Capitulo 29

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A la mañana siguente cuando desperté Adam no estaba a mi lado, odiaba que hiciera eso, pero lo entendía, no seria buena idea que Katy nos viera abrazados medio desnudos, pero me gustaría despertar y verlo a mi lado dormido. Me acomode el vestido y me levanté, me puse a guardar las cobijas y a doblar el sillón. Mas tarde los tres desayunábamos juntos, otra vez Adam había ido a comprar comida, cuando terminamos me puse a limpiar todo.

—mamá— Adam se acerco a Katy —Kara y yo iremos a casa a asearnos, regresaremos lo mas pronto posible.

—si amor, vayan, ya tienen dos dias aquí, creo que necesitan una ducha– Katy coloco su mano en su nariz y sonrió.

—¡Oye!— le dije fingiendo molestia —no huelo tan mal.

—pense que nunca irían a ducharse, ya no los aguanto aquí con sus olores— Katy seguía juguetona.

—deja de quejarte o no me bañaré y me dormiré contigo en la cama– le dije a Katy señalandola con mi dedo indice.

—ay mi niña, eso lo hacías de pequeña, no me importaría repetirlo.

—bueno, ya las dos— nos reprimió Adam —parecen niñas chiquitas— Adam se acerco a su madre y la beso —le dije al doctor que nos iríamos, el me llamará si necesitas algo.

—gracias amor, vayan sin preocuparse, yo estaré bien aquí.

—te traeré algo de tu restaurante favorito— Adam se alejo de la cama y se acerco a mi —¿No vamos?

—si— me acerque a Katy y besé su frente —te veo mas tarde mamá.

—cuidense mis niños.

Adam y yo salimos de la habitación, caminamos hacia el estacionamiento y subimos a su coche. Pude notar mi dulce hombre estaba serio, él me había dicho que me amaba anoche pero hoy no parecía sentirlo. Me recargue en la ventana y suspire muy bajo, de pronto me di cuenta de que no íbamos por el camino para llegar a casa.

—¿No vamos a tu casa?— voltee a ver a Adam.

—no, no quiero ver a Julia, la mataría con mis propias manos, vamos a mi departamento.

—pero en tu departamento no tengo ropa.

—ya tienes, encargue unas cosas muy temprano, ya deben de estar ahí.

—no debiste molestarte, tengo demasiada ropa en tu casa.

—quiero estar a solas contigo, sin miedo a que nadie nos descubra.

No le respondí nada, tambien queria estar con él pero odiaba que gastara dinero en mi. Volví a concentrarme en la ventana, de pronto un mal pensamiento cruzó por mi mente ¿Que tal que quiere estar a solas conmigo para decirme que se arrepiente de lo que dijimos anoche? Tal vez no me ama y lo dijo solo por compromiso. Cerré los ojos, lágrimas amenazaban con salír, me sentía tan tonta por pensar mal de Adam. Cuando llegamos a su departamento bajé del auto, Adam me tomo de la mano y me guio hasta el elevador del fino edificio, entramos en el y viajamos hasta el ultimo piso. Adam abrio la puerta de su departamento y lo primero que llamo mi atención fue el enorme ramo de rosas rojas sobre la mesa de centro de la sala. Me quede parada viendo el arreglo, Adam cerro la puerta y se acerco a mi por detras.

—son para ti amor— beso mi cuello.

—son hermosas.

—ve la tarjeta.

Camine hacia las rosas y tome la tarjeta, la abrí y le empece a leer.

"Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, eres la luz en mi oscuridad, te necesito a mi lado, tu me estas enseñando amar. Te Amo Reese"

Después de eso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora