Nick se paseaba tranquilamente por su casa, ahora le gustaba que todo esté en su lugar, no quería arruinar el esfuerzo que había hecho su hermana en que la casa pareciera un hogar nuevamente.
Habían pasado tres días de su ruptura con la peli rosa y se sentía mejor que nunca. De a poco notaba que la oscuridad dentro de él se comenzaba a aclarar.
Su celular vibró en el bolsillo de su pantalón, se sorprendió al ver que en la pantalla se veía el nombre del oficial Keller quien lo estaba llamando. Se asustó al pensar que tal vez le había pasado algo a Mara por lo que se apresuró a contestar.
—Hola. — su voz salió preocupada. Algo que Keller noto.
—Nick ¿pasó algo? — preguntó el oficial pensando que tal vez algo había ocurrido en la casa de los Stuart por el tono de su voz.
— ¿Que? No sólo me sorprendió su llamado, creí que algo le había pasado a Mara. — caminó por la casa.
—No, ella está bien, pero necesito un favor. — el alguacil se quedó esperando la respuesta del chico.
—Lo que sea dígame. — afirmó Nick ¿quién lo iba a pensar? Nicolás Stuart a disposición de la ley.
—Quería que vengas a buscar a Mara, quiere hablar con tú hermana. Yo no la puedo llevar porque tengo un operativo, ya me tengo que ir. — dijo el hombre apurado esperando que el joven dijera que si.
—Enseguida voy. —Nick cortó la llamada.
Se apresuró a salir de la casa con las llaves de su coche. Mientras en su cabeza imaginaba que está era su oportunidad para acercarse a Mara
El camino se le hizo corto, la casa de los Keller no quedaba tan lejos y él había ido a toda velocidad, no quería que Mara pase más de un minuto sola.
Pensó que tal vez estaba exagerando, pero borró cualquier cosa que viniera de su cabeza al ver la casa Keller. Erick estaba afuera conversando con su hija de una forma poco animada, como si la estuviera reprendiendo por algo. No pudo evitar que una sonrisa se le escape al ver esa cabellera rubia que por alguna razón tenía el rostro tan rojo que parecía un tomate.
Su hematoma en el ojo ya no era tan visible, se había desvanecido dejando solo una marca que se había tornado amarillenta.
—Te ves mucho mejor. — dijo Nick al acercarse a la rubia.
—Si bueno, no sé si es un halago o me estás diciendo que era fea. —sonrió sin un poco de gracia.
—Un poco de ambas. —bromeó el chico. Ganándose una mala mirada por parte de Mara.
—Bueno, yo ya me voy. — dijo el oficial subiéndose a su patrulla.
Ambos lo saludaron con un ademán de mano.
Ya en el coche de Nicolás ninguno hablaba, era como si él silencio fuera la mejor conversación del momento, pero el chico de ojos verdes en realidad no era lo que tenía en mente sino que queria hablar, pero ella le ganó de mano.
—No tienes que hacer esto...— suspiró. —Mi papá está un poco paranoico.
—Lo hago porque él me lo pidió y porque quiero cuidarte Mara, me dio mucho miedo que algo te pase cuando esos tipos te golpearon. — suspiró el chico quien dejó de mirar a su frente unos segundos para ver la reacción de la chica.
Mara lo miró extrañada. Al principio pensó que era una de sus bromas, pero no había ni una pizca de gracia en sus ojos. No entendía un pedo lo que le pasaba a Nicolás y no sabía si quería hacerlo. Ella aún seguía haciendo el duelo de Trevor, pero no podía ignorar ese sentimiento cada vez que Nicolás estaba cerca o le hablaba, era como si todo se saliera de control, era incapaz de manejarlo.
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Falling In Your Lies
Детектив / ТриллерSaranac Lake, un pueblo infestado por la violencia de dos pandillas enfrentadas a muerte y una chica dispuesta a cambiarlo todo. Tú, ¿De qué lado estás?