La bruja roba bebés

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Ya habían pasado unos días desde que ocurrió el castigo de McDonald's y todo estaba tranquilo. El Universo 12 siempre se había caracterizado por ser un lugar pacífico, con buen desarrollo de mortales, buena calidad de vida y bajo o nulo porcentaje de violencia o crímenes.

No era para menos, tener a alguien como Martinu de ángel guardiana era una gran cosa. Desde que el pequeño Geen y Ugg habían llegado al castillo, ella, al mismo tiempo que estudiaba en la Universidad, los atendía y cuidaba como una "madre" ejemplar, se notaba que no lo hacía precisamente porque estuviera obligada a eso, más bien, le gustaba.

Todo limpio, todo ordenado, los bebés vestidos con ropita cómoda y fina y ni hablar de la comida. Sin duda, el Universo 12 y en especial, ese castillo era el paraíso que cualquieras podría desear. Flores de colores, aves de muchos tipos sobrevolando el bello cielo que se tornaba de hermosos colores en cada etapa del día.

Sin duda, Tini solía pensar que era la más afortunada de los 12, que su padre no pudo haber escogido mejor a la hora de darle al Universo 12 para cuidarlo. 

Todo era completamente perfecto a excepción de una cosa, un pequeño detalle que la hizo preocuparse como nunca antes.

Geen y Ugg se encontraban jugando en la sala, sobre una alfombra que ella les había comprado específicamente para que no se fueran a golpear, mientras que ella se encontraba preparándoles una pequeña merienda.

No era la primera vez que los perdía de vista un ratito, por lo que esa ocasión no fue nada rara, solo que cuando llegó con la comida, ambos se habían dormido profundamente, lo atribuyó a que la noche anterior habían visto caricaturas hasta tarde y a lo mejor por eso querían descansar más, así que los fue a dejar a sus cunas con cuidado para no despertarlos.

Luego de unas horas, cuando ya había oscurecido decidió que era hora de dormir, aunque era una ángel y la verdad no era necesario que lo hiciera, a ella le gustaba. Antes de acostarse fue a revisar que ambos bebés estuvieran en sus cunas, así que caminó al cuarto de ellos y justo cuando iba a entrar, se escuchó un gran estruendo en la cocina del castillo, como si literalmente hubieran tirado toda la vajilla, y como ella la cuidaba mucho se preocupó.

- ¿qué está pasando? - negó con la cabeza para sí misma y fue a ver con algo de miedo. Se acercó poco a poco a la cocina solo para darse cuenta de que no había ni un solo plato roto ni tirado, pero habían cambiado de lugar ciertas cosas, y lo más raro, era que el refrigerador, que estaba pegado a la pared, se había movido casi hasta el centro de la cocina sin que hubiera nadie ahí para poder hacerlo.

Era tonto pensar que Geen y Ugg podrían hacer algo como eso, eran bebés, no tenían la fuerza suficiente y sobre todo, estaban en sus cunas, las cuales eran altas y por ende no podían bajarse de ellas.

- ¿quién anda ahí? - preguntó en voz alta - papá, ¿eres tú? - no recibió respuesta, por lo que no le dio más importancia y solo se dispuso a ordenar todo lo que estaba fuera de lugar en la cocina.

Fue interrumpida ya que escuchó que tocaron la puerta. Suspiró aliviada ya que al menos no iba a estar sola y fue a abrir, solo para darse cuenta de que tampoco había nadie afuera, y estaba segura de que esos golpes no habían sido producto de su imaginación, era algo muy real.

Si había algo que ella tenía claro es que debía ser valiente, era la adulta en esa casa y también lo había sido cuando sus hermanos estaban pequeños, así que le era algo habitual mantener la compostura en situaciones extrañas o peligrosas. 

Cerró la puerta rápido, ya que el Universo 1 y 12 se caracterizaban porque la mayoría del año su clima era frío, y en ese, pero más en su Universo par, nevaba mucho. Afortunadamente Tini poseía calefacción en su castillo y como todas las ventanas y puertas estaban cerradas, era cálido.

1 multiverso, 12 pequeños problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora