SIEMPRE FUISTE TU

NO SOY TU HIJO SOY TU ESPOSO

Llego al Palacio de las nubes casi a la una de la madrugada, bajo de su auto y fue directo a su cuarto, si se topaba con ese estúpido Lan, lo mataría ¿Quién se creía que era? Renegando y hablando solo, llego frente a su puerta y la abrió mientras seguía despotricando maldiciones en diferentes idiomas, casi inentendibles. En un mueble dentro de la habitación a oscuras (si como que ya se había hecho costumbre esa situación) se encontraba Lan Wangji muy divertido con la situación, en verdad este chico lo alegraba.

— Puedes dejar de decir esas palabras, en esta casa existen reglas y vas a tener que aprenderlas, te guste o no, sea tu estadía en esta familia corta o larga, vas a tener que acostumbrarte

Dejo el libro de reglas encima de la mesa de noche y se dirigió a la salida. Wei Wuxian lo agarro del brazo, este hervía de la ira quería ahorcarlo, matarlo y enterrarlo donde nadie lo encontrará ¿Qué pensaba que era? Su hijo, su alumno, prisionero o mascota, ese Lan se las pagaría.

— ¿Dime que consideras que haces? ¡Yo no soy tu hijo! Soy bastante grandecito trabajo y me mantengo solo ¡Solo! No necesito de nadie para sobrevivir, no tienes por qué tratarme así ¡¡soy tu esposo maldición!!

Con un humor de perros y con un hambre atroz se metió al baño, necesitaba relajarse, para poder seguir trabajando, ese idiota había olvidado lo exigente que se puso al querer que sea el quién dirigiera la planificación, era un inconsciente. Sin más entró al baño y tiro la puerta dejando a un Lan Wangji asombrado y sin palabras, este chico en verdad tenía agallas, dejó esos pensamientos y se fue, ya hablaría con el cuándo este calmado.

Wei Wuxian despertó más cansado de lo que se acostó. No había dormido mucho, estuvo trabajando casi hasta las 3 de la madrugada para terminar su trabajo. Se levantó cuál zombi caminando sin ver a dónde iba, con los ojos cerrados, topándose con un muro frente a él comenzó a tocarlo, pero era muy suave como para ser una pared, además olía a sándalo fue abriendo los ojos de apoco y se encontró con nada más y nada menos que con su adorado "esposo" mirándolo fijamente.

— Buen día señor Lan

Le dio un beso en la mejilla, aún estaba dormido, restregándose los ojos bostezo y siguió caminando al baño. Lan Wangji se sorprendió y se sonrojó un poco ¿este chico lo beso? Pensó en lo adorable que se veía recién levantado, recuperó su compostura

— Debemos hablar, te espero en el comedor, no demores.

Wei Wuxian asintió, estirándose con un largo bostezo, se metió al baño, seguía adormilado. Dejó que el agua cayera libremente encima de él sin preocuparse de nada, se bañó muy lento, disfruto del agua, salió de la tina, se acomodó la toalla, su cabello aún seguía mojado, cogió el secador y terminó de arreglarlo con una coleta alta, se veía aún más su hermoso rostro.

Se vistió lo más casual posible para su reunión, pantalón negro, camisa del mismo color, corbata roja con gemelos dorados, era bello, no había duda.

Tenía hambre, no se acordaba haberse encontrado a Lan Wangji en su cuarto, quería ir al comedor, pero no conocía la mansión, le pidió a uno de los sirvientes, le guiará para no perderse.

Al llegar a su destino vio un contraste de personalidades, era la misma bella imagen en dos versiones diferentes, uno tenía un aura que te hacía sentir en paz, tan cálida y sonreía resplandeciente, el otro tenía un aura fría y distante con una cara tan bella, pero que no demostraba nada y daba miedo.

— ¡Buen día, hermano Xichen!

— ¡Buen día, señor Lan!

Se sentó al lado de Xichen, tenía mucha hambre, desde ayer en el almuerzo no había comido nada.

— Buen día, joven Wei ¿Qué tal su primer día en casa?

Fue el único en contestar dirigiendo una cálida sonrisa, que a Lan Wangji le causó un amargo sabor de boca.

Se sorprendió un poco de que Wei Wuxian se sentará a su lado y no donde su hermano, sabía que no se conocían, pero al menos se trataban ¡No! O eso quería pensar

— Lo veo un poco cansado, joven Wei ¿Ha estado trabajando mucho?

— Un poco, tengo algunos proyectos a mi cargo, no puedo darme el lujo que alguien más los haga, debo ser yo.

Lan Xichen sonrió complacido, su cuñado parecía buena persona, y muy trabajador. Las dos inocentes personas seguían en una conversación amena, sin percatarse de unos ojos dorados que destellaban con ira. Al sentir esa mirada iracunda en ambos, voltearon a ver Lan Wangji tenía una cara de si pudiera, mataría a alguien en ese momento. Wei Wuxian pensó que era porque le quitaba la atención de su hermano, y Lan Xichen no entendía que pasaba.

— Joven Wei me despido, tengo que irme, mi tío y yo estaremos en un viaje de negocios por algunas semanas, hizo una reverencia, dio un último vistazo a su hermano y se fue.

Lan Wangji se relajó y su mirada cambió, Wei Wuxian ni lo miraba, tenía en mente que se calmó porque ya no estaba robando la atención de su hermano.

— Necesito que leas las reglas, el libro que te entregue anoche, debes cumplir cada una de ellas, sin más se levantó y se fue.

Salió un suspiro pesado de boca de Wei Wuxian, ahora tenía más trabajo ¿En verdad este ser lo odiaba tanto?

*Espero que les guste este capítulo es algo corto, pero empieza Wei Wuxian a darse a conocer a Lan Wangji, será que Wangji tolerará la actitud de Wei.

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Atte. Mikeylahm