Capitulo 30

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Baje una mano a mi vagina y comence a frotarla bajo la mirada de Adam, el sostenía mis piernas para mantenerlas muy abiertas, cerré los ojos mientras seguía masturbándome, inconcientemente mi otra mano viajo a mis pechos y empece a pellizcarlos.

—¡Oh si, así nena, tócate!

Empecé acelerar el ritmo, estaba demasiado excitada, Adam vió que estaba a punto de correrme y me quito la mano de mi vagina.

—aun no bebé.

Adam se quito la toalla y me dio la vuelta, quede boca abajo pero hizo que me colocara en 4 patas, mi trasero estaba en el aire y comenzo a besar mi columna.

—tan hermosa.

Se coloco de rodillas detrás de mi y empezó a frotar su erección en mi entrada, uno de sus dedos comenzó a frotar mi ano, salté un poco por la sorpresa, poco a poco Adam metió su dedo índice en mi trasero, lance un gemido profundo.

—si nena, aqui puedes grita y gemir, nadie te escuchara solo yo.

Empezo a mover su dedo dentro y fuera, yo jadeaba mientras sentía su dedo, después me penetro la vagina con su pene y empezó a moverse, me sentía tan llena, Adam me follaba por el ano y la vagina al mismo tiempo.

—me encanta tu culito amor, pronto sera mi pene el que te lo coja y no mi dedo.

—¡Oh dios! Estoy es... Excitante.

—sientélo nena– seguía moviéndose, cuando su pene salía, su dedo entraba y viceversa.

—¡Oh por dios!

—¿Te gusta?— con su mano libre me tomo del pelo y me jalo hacía atrás para alzar un poco mi cabeza y morder mi cuello.

—¡Si Adam... así!

—¿Te gusta duro amor?

—me gusta de todas las maneras, mientras sea contigo.

—excelente respuesta bebé.

Adam saco el dedo de mi ano y me tomo de las caderas, empezo acelerar el ritmo, sus testículos chocaba con mi vagina. Él gruñía en cada embestida, comencé a gemir mas fuerte y a gritar su nombre.

—ya casi llego amor— hablo con los dientes apretados.

—¡Adam mas rápido!

—tus deseos son ordenes.

—¡Si, así amor... mas rápido!

—juntos bebé, como siempre.

—¡Ya casi llego!

Él se movia muy rapido, cerré los ojos y me deje llevar por el enorme orgasmo, grite su nombre y él hizo lo mismo cuando se dejo ir, cuando se vacío todo dentro de mi, Adam se dejo caer encima de mi cuerpo y yo me derrame en la cama. Quede boca abajo demasiado cansada, comenzó a darme pequeños besos en la espalda. Cerré los ojos y me relaje esperando que mi respiración se regularizará.

—¿Te estas tomando las pastillas anticonseptivas verdad?—Adam susurro en mi oido.

—si amor no te preocupes.

—ven aqui— Adam se bajo de mi cuerpo y se recorto boca arriba colocándome encima de el.

—te amo tanto— bese su pecho.

—tambien te amo.

—odio cuando despierto en el hospital y no estas a mi lado.

—antes de levantarme me quedo observandote unos minutos, eres hermosa cuando duermes.

Después de eso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora