Paparazzi

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En el Universo 3:

- primer día sin bromas, esto parece el paraíso... - Campahri suspiró y fue a acostarse, ya era de noche y en el Universo 3 hacía particularmente mucho calor en ese tiempo, así que, como los bebés ya estaban durmiendo en su cuartito, el ángel no tuvo problemas con dormir desnudo, a fin de cuentas nadie lo vería.

A mitad de la noche, cuando Campahri ya estaba muy dormido, uno de sus hermanos llevó a cabo su diabólico plan para hacerle una broma, no hacía falta mencionar quién era ya que todos los años era siempre el mismo, solo que esta vez la broma fue de las más elaboradas que Cognac alguna vez había hecho.

Primero que nada, entró al castillo en completo silencio, aunque no importaba si hacía un mínimo ruido ya que todos dormían y no iban a darse cuenta. Luego, guiándose en la oscuridad con la linterna de su báculo, fue directo al cuarto de Campahri y no le hizo nada a él, ni le sorprendió verlo sin ropa, al fin y al cabo eran hermanos y eso no era nada nuevo. Solo tomó la ropa que se había quitado y la puso en una caja junto a absolutamente toda la ropa y túnicas que Campahri tenía en su armario. También sacó las toallas y sábanas y luego se fue al patio, donde empezó a tender toda la ropa con pinzas, no era algo tan malo después de todo.

Como era varia ropa se tardó un tiempo, y luego solo se quedó sentado en un rincón esperando a que su hermano despertara y se diera cuenta de la inocente broma, después de todo no rompía ninguna de las reglas que se habían expuesto.

El tiempo pasó y Campahri por fin se levantó. Iba a ponerse ropa para luego preparar el desayuno pero por alguna "extraña razón" su ropa no estaba por ninguna parte. 

La buscó en todo el castillo y no había rastros de ella hasta que de la nada, se le ocurrió mirar al patio, donde observó claramente toda la ropa colgada.

Rodó los ojos y luego negó con la cabeza sabiendo claramente que su era de paz se había terminado.

- ya vino Cognac y sus cosas - bufó para sí mismo - por lo menos ya sé dónde está mi ropa - fue en busca de alguna toalla o sábana para cubrirse pero también las había tendido - claro, no podía esperar menos de ese tonto...

Fue a buscar cualquier cosa para poder cubrirse, pero Cognac había tendido incluso las alfombras y los cojines. Lo único que encontró fue un calzoncillo muy curioso que Cognac había dejado en un lugar visible para que lo notara.

 Lo único que encontró fue un calzoncillo muy curioso que Cognac había dejado en un lugar visible para que lo notara

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- esta me la cobraré caro - negó con la cabeza y se puso las truzas sin remedio, era lo único que había. Luego se dirigió al patio a descolgar toda la ropa y cosas, pero no contaba con que ahí, escondidos, estaban esperándolo muchos paparazzis, quienes, al verlo salir, empezaron a tomarle fotos por ordenes de Cognac, quien les había pagado.

- feliz semana de bromas hermano - salió de su escondite entre risas y se acercó para salir en algunas fotos con él.

- esta me la vas a pagar muy muy caro, te lo advierto para que después no andes llorando.

1 multiverso, 12 pequeños problemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora