A buenas 5:00 de la mañana Marcarita, preparada para hacerle maldades a Denia, se aventuró para idear su plan, y el primer paso era viajar al Universo 5 a hablar con Cuckatail.
- hermano, vengo a pedirte un favor...
- ¿estás loca? - abrió la puerta del castillo casi cerrando los ojos, ya que esas no eran horas comunes para despertarse - ¿qué quieres?
- llevar a cabo un macabro plan, te beneficiaría - sonrió maliciosa - Korn ha estado tratándote muy mal estos días, ¿no te parece la oportunidad perfecta para urdir una venganza?
- la venganza es mala Marcarita - a pesar de todo el era un tipo pacífico.
- no te hagas el santo, anda, sé que quieres ayudarme...
- creo que no es a Korn a quien quieres hacerle una broma sino a su amiga - opinó.
- no - mintió - claro que es a Korn, estas bromas son entre nosotros, sin intermediarios... pero si ella sale afectada pues genial ¡premio doble!
Suspiró negando con la cabeza, por más cosas que le dijera sabía que Marcarita no iba a cambiar de parecer.
- ¿de qué se trata específicamente tu broma? ¿qué es lo que quieres que haga yo?
- escucha con atención... - empezó a explicarle cada detalle.
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Horas después, como era habitual, Denia visitó a Korn en su castillo en el Universo 8. Él le había contado que odiaba esa semana y ella, para darle apoyo en esos terribles días, fue a hacerle compañía.
- gracias por venir, detesto estos horribles días - se encontraba sentado en el sofá con un bebé a cada lado.
- de nada mi calvo precioso - sonrió para molestarlo un rato.
- ¿tú también? - la miró con molestia - creí que tú eras diferente, ya pareces como una más de mis hermanos.
- solo fue una broma Korn - rodó los ojos.
- ¿una broma? estoy harto de malditas bromas - apretó los puños.
Iru fue con su "mamá Denia", ya que ella no era tan gruñona ni regañona como Korn.
- bueno, ya... - se puso seria - no bromearé, solo digo que sería divertido que aprovecharas aunque sea esta semana para sacar al niño que llevas dentro y hacerle maldades a tus hermanos, podría ayudarte con eso.
- me tientas, pero no tengo ganas... no por ahora - siguió sentado en el sofá viendo documentales con los bebés. No los dejaba ver caricaturas ya que esas no eran "instructivas" y le interesaba que aprendieran toda la historia del multiverso a la edad más temprana posible.
- hablando de ganas, iré al baño... - ella fue, pero regresó a los pocos segundos - Korn, ¿te sientes bien?
- ¿por qué no lo estaría? - se extrañó.
- por nada... - le sonrió y fue a buscar otro baño.
Cuando entró, la taza estaba llena de popó, al igual que el otro baño. Ella estaba espantada, jamás había visto tanto junto, y Korn no se daba cuenta de ello.
Era tanto que le parecía incluso loco pensar que fuera posible hacer tanto, por lo que estaba sumamente confundida y asqueada.
Afuera del castillo, Marcarita trataba de no reír mientras su otro hermano la miraba cruzado de brazos.
- lo dije una vez y lo diré de nuevo, no fue la mejor broma que pudiste hacer, me parece sumamente asquerosa tu idea...
- es la mejor broma que existe - dijo ella entre risas - popó de Truba, de tu cocodrilo mascota, de las vacas de tus amigos granjeros y de caballo, amo mi retorcida mente.
Denia volvió a preguntarle a Korn si se sentía bien, por lo que este la miró raro.
- ¿qué es lo que pasa?
- Korn, ¿acaso no has visto cómo tienes los baños de tu castillo? es cierto que debemos ahorrar agua pero no al grado de nunca tirar de la cadena - lo regañó y lo llevó hacia allá. Korn al ver todo eso se espantó, más porque él siempre mantenía su castillo impecable.
- ¿qué pasó aquí? - trató de tirar de la cadena pero todo ese estiércol se atoró, creando una escena dantesca y haciendo a Korn vomitar. Denia, desafortunadamente, estaba tan cerca que se ensució por ello.
- ¡Korn! - ella también vomitó.
- Marcarita qué broma más horrenda - Cuckatail negó con la cabeza.
Korn salió a la cocina a lavarse la cara con el lavaplatos, cosa que Marcarita tenía fríamente calculada que hiciera, por lo que, en la entrada de este, diluyó varias gotas de colorante industrial café, y cuando este terminó de lavarse, Denia casi se desmaya.
- Korn...
- ¿ahora qué? - dijo de mal humor, sabía que eso no fue obra de ella ni de nadie del castillo, sino de sus pútridos hermanos.
- ¿ya viste tu cara?
El ángel fue obediente al espejo y al verla dio un grito furioso.
- ¡ahora sí me las van a pagar!
- mira el lado bueno - a pesar de todo, Denia siempre trataba de ver las cosas de la forma más positiva posible - ahora tu cara combina con tu túnica.
- gracias - dijo entre dientes y llamó a un fontanero para que arreglara todos los baños tapados del castillo.
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Marcarita estaba más que satisfecha con el resultado de su broma, tanto que tenía ganas de ir a celebrar, pero como no iba a llevar a Vermoud y Kai de arriba para abajo ya que ellos acababan de despertarse, se decidió sencillamente a ordenar comida.
No había ni colgado el teléfono cuando sonó el timbre.
- vaya, qué buen servicio - fue a abrir la puerta y, como era de esperarse, un repartidor le entregó una cajita.
- aquí tiene - le dio la orden - que lo disfrute.
- gracias - sonrió y cerró la puerta para empezar a comer.
Su sorpresa fue mayúscula cuando, en lugar de comida, había dentro de la caja otra cajita muy bonita.
- yo yo - Vermoud estiró sus manitas hacia ella.
- espera, no sé qué es eso - ella estaba confundida, así que puso la cajita sobre la reposadera del sofá y se dispuso a abrirla con cuidado. De ella salió una araña enorme que se veía amenazante, y como Marcarita no era alguien a la que ese tipo de insectos le agradaran, dio un grito que espantó a los bebés.
La araña corrió por todo el sofá espantando a la chica, por lo que ella cargó a los bebés y los dejó lejos de esa cosa para que no les hiciera daño.
Luego fue corriendo a traer una escoba para matar a la araña y al tenerla cerca, le pegó fuerte para aplastarla.
- ¡la tengo! - levantó la escoba con cuidado y cuando lo hizo, empezaron a correr por todo el sofá miles pero miles de arañitas pequeñas, lo que resultó peor - ¡no!
- ¡mamá! - Vermoud y Kai querían ver qué estaba sucediendo pero ella ni loca iba a dejarlos exponerse así.
Fue corriendo por el insecticida para matarlas, pero... como parte de la broma que le habían hecho, habían cambiado su bote de Raid por uno de pintura en aerosol color verde pasto, casualmente el color de la túnica de su atacante.
- ¡¿pero qué pasa?! - ella estaba muy desconcertada.
- hola hermana - Vados salió de su escondite - ¿cómo te encuentras?
- ¡tú! - la miró con furia - ¡maldita lisiada! - se abalanzó sobre ella - ¡arruinaste mi sofá!
- técnicamente fuiste tú - empezó a reír.
Todo iba muy divertido hasta que, por andar peleando, ambas cayeron sobre el sofá con pintura verde y los miles de arañitas.
Continuará...
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1 multiverso, 12 pequeños problemas
FanfictionDaishinkan deja a los ángeles a cargo de los dioses de la destrucción cuando estos son bebés. ¿podrán desempeñar bien su trabajo?