REGRESO A LA REALIDAD

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Al sonar su alarma, Wei Wuxian despertó a la realidad, su vida había dado un giro de 180 grados, hubiera preferido que todo fuera un sueño, un muy mal sueño. Estar casado y con nada más y nada menos con el más frío de los Lan, aunque tenía claro que sería reemplazado en poco tiempo por la novia de Lan Wangji, ya no le dolía tanto, más bien le daba algo de paz.

En la agencia había pedido permiso, claro sus padres sabían el motivo, ellos eran los dueños, sabían la razón, los demás no se habían enterado de nada, ya que él no le comunico a nadie nada de lo que estaba pensando hacer.

Se levantó para ir a trabajar, después de un refrescante baño de agua fría, salió de la habitación sin querer encontrarse con Lan Wangji, pero como siempre su suerte no lo acompaño. Estaba parado justo en la puerta de salida de la casa, hablando por el celular, se apresuró y paso de lado aprovechando su descuido, como alma que lleva el diablo, sus pies se movieron con rapidez.

Por el ajetreo de la boda y la discusión a oscuras que tuvieron anoche, no pudo verlo claramente, lo conocía de vista y a lo lejos, pero nunca había estado tan cerca de él. Debía de admitir que se había casado, con un hombre muy guapo, de belleza fría.

Llevaba un traje blanco con camisa celeste, que resaltaba su muy bien trabajado cuerpo, con ese rostro esculpido finamente por los Dioses, no le hacían fácil la tarea de alejarse. La voz del hombre mayor lo saco del hilo de pensamientos que tenía ¿No vas a desayunar?

Wei Wuxian solo negó con la cabeza, seguía caminando hasta que llego a los jardines para poder irse en un taxi, su auto no lo había llevado aun, después le diría a Jiang Cheng que se lo lleve a la empresa.

— ¿Por qué vas a salir tan temprano? Deberías descansar y reponer energías

Hablo Lan Wangji. Esta vez paro en seco, Wei Wuxian sorprendido con el tono de voz que uso con él, muy diferente al de ayer. Al ver que estaba más amable, decidió contestar

— Nadie sabe en la agencia porque me ausenté ayer, únicamente pedí permiso por un día. Ya perdí un día de trabajo, no necesito que los papeles se acumulen más, tengo que terminar proyectos

Su voz era baja pero segura, sin ápice de nerviosismo.

— ¿Trabajo?

La voz de Lan Wangji sonó sorprendida y su expresión aún más, el pensaba que este chico era como todo niño rico, sin reglas, un mimado. Nadie le había dicho nada al respecto de su "futuro esposo" el tampoco había tenido interés en averiguar nada de él.

— ¡Si trabajo! T-R-A-B-A-J-O

Deletreo cada letra para que Lan Wangji entendiera

— Se me hace tarde, me retiro

Hizo una reverencia y reanudo su caminar. Lan Wangji se quedó parado en medio jardín, procesando todo o eso quería, pero reacciono al instante.

— ¡"Espera"!

Wei Wuxian ladeo su cabeza y se cruzó de brazos ¿De verdad iba a insistir en pelear a esta hora? Se le estaba haciendo tarde, estaba atento a lo que le iba a decir, después de todo el acuerdo decía que tenía que ser un buen "esposo"

— Usa uno de los autos, un chofer está a tu disposición

Dijo Lan Wangji. Le generaba desconfianza, este hombre era raro, cambiaba de personalidad a cada rato, pero acepto. Después de todo no sabía ni donde estaba. Se subió al auto, creía que iba a ir solo, podría pensar y relajarse; sin embargo, que equivocado estaba su........ "Esposo" también se subió en el mismo auto, un silencio incómodo se coló en el ambiente. Wei Wuxian fue el primero en romper el ambiente tenso, le dio la dirección al chofer y luego se dirigió a Lan Wangji.

— Gracias por llevarme al trabajo, únicamente será hoy, no lo molestaré de nuevo, pediré a mi hermano que traiga mi auto y así evitaremos que nos vean juntos

Termino Wei Wuxian. Lan Wangji no dijo nada únicamente asintió, su mente estaba hecha un lío y no sabía qué pensar, este joven era un enigma para él. Wei Wuxian se recostó en su asiento, el viaje era algo largo, el Palacio de las nubes era a las afuera de la ciudad. Cerro los ojos y no se dio cuenta cuando se quedó dormido, despertó justo antes de llegar a la agencia, se sobresaltó un poco y se restregó los ojos con el dorso de la mano, se dirigió al chofer y le dijo que parara en la esquina. No quería habladurías ni especulaciones al verlo bajarse del lujoso auto con insignia de los Lan. El humor de Wei Wuxian mejoro notablemente, tenía en qué distraerse, se bajó del coche y le hizo una reverencia en forma de despedida, sonrió y se fue directo a la oficina.

Lan Wangji no dijo nada al joven, pero este chico cada vez despertaba más su curiosidad ¿Estaba feliz de llegar a trabajar? ¡En serio! Este chico era algo especial. Wei Wuxian llego a los ascensores, subió en uno de ellos y marco su piso, al salir se encontró con su asistente y amiga ¿sonriendo? (eso era raro) era bueno, porque de verdad esta chica tenía mal genio.

— ¡Hola! Wen Qing ¿Qué hay para hoy?

Le dijo Wei muy entusiasmado. Estaba decidido a trabajar aún más arduo, aunque ahora estaba casado con el hombre más rico del país, no renunciaría a su trabajo, él no iba a depender de nadie, era su estabilidad emocional, financiera y familiar que estaba en juego.

— ¡Por fin regresas! ¿Pensé que te ibas a ir por unos días más?

Le contesto Wen Qing borrando su sonrisa de la cara. Le detallo su agenda para hoy y le comento que tenía una reunión muy importante con la empresa Gusulan, para la negociación sobre la cooperación de empresas. Wei Wuxian palideció, quería alejarse lo más posible de Lan Wangji, pero su karma no lo dejaba, ahí estaba presente, recordándole a cada instante su existencia, ¿por qué tenía tan mala suerte?

— En mi vida anterior debí haber sido un villano y mate a miles de personas, por eso tengo esta pésima suerte

Suspiro largo y resignado

— ¿Mis padres no podrían asistir a esa reunión? Tengo mucho trabajo atrasado.

Del todo no era mentira, pero es que de verdad no quería encontrarse con este Lan. Wen Qing se sorprendió, su jefe y amigo jamás había pedido que lo suplan en una reunión fundamental. Le recordó

— Ellos no están aquí, hoy partieron a New York para hacer el seguimiento del proyecto de los Jin, no regresarán en un largo tiempo.

Rodó los ojos, lo había olvidado y ni pensarlo, no iba a decirle a Jiang Cheng que los reciba, no quería quedar viudo, no aun, que no habían firmado los papeles de la alianza de empresas, luego dejaría que lo haga.

— Está bien, Wen Qing avísame cuando lleguen los representantes de la empresa.

Su primer día en el trabajo y ya tenía un pilo de papeles y nada le ayudaba a bajar el estrés al acordarse de la reunión.

SIEMPRE FUISTE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora