Oscuros pensamientos: El misterioso señor Frykt

Capítulo N°15 :Sobrevivir es importante, pero no debes perderte a ti mismo (II)

Me presento en la casa de Oliver, todo el lugar está a oscuras. Llamo a la puerta unas tres veces y nadie atiende. Observo, por una de las ventanas que da a la habitación de Oliver, y solo se encuentra la computadora encendida. Él tiene que estar aquí, nunca la dejaría prendida consumiendo energía. Lo intento llamar desde mi celular y la llamada es desviada al buzón de voz. Comienzo a preocuparme ¿qué puedo hacer? No tengo ninguna respuesta.

Me acomodo en el primer escalón a analizar, lo necesito. Coloco mis manos en mi mentón, tengo ideas flotando en mi mente, ninguna sirve para idear un plan. Saco un cigarrillo haciéndolo bailar entre mis dedos, intento llamar a Oliver y el buzón de voz aparece de nuevo. Me molesto, golpeo el piso rompiendo el cigarrillo, y lo guardo en mi bolsillo. Busco, en mi mente perturbada, alguna forma de terminar esto sin que sea un baño de sangre, la charla con Jess hizo que sintiera culpa de mi decisión peligrosa. Y para sumar más males a este momento, al salir apurado de mi hogar me olvidé de traer algo que me sirva para defenderme del Señor J. Poseo, guardada en un escondite debajo de unas maderas, una Glock 18C negra, que me regaló mi suegro luego que unos delincuentes ingresaron a la casa de mi vecina, Martha, y la lastimaron, hasta el punto de dejarla un mes en coma. Mi suegro me rogó que era para mi protección, con ella me siento muy inseguro, más sabiendo que Emma puede encontrarla, sin embargo Jess sabe dónde se encuentra y si yo muero, ella podrá atacar al Señor J cuando vaya a buscarlas y no dudará en dispararle.

—¿Qué esperas? — dice el señor Frykt mientras se sienta a mi lado.

—Espero tener una idea de cómo acabar con él —miro el piso.

—No veo la dificultad, vas y lo matas —dice con seguridad.

—No es tan fácil —niego mirándolo.

—Siempre lo soñaste ¿qué te detiene? —se encoje de hombros.

—Mi familia —dejo de mirarlo para observar la luna blanca y brillante.

—¿Por esas estúpidas vas a dejar de cumplir tu anhelo?

—Juro que te golpearía si no fueras una alucinación —digo furioso.

—Esa energía necesitas para enfrentar a tu enemigo, yo insulté a tu familia y reaccionaste. Este estúpido se ríe en tu cara, intentó culparte de todo y, como si eso fuera poco, puso en peligro a tu familia. Te hizo creer que las había asesinado y ¿decides sentarte a pensar? No te entiendo, quiero hacerlo, pero no lo logro.

—No pedí que lo hicieras Frykt, tampoco lo deseo. Sé que está ahí, ¿sabes por qué? —No espero que conteste y continúo—, sabía que mi familia había vuelto y lo supo más rápido que yo, él necesitaba que me fuera de la casa de Oliver y me mantuviera entretenido en otra cosa. ¿Para qué? Ciertamente para matar a mi amigo y terminar de eliminar los cabos sueltos. ¿Por qué no terminó conmigo en las millones de posibilidades que tuvo? Necesita un chivo expiatorio, además de querer alguien con quien jugar. No quiero ingresar porque seguramente Oliver está muerto y no quiero ver más muertes.

—Sigo sin entenderte —suspira—; si tu amigo está muerto, no tiene que afectarte, ambos sabemos que lo utilizaste para conseguir información. Admítelo, el reencuentro fue solo porque necesitabas su ayuda.

—Tú no sabes nada, que seas parte de mi mente no significa que me conozcas.

—Como digas —se levanta—. El plan es el siguiente...

—¿Perdón? —lo interrumpo— ¿Desde cuándo haces los planes?

—Desde que te volviste un ser débil. —Aparece un cigarrillo en su mano derecha.

—Seré débil, seré estúpido, seré lo que todos dicen que soy... No me interesa, nada me importa. Voy acabar con él a mi modo y a mis tiempos. Te guste o no. Si estás disconforme con lo que acabo de decir, te puedes ir por donde viniste y fin de la discusión.

—¡Ese es el Ethan que el público aclama ver! —aplaude eufórico— ¿Y cómo vas a acabar con esto?

—Tengo que buscar una forma de adentrarme, puedo intentar por alguna puerta trasera o una ventana abierta. Caminamos por el costado, pasando por el árbol con el columpio, hasta llegar a la parte trasera donde está la puerta que da a la cocina. Sabemos desde siempre, que en la planta baja esta su habitación y asumo, o mejor dicho, estoy seguro, que él está muerto cerca de ese lugar.

—¿Por qué el gran detective asume eso? —se coloca en frente de mí con sus manos en su mentón mirándome concentrado.

—Porque cuando toqué el timbre ninguna cortina se corrió y no se prendió ninguna luz de la zona alta. Es obvio que en la casa solamente están ellos dos, excepto que haya matado a toda la familia de Oliver.

—¿Más sangre? Pensé que esto sería aburrido pero ahora quiero entrar y ver todos los cuerpos —se frota las manos, el maldito no puede esconder su felicidad.

— ¡¡¡Eres repugnante!!! —dijo con desagrado.

—Lo sé —se sacude el hombro como sacándose una basura—. De todas formas, así me quieren mis fans.

—Como decía —no debo entrar en sus juegos infantiles—, no están en la habitación de Oliver porque ya la revisé, me queda el living y la cocina. Por descarte elimino la cocina, muy cercana al patio y él me está esperando. Tendría un tiro limpio si tuviera mi arma. Por lo tanto, nos queda un lugar. No hay forma de sorprenderlo y menos si me lleva tanta ventaja.

—¿Y si te adueñas de un cuchillo y lo abres desde el cuello hasta el abdomen? —Opina Frykt, se lo nota muy entusiasmado con la idea.

—Veo que te falta mucho por aprender —digo mientras niego con la cabeza—. Él tiene un arma, si yo me presento con un cuchillo, se sentirá amenazado y me disparará sin medir palabras.

—¿Entonces vas a colarte desarmado? ¡Vaya! Te gusta tentar a la muerte.

—Exactamente —me levanto.

—Es un suicidio —dice molesto y hace una mueca de fastidio.

—No estoy tan seguro —cierro mis manos, buscando fuerzas para ingresar.

—Te va a matar —niega con su dedo índice.

—No lo hará, de eso estoy seguro.

—¿A qué se debe su seguridad señor experto en asesinos?

—A que en su mente necesita ser superior, necesita explicarme cómo llevó a cabo todo su plan, cómo me engañó... —Hago un silencio y continúo—: si me matara sin titubear apenas aparezca, no sentiría que ganó. Se sentirá vacío y seguramente se suicidaría. Además, como sabemos de quien hablamos, va a necesitar pedirme perdón...

—¿Perdón? ¿Qué significa esa palabra?

—La que vas a utilizar en el momento que se termine esta cacería —le guiño un ojo.

—No lo creo, yo estoy para salvarte, no sé cuántas veces quieres que lo diga.

—No me interesa, solo quiero saber toda la verdad, por eso me entrego sin combatir. No puedo vivir sin la verdad.

—A veces, se necesita vivir sin saberla, a veces, tienes que caminar sin saber a dónde... En tu vida fuiste una persona callada, que guardaba miles de secretos ¿Y ahora quieres saber la razón que llevó a un desquiciado a matar seis personas?

—No podría dormir sin saberlo —sonrío molesto.

—¡Eres un estúpido! —grita.

—¡No grites que va a saber que estamos aquí fuera! O ¿también le quieres hacer juego de luces?

Se ríe a carcajadas y mira al cielo.

—Creo que aún no entiendes como funciona nuestra unión. —Me coloca la mano en mi hombro derecho—. No hay tiempo para explicártelo, será, solo si sobrevives, en otro momento. Ahora vamos a llevar a cabo nuestro plan, basta de charla y más acción —toma posición de pelea y camina lentamente hacia las escaleras.