Capitulo 9

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Katherine abrió los ojos después de mas de una hora dormida, volteo a verme y sonrió dulcemente. Su rostro era hermoso aunque estaba muy pálido, levanto una mano torpemente y acaricio mi cabello, sonreí ante el acto. Ahora mas que nunca entendía porque Adam quería hacer esto, su madre es una mujer muy buena y dulce y merece pasar feliz sus últimos días.

—dime Kara ¿Dónde estuviste todo este tiempo?— se acomodo para verme directamente a los ojos.

—crecí con otra familia, lejos de aquí, ellos me dijeron que no era su hija biológica y cuando me entere, me dedique a buscarlos. Adam me encontró hace días en una cafetería, al verme me reconoció y aquí me tienes, ya hizo la prueba de ADN.

—no me importa la prueba, se que eres mi Kara.

—Adam solo quería confirmarlo.

—esa gente ¿Te trataba bien?– parecía angustiada, yo solo quería verla sonreír.

—si mamá, tuve una vida sencilla y tranquila— la tome de las manos —me alegro mucho de estar aquí a tu lado, te amo mamá.

—¡Oh mi niña!— envolvió sus delicados brazos en mi cuerpo
—perdóname por favor, si pudiera regresar el tiempo jamás iría a esas montañas.

—no te angusties por eso mamá, ahora estamos juntas.

—¿vas a quedarte aquí? Con nosotros.

—solo por hoy— me separe de ella y acaricie su cabello —tengo un trabajo y...

—¿Familia?

—solo mi madre, perdón, la mujer que me crío.

—puedes llamarla madre mi amor, eso es ella para ti, yo lo entiendo.

La puerta se abrió y un Adam serio entro a la habitación, yo aún seguía sobre la cama al lado de Katherine. El se acerco a nosotros y beso a su madre en la mejilla.

—mamá, ya llego Julia, tienes que tomas tus medicamentos.

—no amor, quiero estar con Kara, por favor.

—solo la llevare a que conozca la casa mientras Julia te atiende, enseguida regresamos.

—esta bien.

Me levante de la cama y la rodee para estar del otro lado de Katherine, bese su frente y le dije que regresaría en unos minutos, Adam me tomo del brazo y me guio hacia afuera, justo al salir una chica muy atractiva de pelo rojizo saludo a Adam y volteo a verme, solo me hizo un gesto con la cabeza y entro a la habitación, creo que era la enfermera Julia. Adam me guio hasta la planta baja y después al jardín trasero, la enorme alberca me quito el aliento, esta casa cada minuto me sorprendía mas. Caminamos hacia una mesa de jardín y nos acomodamos en las sillas.

—¿Cómo te fue?— Adam parecía ansioso.

—creo que bien, le dije de la prueba pero no le importo.

—lo se, asi es ella, se guía por el corazón— paso ambas manos por su rostro, parecía cansado.

—¿Qué pasa?

—estoy empezando a creer que esto no fue buena idea.

—Adam, ya no podemos echarnos para atrás ya esta hecho.

—lo se, pero, viste su rostro. Es como si hubiera regresado a la vida, solo espero que estas falsas ilusiones no compliquen su enfermedad.

—te entiendo— tome sus manos sobre la mesa —la acabo de conocer y ya me preocupa.

—todo debe salír bien— se soltó de mi agarre —no hagas estas cosas aquí, podrían vernos.

Lo mire confundida, ¿Hacer que? Solo  lo tome de las manos, Adam me confundía con sus cambios de humor, pero ya estaba metida en este lío de pies a cabeza, solo me quedaba hacer lo que me tocaba. Julia salió al patio y se acerco a Adam, parecía molesta.

—tu madre quiere que la coloque en la silla de ruedas, quiere bajar a comer.

—pues hazlo— la voz de Adam era de molestia.

—¿Puedo ayudarte?— me ofrecí de buena manera.

—no— me miro molesta —tengo suficiente trabajo para tener que batallar contigo.

Julia se fue echando humo, voltee a ver a Adam confundida ¿Qué le pasaba a esa mujer? ¿Así trataba a Katherine? Adam cerro los ojos y suspiro.

—no le hagas caso, esta celosa.

—¿Celosa?— alce una ceja.

—de ti.

—¿De mi?... espera... ¿ella sabe que no soy tu hermana?

—si...— Adam parecía avergonzado.

Lo que faltaba, los celos injustificados de una mujer que ni siquiera conozco. ¿Y en que pensaba Adam? Dijo que nadie se enteraría en esta casa y va y se lo dice a esa mujer. Me levante de la mesa bajo la mirada confundida de Adam, estaba decidida a darle unos días de felicidad a Katherine y ni Adam ni Julia me lo impedirían, Katy se merecía lo mejor y yo estaba comprometida a hacerla feliz. Mi madre me había enseñado algunas recetas y quería prepararle algo rico a Katy, me fui a la cocina y me tope a la ama de llaves Nora, le dije lo que pensaba hacer y me ayudo a conseguir todos los ingredientes. Nora era muy dulce, ella me platicaba de sus hijas y de que estaba muy a gusto trabajando para los Bennett. A la hora de la comida ya tenia todo listo, Nora y yo pusimos la mesa, tres lugares, uno para Adam, su mamá y el mío. Minutos después Julia bajo con Katy por el elevador y la acerco a la mesa.

—¿Dónde esta mi plato?— Julia me miro molesta.

—¿Perdón?— ni siquiera sabia que ella comía en el comedor.

—yo como aquí, yo le ayudo a Katherine a comer.

—no te preocupes, yo lo hare— le sonreí a Katy —¿no te molesta mamá?

—claro que no mi amor.

Tome la silla y la coloque a mi lado, me senté y empecé a acomodar las cosas de Katy para ayudarla a comer, Adam entro al comedor y se sentó en la cabecera. Julia se quedo de pie molesta y cuando vio que Adam la ignoro se acerco a él y le susurro algo al oído, ambos salieron del comedor mientras yo me quedaba con Katy.

—yo prepare esto, espero te guste– le dije a mi "madre" cuando le di la primera cucharada.

—esta delicioso Kara, cocinas muy bien.

—gracias.

Seguí ayudando a Katy mientras platicábamos de cosas sin importancia, varios minutos después Adam regreso solo y se sentó a comer. Katherine lo volteo a ver molesta.

—tienes que decirle a Julia que debe ser mas respetuosa con tu hermana, no me gusto el modo en el que le hablo.

—ya se lo dije mamá— Adam tomo la mano de su madre —te prometo que no volverá a pasar— me miro y me regalo una pequeña sonrisa.

—no te preocupes por esa cosas mamá— le di a tomar un poco de jugo —puedo defenderme sola.

—tal vez, pero ella debe respetarte, eres una Bennett.

El tono en el que lo dijo me entristeció, no soy una Bennett, ella esta orgullosa de una mentira, sin darme cuenta una lagrima rodo por mi mejilla, ella me vio y se acerco a mi.

—no llores mi amor, ya estamos los tres juntos, no sabes lo feliz que me haces.

—quiero verte feliz, eso es lo único que importa.

—hey— dijo dulcemente —ahora que estas aquí no voy a dejar que esta enfermedad me acabe, voy a luchar amor, necesito mas tiempo contigo.

Esa palabras fueron la lanza que atravesó mi corazón, el llanto se hizo mas intenso, caí de la silla de rodillas ante ella y oculte mi cabeza en su regazo. Me odiaba a mi misma, esta mujer era la persona mas valiente que había conocido y yo estaba mintiendo, le mentía a una mujer que solo quería encontrar a su hija, una mujer que a luchado por años, una mujer que a pesar de todo lo que esta pasando mantiene una sonrisa en su rostro. Katy me acariciaba la espalda y el cabello mientras yo sacaba todo el dolor que estaba sintiendo y justamente ahí entendí lo que Adam me quiso decir cuando estábamos en el jardín... somos las peores personas del mundo.

Después de eso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora