Después de eso...

Capitulo 42

Voces, muchas voces alrededor, solo escuchaba voces pero no entendía lo que decían. Mis manos estaban aferradas a las solapas del saco de Adam,  estabamos afuera de la habitación que era de Katy. Mis ojos estaban cerrados, Adam me sostenía como si tuviera miedo de que me desvaneciera en sus manos. Mis lágrimas no dejaban de brotar, pero ahora era un llanto en silencio. La voz de Adam estaba quebrada, no sabia de donde sacaba valor para entender lo que le decia el medico. Katy se había ido, un sentimiento de culpa me invadía, si no la hubiera dejado todo un mes, le pude dar mas felicidad. Mis piernas flaqueaban, me sentia patética, se supone que yo debería consolar a Adam quien acaba de perder a su madre y era él quien me consolaba a mi. Por fin se alejaron los doctores, Adam me guío hasta las silla de la sala de espera y nos sentamos, separe mi rostro de su pecho y mire a Adam a los ojos.

—¿Esta bien?— dije entre llanto
—lo siento, soy una estúpida— baje la mirada.

—hey— me susurro –no eres estúpida.

—Adam— me limpie el rostro —siento mucho lo de tu madre— bese su frente —aqui estoy para lo que necesites.

—amor, solo te necesito a ti, contigo a mi lado todo es un poco más fácil.

—¿Te ayudo con los tramites?

—no, ya tengo casi todo listo, me estuve preparando hace dias.

Adam acarició mi cabello, sus lágrimas comenzaron a salir, tomé su rostro con mis manos y acaricié sus mejillas. Adam escondió su rostro en mi regazo y comenzo a llorar mas fuerte y profundo, bese su cabeza mientras mis lágrimas caían sobre mi dulce hombre. Adam me rodeo la cintura y se aferro a mi cuerpo, parecía un niño pequeño asustadizo, movió su cabeza a mi vientre y dejo salir todo el llanto. Me desmorone al verlo en ese estado, recargue mi cabeza en el respaldo de la silla, Adam me sujetaba muy fuerte que empezaba a doler pero no me queje, lo deje aferrarse a mi como yo me aferraba a el.

Mas tarde decidí llevarme a Adam a su casa, queria que descansará un rato para que estuviera listo para el funeral y el sepelio. Como pude lo subí a su auto, le quite las llaves y conduje hasta su casa, cuando llegamos lo ayude a bajar. Adam estaba destrozado, lo ayude a caminar hasta su habitación, pero en vez de meterlo a la cama lo guíe hasta el baño. Lo sente en una silla, me dirigí a la bañera y abri el agua caliente, llene la bañera y vertí jabones y escénicas. Cuando la bañera ya estuvo llena empecé a desvestir a Adam, lo metí en la bañera y me senté en la orilla de la misma, tome la esponja y lo empecé a enjabonar. Adam recargo su cabeza hacia atrás y cerro los ojos. 10 minutos después Adam seguía en la bañera, no quería moverlo pero tenia que dormir. Bese su frente y le susurre despacio.

—hay que sacarte.

—voy a quedarme solo ¿Verdad?– susurro.

—no, estoy aquí.

—pero no eres mía, estas con él... fuí un idiota por dejarte ir.

—Adam, no es el momento de hablar de eso— me levante de la bañera y tome la toalla —ven amor.

Adam me miro, se levanto de la bañera y se acerco a mi pero no se coloco la toalla, el agua escurría por su cuerpo perfecto y las gotas que caían de su cabello mojaban mi vestido. Me tomo del rostro y comenzo a besarme, lentamente, dolorosamente, ansiosamente. Se separó de mi y tomó la toalla que estaba en mis manos, la arrojo al piso y me levanto en sus brazos, me guio hasta la cama me recosto y me quito el vestido, el tambien se recosto, me abrazo y escondió su rostro en mis pecho, aspiro mi aroma y cerro los ojos, poco a poco nos quedamos dormidos.

Un golpe en la puerta me despertó, Adam seguia dormido aferrado a mi cuerpo, muy despacio me aleje y me levante de la cama, cubrí la cintura de Adam con una sabana ya que estaba desnudo, después me coloque el vestido y fui a abrir la puerta, era Nora.