un sueño cuando escuche la puerta abrirse, Adam entro silenciosamente y se acomodo a mi lado, yo le deba la espalda asi que solo lo sentí acomodarse. Me tomo de la cintura y empezo a besar mi nuca, extrañaba su tacto, me di la vuelta para quedar frente a él y comence a besarlo muy despacio, Adam me pego a su cuerpo y me siguió el beso.

—ven— Adam se levanto del sillon –vamos por un café.

—¿Café?— me levante tambien del sillón.

—si ven.

Adam me tomo de la mano y salimos del cuarto de Katy, pero no caminamos hacia la cafetería, me guío hasta una puerta donde habia unas escaleras, bajamos un piso y después caminamos por un pasillo hasta llegar a otra puerta, la abrio y me metió dentro de la habitación, en ella había una cama matrimonial, un sillón y un pequeño librero, era la habitación de descanso de algun doctor, mire sorprendida a Adam y negué con la cabeza.

—no debemos estar aqui— no podia evitar estar asustada.

—cállate— Adam cerro la puerta con seguro y se acercó a mi —no te preocupes por nada, yo me encargue de todo.

—¿Que quieres decir?— lo mire confundida.

—que nadie nos molestara aqui.

Adam se coloco frente a mi y de un jalón me quito el vestido, quede frente a el en ropa interior. Me tomó del rostro y comenzó a besarme, un beso apasionado y urgido, ambos queríamos devorarnos completos, no podia negar que extrañaba sus besos.

—voy a recordarte de quien es todo esto— señalo mi cuerpo y me desabrocho el sostén, lo tomó y con el ato mis manos a mi espalda —tu castigo por ponerme celoso sera no poder tocarme.

—pero quiero tocarte— chille frustrada.

—eso debiste pensarlo antes.

Adam se sento en la cama y me coloco frente a el, comenzo a pasar su lengua por mi vientre y subio a mis pechos. Intente mover las manos pero era inútil, no podia tocarlo y eso me estaba frustrando.

—amor.

El me ignoraba, seguía su recorrido con su lengua por todo mi torso. De pronto coloco su nariz en mi tanguita y aspiro, cerro los ojos y solto un suspiro.

—hueles a gloria amor.

Adam se puso de pie y me tiro medio cuerpo sobre la cama, quede boca abajo con el torso en la cama y mis rodillas en el piso,  se colocó detrás de mi y se arrodilló para estar a mi altura, tomo el elástico de la tanga y comenzo a bajarlo, solto un bufido y un suspiro.

—me encanta esta parte, es como desenvolver un hermoso regalo.

Mi dulce hombre comenzó a besar y a morder mi trasero, yo empecé a gemir perdiéndome en las sensaciones que me provocaba sus besos. De pronto su mano comenzo masajear mi trasero, unos segundos despues su mano ya no estaba, antes de protestar dejo caer su mano en mi nalga dándome un suave golpe, me tomo por sorpresa, el dolor era dulce y excitante ¿Como podia una nalgada hacerme sentir asi? De pronto sentí otro en mi otra nalga, yo lanzaba gemidos cada que Adam azotaba su mano contra mi trasero, 4 veces mas y se detuvo.

—esto es por ponerme celoso— froto mi trasero adolorido y empezo a darme pequeños besos en el —tu eres mia Reese y de nadie mas.

Adam siguio besando mi trasero hasta llegar a mi vagina, gemí fuerte cuando su labios tocaron mi entrada. Introdujo dos dedos y comenzó a penetrarme con ellos.

Después de eso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora